tag:blogger.com,1999:blog-4890694600339034260.post8004954451406594751..comments2023-03-25T10:40:08.272+01:00Comments on El eterno pasmado: Pasmo nº 53: Los fallos del capitalismo (o el síndrome de las cuchillas infinitas)Alejandrohttp://www.blogger.com/profile/09896059518030431405noreply@blogger.comBlogger5125tag:blogger.com,1999:blog-4890694600339034260.post-26600697107348852562011-07-31T10:57:32.307+02:002011-07-31T10:57:32.307+02:00"Pero denominamos “libre” mercado a lo que re..."Pero denominamos “libre” mercado a lo que realmente ni lo es, ni debe serlo. El mercado debe ser objeto de estrictas regulaciones para evitar abusos y que no acabe convertido en la ley de la selva. Uno de los mercados que debe ser regulado de forma más obvia es el laboral, puesto que si no en breve todos estaríamos trabajando con los niveles salariales y de protección social de chinos e hindúes. Leyes antimonopolio, a favor de la transparencia, de defensa frente a la publicidad engañosa, frente a la concertación de precios y a favor de la libre competencia... Nadie en su sano juicio discute eso, salvo, quizás, las cuestiones de nivel en ese intervensionismo de los mercados."<br /><br />Pues me encanta que una persona que se autodefine de derechas esté de acuerdo en una serie de puntos que nos parecen (a algunos) tan obvios y evidentes.<br /><br />Aunque no lo creas no son tan obvios para todo el mundo. Hace unos días comenté sobre un "divertido" blog progre por sus inconsistencias, su pobre argumentación y su sectarismo sin límites:<br /><br />http://eleternopasmado.blogspot.com/2011/07/pasmo-n-52-la-superioridad-moral.html<br /><br />Pero hay algunas gentes de derechas que si bien exhiben un argumentario en apariencia más sesudo y erudito (menos emocional) plagado de referencias y citas, incurren, en mi opinión, en un sectarismo y cortedad de miras similar.<br /><br />Fíjate en los comentarios a este post, en el que la discusión pasa de si el "libre mercado" es moral o inmoral (¿es moral o inmoral la ley de la selva o la evolución de las especies?) a negar que si los mercados son TOTALMENTE abandonados a si mismos tienden ferozmente al monopolio:<br /><br />http://archipielagoduda.blogspot.com/2010/11/la-inmoralidad-del-capitalismo.html<br /><br />Esta gente defiende que las leyes de defensa de la competencia son, no sólo innecesarias, sino perniciosas, y que el sistema de competencia puede y debe regularse a si mismo.<br /><br />Yo sinceramente creía que este debate estaba superado y que la inmensisisima mayoría de las mentes pensantes (de las no pensantes no digo nada) coincidían en que la "competencia perfecta" era una teoría utópica (como reconocía el propio Adam Smith), pero resulta que no, que hay gente en apariencia sesuda e inteligente que niega tal evidencia.<br /><br />Cosas que a ti y a mi nos parecen evidentes (como las que dices en el último párrafo) son negadas empecinadamente por gentes con cierta apariencia de intelectualidad. Y cualquier llamada al equilibrio, a la bondad del punto medio, es calificada como que eres un rojo camuflado, un maricomplejines, un submarino de la izquierda,...<br /><br />Cuidado, el sectarismo y extremismo no sólo existe entre la progresía.Alejandrohttps://www.blogger.com/profile/09896059518030431405noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4890694600339034260.post-14850454120795773582011-07-30T19:05:08.037+02:002011-07-30T19:05:08.037+02:00Siempre he discrepado de esa distinción entre capi...Siempre he discrepado de esa distinción entre capitalismo y comunismo, cuando realmente todo el sistema económico, desde los albores de la Humanidad, desde que el primer homínido afiló una piedra y se la guardó para futuras ocasiones -desde que acopió el primer capital-, es capitalista. La distinción correcta entre ambos regímenes económicos, erróneamente denominados, es entre libre mercado o economía planificada. Pero en ambos hay capital como factor de producción, y cada vez más. <br /><br />Y sí, con todas sus deficiencias, es evidente que el libre mercado es un sistema más eficiente que el de la economía planificada. Recuerdo siempre esa anécdota que creo que contaba el “economista camuflado”, del general soviético que de visita en Londres, por los años sesenta, preguntaba quién organizaba el suministro de pan a la población, dejando perplejos a sus interlocutores. Claro que la respuesta le dejaba más perplejo aún a él: nadie, nadie organiza el suministro de pan a una población tan enorme. Y sin embargo toda esa población londinense tiene garantizado el suministro de ese bien primera necesidad, y de muchos otros, sin que nadie intente siquiera planificarlo. <br /><br />Pero denominamos “libre” mercado a lo que realmente ni lo es, ni debe serlo. El mercado debe ser objeto de estrictas regulaciones para evitar abusos y que no acabe convertido en la ley de la selva. Uno de los mercados que debe ser regulado de forma más obvia es el laboral, puesto que si no en breve todos estaríamos trabajando con los niveles salariales y de protección social de chinos e hindúes. Leyes antimonopolio, a favor de la transparencia, de defensa frente a la publicidad engañosa, frente a la concertación de precios y a favor de la libre competencia... Nadie en su sano juicio discute eso, salvo, quizás, las cuestiones de nivel en ese intervensionismo de los mercados. <br /><br />Para mí, uno de los más grandes fallos del sistema es el de la necesidad de producir a toda costa, pese a la evidente incapacidad del planeta para ofrecer de manera indefinida los recursos que demanda una población creciente. Cuando es evidente que la población mundial podría reducir drásticamente su demanda de bienes si ésta no estuviera artificialmente hinchada mediante la obsolescencia programada, una obsolescencia tramposa y casi fraudulenta que alimenta el sistema. Sin ella, más de la mitad de la población mundial estaría en paro. Una espiral diabólica y estúpida, que nos aboca a un final catastrófico.<br /><br />http://oroel.blogspot.com/2011/03/obsolescencia-programada.htmlOroelhttp://oroel.blogspot.comnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4890694600339034260.post-85286475229669227372011-07-11T18:12:10.201+02:002011-07-11T18:12:10.201+02:00Pues medita Alejandro, pero la cosa es muy simple:...Pues medita Alejandro, pero la cosa es muy simple: La asignación de recursos la hacemos entre todos en la economía de mercado y nos vamos todos al garete al paso alegre del consumismo, o la hace una pequeña minoría de líderes iluminados y nos vamos al garete al paso recio y marcial.<br /><br />Mucho me temo que lo haremos en dos tiempos y que el primero está en sus postrimerías.Carlos56https://www.blogger.com/profile/18401233004077106361noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4890694600339034260.post-91632253941817675142011-07-11T17:25:37.713+02:002011-07-11T17:25:37.713+02:00Por supuesto, tanto los que fabrican como los que ...Por supuesto, tanto los que fabrican como los que consumen lo hacen porque de alguna manera les resulta rentable, aunque en algunos casos podemos llegar a pensar que hay a quien le resulta "rentable" consumir ciertos productos porque ha sido convencido o persuadido para ello. Pero está claro que a nadie le ponen físicamente una pistola en la cabeza para que compre.<br /><br />Pero dices "el que esté en la carrera sabrá". El problema es que en la carrera estamos todos. Todos formamos parte de un sistema económico y social que está invirtiendo los recursos de que dispone de una manera...¿criticable?<br /><br />Y pensemos que algunos de esos recursos son no renovables como las aleaciones de metales raros que forman parte de esos móviles que cambiamos cada año porque se quedan anticuados.<br /><br />Esos materiales son ficticiamente baratos porque se extraen en el tercer mundo en dictaduras bananeras, pero se acabarán. A los que "están en la carrera" no les importa porque ya se han enriquecido (o conseguido su móvil nuevo). Pero si miramos en conjunto, ¿se está haciendo lo mejor que se podría hacer con esos recursos? Como poco me parece que es un tema para meditar.Alejandrohttps://www.blogger.com/profile/09896059518030431405noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4890694600339034260.post-26431036392647971332011-07-11T11:48:57.563+02:002011-07-11T11:48:57.563+02:00ni las mujeres se han arrojado a mis pies más de l...<i>ni las mujeres se han arrojado a mis pies más de lo habitual</i> Felicidades, no te puedes imaginar lo incómodo que puede resultar pasando de una determinada frecuencia.<br /><br /><i>¿Hasta dónde llegaremos?</i> Yo me he quedado en dos y de marca blanca. Evidentemente el movimiento hacia el disparate que tú señalas se debe a que el consumidor está deseando encontrar un producto limpio, cómodo y sin cortes en la cara. No creo que esto sea una "necesidad" inducida por la publicidad sino que obedece a una tendencia natural. Los fabricantes ofrecen muchas soluciones, desde pomaditas previas o posteriores al afeitado a máquinas eléctricas- de tambor o circulares- o manuales. Por lo tanto la carrera que tú comentas es sólo uno de los efectos del deseo insatisfecho de esos consumidores.<br /><br /><i>¿Son rentables para la economía…</i> el que esté en la carrera sabrá. Es su dinero y su tiempo. Pero recuerda que aquí corren muchos: fabricantes y consumidores. Yo personalmente huyo de comprar productos excesivamente "publicitados" ya que no estoy dispuesto a pagar el absurdo precio de que me convenzan para comprar. Supongo que el éxito de las "marcas blancas" se basa en la eliminación del sobre-coste de la publicidad. Eso mismo determina el límite a esa carrera: Los consumidores pueden optar por productos refugio. <br /><br /><i>¿No se podrían asignar mejor todos estos recursos?</i> Posiblemente. De hecho todas las dictaduras han estado convencidas de que ello era posible. Fuera de ironías. La cuestión es que quién asigna esos recursos es quién está pagándolos: El consumidor. En la medida que esté dispuesto a seguir pagando más cuchillas en su máquina o 3D en su tele, el mercado seguirá produciéndola. Ese momento de indescriptible felicidad que siente cuando recoge del estante de la tienda el producto que lo hará persona feliz, parece que le compensa el sufrimiento de conseguir el dinero con él lo que pagará como 3 lo que apenas vale 1, y ni siquiera le termina de disuadir la pregunta que se hace cuando pone el articulo delante del cajero … ¿estaré haciendo el lila, … otra vez? <br />¿Es absurdo? Posiblemente. Pero ese momento de felicidad que te he descrito es el único para un buen porcentaje de conciudadanos ¿se lo vamos a quitar también?Carlos56https://www.blogger.com/profile/18401233004077106361noreply@blogger.com