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martes, 21 de julio de 2015

Pasmo nº 93: La "riqueza" de la diversidad.

Me pasma, de verdad que sí, (y no es la primera vez) que desde ciertos círculos, cada vez más extendidos y generalizados, sólo se considere como "riqueza" aquello que nos diferencia, nos separa. Aquello que dificulta de alguna manera el encuentro y la convivencia. 

No diré yo que la diversidad de lenguas, leyes y culturas no sea una riqueza. Pero NO SIEMPRE lo es, ni es la ÚNICA riqueza. 

Pero atrévanse ustedes en ciertos entornos (cada vez, repito, más extendidos) a decir (blasfemar) que
lo que nos une, lo que nos hace más iguales, lo que ayuda a los encuentros, a la convivencia y al entendimiento, es (puede ser) también una riqueza, algo a conservar y apreciar. Les mirarán como a Herodes entrando en una fiesta infantil

Y es que cada vez más el razonar, el tirar de la más pura lógica o pragmatismo son mirados con sospecha de facherío o tecnocracia ya que este tipo de opiniones "no tiene en cuenta los sentimientos". Y no sólo se puede atentar contra los sentimientos de las personas, ojo, sino que se pueden ofender "sentimientos" de colectivos que de alguna extraña manera sienten y piensan y sufren en bloque y de forma homogénea. Como si un colectivo no fuera un conjunto de seres pensantes e independientes sino un sólo ser, dotado de una sola voz y de un solo pensamiento (del los cuales viene muy bien arrogarse en portavoz).

Atrévanse, por ejemplo, a decir, según dónde o ante según quiénes, que tener una lengua común que permite a un señor de Lérida y a uno de Hernani entenderse sin necesitar intérprete es una riqueza descomunal. Una riqueza de la que no hay que avergonzarse y que hay que utilizar sin pedir perdón y con la cabeza bien alta. Atrévanse a sugerir que no hay que hacer traducciones superfluas e innecesarias (¿les suena lo de los pinganillos en el Senado?) porque para eso precisamente tenemos esa LENGUA COMÚN, y que eso es algo fantástico y que no es malo ni para ocultar con vergüenza, sino algo que nos hace vivir mejor. (Y más si tenemos en cuenta que esta lengua la usan, de paso 400 millones de personas por todo el mundo).

Digan que igual no hace falta traducir un texto determinado a cuatro idiomas porque TODOS sus destinatarios dominan el castellano y TAMBIÉN es su lengua. Atrévanse, y verán como les miran y lo que les dicen. 

Sean osados más allá de toda prudencia y defiendan que tener leyes IGUALES, que nos permitan tener a todos los mismos derechos, obligaciones y oportunidades puede ser algo a considerar, que incluso puede ser bueno, positivo. Que puede ayudar a que la convivencia sea más fácil, la vida más justa, los trámites más sencillos... Digan cosas tan lógicas y sensatas y verán lo que opinarán de ustedes.

Osen nombrar palabros y blasfemias como "economías de escala", "ahorro", "sinergias", "simplificación administrativa"... para defender que pueda ser bueno que existan instituciones comunes que gestionen las mismas cosas A LA VEZ y con una tramitación y una normativa igual. Atrévanse a decir que eso nos haría la vida más fácil, más barata, más justa, que reduciría desigualdades y agravios comparativos.

Tengan las santas narices de insinuar que igual, es posible, a lo mejor, 17 (¡¡DIECISIETE!!) legislaciones educativas para un país como España pueden ser excesivas y redundantes y que con una sola legislación básica (desarrollada localmente en algunos puntos) bastaría para todos. Les dirán que eso agrede a los SENTIMIENTOS colectivos de las Comunidades aludidas que, por lo visto, necesitan leyes diferentes para no sentirse menospreciadas en sus "hechos diferenciales".

Les dirán que cómo se atreven a hablar de lógica, de eficiencia, de pragmatismo, de ahorro, de justicia, de igualdad... cuando lo que está en juego son los "sentimientos" (y los sueldos de miles de cargos, carguetes y carguillos, claro) 

Les dirán que son unos fachas, unos centralistas, espías del invasor castellano, que no son unos aragoneses (o catalanes, vascos, gallego, andaluces...) de verdad.

Todo eso y más les dirán. Lo sé de buena tinta. 

viernes, 16 de diciembre de 2011

Pasmo nº 77: La defensa de "lo nuestro" (II)

Continuando con el tema del último post; vean que argumentos usan algunos para defender la inclusión del "Aragonés" en el Currículo educativo:

- [...] en Aragón nos esforzamos mucho en ignorarlo, en dejar que se extinga y en no dejar testimonios en el sacrosanto y hegemónico español. Hablemos bien el castellano pero permitamos que el aragonés sobreviva. ¡Es tanto pedir!

- ¡Entalto a fabla aragonesa!. Porque es una seña de identidad para nuestro territorio...

- Hay un problema y ese problema no lo ha creado ningún nacionalista. Ese problema es que según la Unesco, el aragonés está en una situación de extremo riesgo [...]

Como ven, a algunos lectores de la noticia del Heraldo que comenté en mi anterior post les preocupa que el "Aragonés" se extinga como idioma y como "seña de identidad de nuestro territorio". Dejando aparte consideraciones sobre si el "Aragonés" es (era) la lengua real de ciertas zonas de Aragón o es simplemente un refrito, vamos a ver si analizamos con calma y objetividad algunas cuestiones:

Yo siempre había pensado que el primer objetivo del sistema educativo (y no hablo de "educación" que es algo mucho más amplio) es el alumno, el educando. El sistema educativo (sobre todo cuando es público, cuando es privado puede tratar de aleccionar y adoctrinar) trata de proporcionarle al alumno los conocimientos, procedimientos de trabajo y valores necesarios para sobrevivir dignamente y de una manera satisfactoria en la sociedad.

El segundo "cliente" del sistema educativo será pues la propia sociedad, que recibirá individuos adultos aptos para ser útiles al entramado social, productivos e integrados.

Es un esquema muy básico y un tanto "frío", pero en el fondo, esto es así. Y no entiendo dónde en todo esto entra la protección a las lenguas minoritarias o la identidad del territorio.

Fíjense, si usamos el sistema educativo para proteger de la extinción una lengua determinada, estamos reduciendo al individuo a la condición de humus (o estiércol si lo prefieren) donde cultivar algo que es superior, que trasciende al individuo. Una lengua o una "identidad" que no sirve al individuo, sino que es el individuo el que sirve a ella, para que no se extinga.

Esto, claro, esta en contra del pensamiento liberal (no en el sentido económico sino en el sentido en que lo entienden los anglosajones, donde ser liberal es más bien ser de izquierdas por oposición a los conservadores) que heredamos de la revolución francesa donde cayó el Antiguo Régimen. Antes de nacer este pensamiento liberal, el individuo era algo supeditado a una monarquía, a una nación, a una religión... El individuo era algo sacrificable en aras de valores e instituciones superiores a él y a las que debía servir.

Hoy en día creemos (al menos la gran mayoría) que las instituciones están AL SERVICIO DEL CIUDADANO. Si tenemos una monarquía, un estado, una nación, una lengua..., no es porque creamos que son algo superior al ciudadano y que lo transciende, sino porque de alguna manera y en general (para todo hay opiniones) consideramos que son útiles para los ciudadanos. Cuando alguien defiende la monarquía no habla de que es un valor tradicional que no se debe perder. Habla de las ocasiones (discutibles, claro) en que considera que la monarquía ha sido útil, HA SERVIDO A LOS CIUDADANOS.

En este sentido, ese discurso "conservacionista" que defiende que al ciudadano hay que enseñarle cosas para que no se pierdan, me resulta enormemente retrógado. Me retrotrae a culturas antiquísimas donde, al no existir la escritura, las tradiciones y los relatos se transmitían de padres a hijos para que no se perdieran. Dónde los individuos no eran más que vehículos de un saber superior a ellos y donde nadie se planteaba si ese saber servía para algo o contribuía de alguna manera al desarrollo de la tribu. Simplemente era algo por encima de los individuos que eran simples peones sacrificables por un "bien superior".

Ahora ya no somos así. ¿O quizás sí?

Y ya les dejo con algunos deberes (que no me apetece seguir enrrollándome). Analicen, por favor, el concepto "identidad del territorio" y escriban una redacción sobre ello con el tema: ¿Tienen identidad los territorios? ¿Es "identidad" un adjetivo aplicable a la geografía?. Pondré nota.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Pasmo nº 76: La defensa de "lo nuestro".


Hace unos pocos días me encontré en el Heraldo de Aragón esta interesante propuesta:

Chunta Aragonesista pide incluir en el Currículo educativo el estudio del aragonés.

Para los que no sean de mi tierra, es conveniente que sepan que lo que llaman tan pretenciosamente "Aragonés", no es tal. Lo que existe es una serie de variantes dialectales que se hablan en un par de valles del Pirineo y a cuyo conjunto normalmente se llamaba "Fabla (habla) aragonesa". Basándose en esas variantes dialectales se ha hecho una especie de refrito (lo que algunos llaman con cierto humor "Aragonés-Batúa") al que han dado en nombrar "Aragonés". Teniendo en cuenta que en el mejor de los casos sería la lengua materna de cuatro abuelos (que no lo es porque ellos hablan Fabla y no este moderno refrito) de una zona extraordinariamente reducida y localizada, llamarlo "Aragonés" me parece, siendo piadoso, una exageración manifiesta.

Curiosamente la Ley de lenguas de Aragón nos dice en su artículo 2:

"1. El castellano es la lengua oficial en Aragón. Todos los aragoneses tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.

2. El aragonés y el catalán son lenguas propias originales e históricas de nuestra Comunidad Autónoma."

Es curioso, como digo, que el castellano no es lengua "propia" ni "original" ni "histórica". Es tan sólo la lengua "oficial" como si no fuera nuestro auténtico idioma sino algo exterior, impuesto quizás, pero sin ser lo verdaderamente "nuestro", lo "propio".

Lo de la "lengua propia" es un curioso invento surgido cuando los nacionalistas descubrieron que lo de "lengua materna" (que es el concepto que se defiende desde la ONU y otros organismos internacionales) no se ajustaba a sus propósitos y reivindicaciones. Es complicado proponer ciertas políticas y actuaciones sobre, por ejemplo, el Euskera, cuando es la lengua materna de una ínfima parte de la población. Se le asigna el status de "lengua propia" y ya está, aunque no tengamos muy claro que es lo que significa esto, ya tengo la justificación para un montón de normas de apoyo y re-introducción.

Por supuesto así se producen situaciones peculiares como que alguien esté aprendiendo su "lengua propia" a los 40 años (digo yo que no será tan propia si la aprende a esas edades), o que yo como aragonés tenga como "lengua propia" una que no he hablado en mi vida, ni mis padres, ni mis abuelos (y eso que provengo de una familia muy antigua y del Pirineo).

Los partidarios de este tipo de políticas hablan a menudo de la defensa de "lo nuestro". Vean algunos comentarios al artículo que he enlazado antes:

"[...]La lengua no es de la Chunta ni muchísimo menos ni aunque lo pretendan...es de todos los aragoneses y hay que protegerlo y difundirlo [...]"¿Es "MÍA" una lengua que desconozco y que no tengo ningún interés en conocer?

"Promocionar el aragonés es promocionar nuestra cultura" ¿Nuestra? Oiga a mi no me meta en sus cosas, que yo sólo pasaba por aquí.

"Ya está la retahila de rancios y rancias anti todo lo que suene a aragonés; cultura, identidad y cualquier cosa propia. Anti patrimonio, anti lengua, anti aragón tv, anti jotas, anti todo lo que signifique señas de Aragón...qué sois...inmigrantes? Un poco de respeto por lo que significa raices y bienes propios..."Pues no soy inmigrante, fíjese. A lo mejor soy más aragonés que usted. Tan sólo quiero ser LIBRE para decidir qué quiero defender y qué no.

Es curioso ese calificativo de "lo nuestro". Yo he nacido (por suerte o por desgracia) en Aragón y por lo tanto debo sentir como "mío" y defender como tal una lengua que no conozco ni han conocido mis antepasados más próximos, o una muestra folclórica que no me gusta en absoluto como la jota. ¿Por qué? Yo soy aragonés, ese es un hecho administrativo y legal que nadie puede negar, pero ¿Por qué he de ser incluido a la fuerza en un colectivo como el "pueblo aragonés" con todas las implicaciones emocionales e identitarias que eso comporta? A mi me puede gustar el tango, o los musicales de Broadway, y haberme echado una novia rusa con lo que este idioma estaría mucho más cerca de mi vivencia emocional y de mis intereses que todo el "Aragonés" del mundo.

¿Qué es para mi lo "propio"? ¿Qué es lo "mío"? ¿Me dejarán los "guardianes de las esencias" decidir eso al menos? Es posible que yo esté más cerca cultural y "emocionalmente" (Me entenderé mejor) con un Neoyorquino que de un pastor del Pirineo. Tengo más cosas en común. ¿Soy por ello menos o peor aragonés (si es que eso se puede medir)?.

Soy un individuo adulto y formado ¿podré decidir que es lo "mío" o lo "propio"? ¿Podré decidir qué puedo o tengo que defender o qué no? ¿O por haber nacido en un sitio me tengo que adscribir a ciertos prototipos culturales que no me interesan lo más mínimo?

Y no quiero meterme aquí en el hecho de que la mayoría de la gente que tiene titulación en ese llamado "Aragonés" (y por lo tanto podrían ser profesores) son todos gente cercana al entorno de Chunta. No quiero pensar mal. Seguro que a la Chunta le inspira la defensa de nuestros (¿sus?) valores propios y no la eventual colocación de unos cuantos amiguetes y afiliados.

lunes, 1 de agosto de 2011

Pasmo nº 56: Rock'n'roll contra el "Establishment"

Rachel Arieff es una cómica y "show-woman" norteamericana que actualmente reside en Cataluña donde está realizando el espectáculo "Planeta Cataluña" que al parecer ha ofendido a ciertas mentes que siguen el pensamiento "políticamente correcto" lo cual, en esta región, es lo mismo que decir el pensamiento nacionalista.

La tal Rachel, fiel al espíritu individualista y libertario (Fuck you! I won’t do what you tell me) que considera propio del rock'n'roll, echa pestes de las políticas de inmersión lingüística de Cataluña.

En su blog ha escrito un artículo MUY contundente sobre el tema. No dice nada que no pensemos muchos, pero es interesante ver la visión de una extranjera sobre un tema tan nuestro y tan peculiar:

La política lingüística de Cataluña vs. Rock-n-Roll

Pero lo que realmente me deja pasmado (no sé porqué, ya que debería estar curado de espanto) es el primer comentario que le han dejado a este artículo y que representa el pensamiento "oficial" y el argumentario para justificar ciertas políticas liberticidas:

"La política linguística sirve para preservar una lengua, el català (oficial en catalunya). Defender los derechos de una lengua, una cultura y un pueblo no tendría que entenderse como un ataque (de ahí la anormalidad y desigualdad). ¿Qué pensarías si tu lengua fuera considerada de segunda en un territorio donde es oficial? ¿No tenemos derecho los catalanes a defender nuestra cultura? ¿sólo pueden defender la suya los castellanoparlantes?"

Este texto da para mucho análisis:

- ¿Las lenguas tienen derechos? Que yo sepa las lenguas son instrumentos creados por el hombre para comunicarse. ¿Los instrumentos y las herramientas tienen derechos?

- ¿Qué es exactamente una "cultura"? ¿Puede tener derechos? Según el DRAE (y creo que sería la acepción a que se refiere nuestro amigo) cultura es "conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc." ¿Puede esto ser sujeto de "derechos"? ¿estarían esos supuestos derechos por encima de los derechos y libertades del individuo?

- Y ya lo del pueblo; que es una cosa que a mi me hace mucha gracia. A la gente se le llena la boca hablando de los "derechos" de los Pueblos. Pero nadie me ha conseguido dar nada más que una definición abstracta, imprecisa y emocional de lo que es un "Pueblo" (Ver El gobierno de lo sentimental, en los comentarios un amable lector me trata de explicar estos términos). Volviendo al DRAE, que es bastante aséptico: "Conjunto de personas de un lugar, región o país". En este sentido ¿Es un "pueblo" sujeto de derechos?. Pues yo creo que no como colectivo, los derechos que tenga serán los de las personas que lo componen. SON LAS PERSONAS LAS QUE SON SUJETOS DE DERECHOS. Y esto es importante no olvidarlo, porque en contra de los que defienden los nacionalistas, los "pueblos" son entes heterogéneos, compuestos de personas individuales, con distintas creencias, intereses e ideologías. Hay gente (pese a quien pese, y sé que les pesa y mucho) perteneciente al pueblo catalán que no habla catalán ni maldito el interés que tiene. Hay personas pertenecientes al pueblo catalán que se proclaman ESPAÑOLES (huy, lo que he dicho) y gente que está en contra de cualquier tipo de nacionalismo.

¿Qué hacemos con esta gente? ¿Los echamos de Cataluña? ¿Les quitamos el carnet de socio de "Pueblo catalán"? (Como decía aquel que pasaba de lo que decían los "indignados" en Cataluña porque gritaban sus consignas en castellano y, por lo tanto, "no eran catalanes")

Nos metemos en un terreno muy peligroso, el de los asignadores de esencias y auditores de la pureza del "Pueblo". Yo por ejemplo he nacido en Aragón y mi familia paterna es de aquí desde hace muuuuuchas generaciones. Pues les voy a confesar algo: ODIO LAS JOTAS (huy lo que he dicho otra vez), la Virgen del Pilar me la refanfinfla (desde el respeto a todas las creencias) y creo que lo de la Fabla es un timo. ¿Soy un mal aragonés? ¿o directamente NO soy aragonés? ¿Soy menos aragonés que otros? Y lo más importante ¿Quién puñetas se arroga el derecho de asignarme estas etiquetas? Que dé la cara, que se presente ante mi y me diga que soy menos aragonés que él.

Y por último ya (aunque ya he hablado de esto en pasados comentarios con mi fiel lector Carlos56 en La "riqueza" lingüística).

- La única manera de preservar una lengua y una cultura (como defiende nuestro amigo del principio) es IMPONERLA a los ciudadanos. Es decir, para que no desaparezca hipotéticamente una lengua determinada, lo que defiende esta gente es, ni más ni menos, obligar a TODOS los ciudadanos a usarla. Los ciudadanos son considerados como estiércol o humus sobre los que cultivar al verdadero ente sujeto de derechos, que es la lengua.
En Cataluña hay dos lenguas oficiales, en principio, con igualdad de condiciones. Todos los ciudadanos deberían ser libres de decidir en cuál se quieren comunicar o en cuál quieren rotular sus establecimientos. Y si alguna debiera tener algún grado de obligatoriedad, sería el castellano, solamente por puro sentido práctico, para permitir que ciudadanos venidos de otras partes de España (y que, no nos olvidemos, siguen por ahora estando en SU pais cuando van a Cataluña) se puedan defender y puedan seguir gozando de los mismos derechos (como ciudadanos que SI tienen derechos) que los catalano-parlantes. Y para que los inmigrantes, muchos castellano-parlantes, puedan encontrarse con menos trabas.

Porque, no nos olvidemos, una lengua es un instrumento cuyo fin último debe ser el permitir la comunicación entre seres humanos y si en algún momento se obliga a alguien a conocer o usar una lengua determinada debe ser tan sólo con el criterio de que se favorezca la comunicación y el entendimiento y ayudar a que los ciudadanos puedan disfrutar de los derechos que legítimamente les corresponden.

sábado, 10 de octubre de 2009

Pasmo 9º: La "riqueza" lingüística


Estamos en Aragón a vueltas con la Ley de Lenguas, y a propósito de este tema tuve el otro día una charla con varios compañeros. Una de esas charlas que me dejan "pasmado".

Me voy a permitir compartir con ustedes algunas de las afirmaciones que allí se dijeron así como mi opinión sobre ellas.

A ver ustedes que opinan.

Afirmación 1: "Hablar varias lenguas abre la mente".
Pues miren ustedes, qué quieren que les diga. No entiendo que porque una persona hable catalán y castellano o vasco y castellano haya de ser más abierto de mente que yo. ¿o es que no puede haber un políglota cerril o gilipollas? Yo de hecho conozco algunos que tienen de apertura mental lo mismo que un ladrillo.


Afirmación 2: "Tener varias lenguas enriquece a una comunidad".
Claro, mi reacción inmediata fue preguntar: -"¿en qué?".
- "Hombre, no lo puedes mirar todo en términos económicos".
- "No lo miro todo en términos económicos pero vuelvo a preguntar, ¿en qué?. Se me ocurren muchas cosas por las que tener muchas lenguas es empobrecedor y negativo. Que alguien me explique en qué enriquece la vida de los ciudadanos el tener varias lenguas. No se me ocurre."
Aquí ya no hubo una respuesta muy clara. Parece que el hecho de que haya multitud de lenguas es algo bueno y enriquecedor porque sí, porque hay más donde elegir "como en un supermercado". Yo, perdónenme, pero sigo sin verlo muy claro.

Afirmación 3: "La cultura no tiene precio. No se puede hablar de cultura en términos monetarios"
Buf, complicada cuestión. Es posible que tengan razón, pero cuando estamos hablando de pagar esa cultura con MI dinero, me tendrán que explicar muy clarito y despacio (para que yo lo entienda) en qué esa inversión en cultura va a mejorar mi vida o la de otros. Y no hablo de mejorar en términos materiales, pero alguien me tendrá que convencer de que esa inversión es necesaria.


Afirmación 4: "La cultura de los pueblos se debe preservar".
Pues perdónenme ustedes, pero esta me parece una de esas afirmaciones ampulosas que se dicen para la galería sin pensársela demasiado. Hay muchas definiciones de cultura. Supongo que en este contexto podríamos aceptar la que reza así (DRAE): "Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc."
Pues miren, si nos ponemos así, los toros o la ablación de clítoris son "hechos culturales" y si de mi dependiera los prohibiría mañana mismo. ¿Deben preservarse, (con el coste económico y social que ello supone) TODAS las referencias culturales o solo aquellas que nos ayuden a desarrollarnos y contribuyan a nuestro bienestar.? Decía un amigo mío: "Las culturas no me merecen respeto, me merecen respeto las personas". Es como para pensárselo.


Afirmación 5: "No existe la "Fabla Aragonesa o Aragonés, lo que hay es una serie de variantes dialectales bastante diferentes entre sí en diferentes valles del pirineo."
Pues miren, hasta donde yo sé, esto es cierto. Corríjanme los expertos si me equivoco. Lo que se ha hecho (como con otras lenguas) es una normalización, crear un estándar que es el que se enseña, en el que se realizan publicaciones, etc... Claro, la cuestión inmediata es que si lo se persigue no es un objetivo utilitarista sino preservar un determinado patrimonio cultural ¿de qué sirve el estándar? Las auténticas lenguas aragonesas se perderán igual y lo que tendremos es un refrito artificial con el que los auténticos hablantes de "las fablas" no se tienen porqué sentir identificados. Algunas personas que toda la vida han hablado castellano lo aprenderán, pero me parece que más con la intención de crear una identidad aragonesa diferenciada que con la de conservar un patrimonio cultural que se perderá de todas formas.


Afirmación 6: "Las lenguas deben preservarse y protegerse a toda costa"
Aquí hay otra de esas cuestiones que se nos ofrecen como indiscutibles. A lo largo de la historia multitud de lenguas han desaparecido, evolucionando en otras o dejando un conjunto de palabras y expresiones como único testimonio (como el árabe en España).
Ahora damos por hecho que este fenómeno es negativo y debe ser evitado a toda costa. ¿Deben ser preservados como patrimonios culturales inapreciables TODAS las variaciones dialectales de una lengua? Deben enseñarse en las escuelas para que no se pierdan?. Lenguas virtualmente muertas, con vocabularios escasos y anticuados (predominantemente rurales) y que sólo hablan poquísimos habitantes en su mayoría ancianos ¿deben enseñarse a las nuevas generaciones para preservarlas? Creo que hay una diferencia muy grande entre proteger los derechos de los HABLANTES y proteger los "derechos" de la LENGUA.


Afirmación 7: "Las lenguas son seres vivos"
Y como tales, me imagino, sujetos de derechos.
Sorprendentemente esto me lo discutieron mucho. Claro, no me voy a poner a dar clase de biología, pero que yo sepa, las lenguas han sido creadas por los seres humanos y, a no ser que me haya perdido algo, los seres humanos aún no sabemos crear vida. Los seres humanos creamos HERRAMIENTAS que sirven para cosas. Y las herramientas, ni acudiendo al derecho natural más desbocado no tienen derechos per se.


Como ven, son muchas cuestiones y complejas. No estoy seguro de tener razón en mis opiniones. Incluso puedo no tener NINGUNA razón.
Lo que sí tengo claro es que se hacen muchas afirmaciones que se pretenden que aceptemos como dogmas de Fe, como verdades incontrovertibles e indiscutibles. Pues yo no estoy de acuerdo. Creo que hay cosas que nos deben explicar muy clarito y desde la razón, no desde los sentimientos. Están en juego demasiadas cosas (entre otras los derechos de aquellas personas que tienen una lengua materna distinta al castellano) como para que abordemos este asunto desde el tópico y el "eslogan".
Bien ¿Y qué opinan ustedes? Digan, digan. Pero observen que he intentado alejarme de la política y abordar el asunto desde la más estricta lógica (siempre con el riego de equivocarme). Intenten (si pueden) hacer lo mismo.