Ya sé que mis 4 habituales lectores ya tienen claros los conceptos de que voy a hablar, y pido perdón de antemano por tratar temas que parecen obvios. Y digo parecen porque de vez en cuando aparecen en los medios o en determinados foros de internet afirmaciones que me dejan un tanto pasmado. Y ya saben ustedes que todo lo que me pasma tiene muchos números de aparecer por aquí.
El otro día, sin ir más lejos, salían por televisión representantes de algunas organizaciones y ciudadanos particulares protestando porque el nuevo número de información de tráfico ya no es gratuito.
Aparte de que el hecho de que el número fuera gratuito fomentaba que muchas de las llamadas fueran de bromistas que se dedicaban a tomar el pelo a los operadores (!!), ¿entiende la gente qué significa que un servicio sea gratuito?
Que un servicio sea gratuito para los ciudadanos no significa que no tenga un coste para el organismo que lo presta, lo que quiere decir es que ese coste se distribuye entre todos los ciudadanos (vía impuestos) usemos o no ese servicio.
Esto puede ser aceptable e incluso positivo (va en ideologías) en el caso de servicios de primera necesidad y elevado coste (sanidad, educación). El distribuir este coste entre todos, usemos más o menos estos servicios, permite que haya una relativa igualdad de oportunidades y que los más desfavorecidos no caigan en situaciones realmente dramáticas y de exclusión social.
Pero en el caso de servicios utilizados sólo por determinados colectivos y con un coste asequible ¿Es positivo/necesario que los paguemos ENTRE TODOS? Asignar un precio a estos servicios no significa que dejen de ser gratis (que nunca lo han sido) sino que los pagarán solamente los que realmente los usen. ¿Es esto tan negativo? Evidentemente para los usuarios sí porque les toca apoquinar, pero para los demás...
Todo esto parece muy obvio y que todo el mundo lo tiene claro, pero a veces dudo. En tiempos, asistí un debate en un foro de internet acerca de la "gratuidad" del BUHOBUS en Zaragoza. Yo me manifestaba en contra de esa gratuidad ya que el bus nocturno es fundamentalmente usado por juerguistas que vuelven a sus casas de madrugada después de una noche de diversión.
En un momento dado uno de los participantes me preguntó, y casi se podía adivinar el pasmo en su ojos: "Pero, ¿cómo puedes estar en contra de que algo sea ¡¡GRATIS!!?"
Claro, en ese momento o te pones en plan Barrio Sésamo o sueltas un gran suspiro y lo dejas correr.
La próxima vez que salga el tema me limitaré a enlazar esta entrada y eso que me ahorro.
¡¡ECONOMÍA BÁSICA COMO ASIGNATURA OBLIGATORIA YA!!
El otro día, sin ir más lejos, salían por televisión representantes de algunas organizaciones y ciudadanos particulares protestando porque el nuevo número de información de tráfico ya no es gratuito.
Aparte de que el hecho de que el número fuera gratuito fomentaba que muchas de las llamadas fueran de bromistas que se dedicaban a tomar el pelo a los operadores (!!), ¿entiende la gente qué significa que un servicio sea gratuito?
Que un servicio sea gratuito para los ciudadanos no significa que no tenga un coste para el organismo que lo presta, lo que quiere decir es que ese coste se distribuye entre todos los ciudadanos (vía impuestos) usemos o no ese servicio.
Esto puede ser aceptable e incluso positivo (va en ideologías) en el caso de servicios de primera necesidad y elevado coste (sanidad, educación). El distribuir este coste entre todos, usemos más o menos estos servicios, permite que haya una relativa igualdad de oportunidades y que los más desfavorecidos no caigan en situaciones realmente dramáticas y de exclusión social.
Pero en el caso de servicios utilizados sólo por determinados colectivos y con un coste asequible ¿Es positivo/necesario que los paguemos ENTRE TODOS? Asignar un precio a estos servicios no significa que dejen de ser gratis (que nunca lo han sido) sino que los pagarán solamente los que realmente los usen. ¿Es esto tan negativo? Evidentemente para los usuarios sí porque les toca apoquinar, pero para los demás...
Todo esto parece muy obvio y que todo el mundo lo tiene claro, pero a veces dudo. En tiempos, asistí un debate en un foro de internet acerca de la "gratuidad" del BUHOBUS en Zaragoza. Yo me manifestaba en contra de esa gratuidad ya que el bus nocturno es fundamentalmente usado por juerguistas que vuelven a sus casas de madrugada después de una noche de diversión.
En un momento dado uno de los participantes me preguntó, y casi se podía adivinar el pasmo en su ojos: "Pero, ¿cómo puedes estar en contra de que algo sea ¡¡GRATIS!!?"
Claro, en ese momento o te pones en plan Barrio Sésamo o sueltas un gran suspiro y lo dejas correr.
La próxima vez que salga el tema me limitaré a enlazar esta entrada y eso que me ahorro.
¡¡ECONOMÍA BÁSICA COMO ASIGNATURA OBLIGATORIA YA!!
En el fondo de la cuestión estoy de acuerdo contigo, ahora bien…
ResponderEliminarSegún leí la recaudación esperada es de 1.000.000 de euros. ¿Es el coste de esta información telefónica realmente ese? Según creo, el acopio de información ya la hace Tráfico para otros servicios.
Ah bueno. Era sólo un ejemplo. Si el precio asignado es o no excesivo...
ResponderEliminarEn todo caso lo que dicen las autoridades es que sólo se cobra el coste de llamada, no el coste de la información en sí. No lo sé.
Desde luego, en estos tiempos de crisis y en que las Administraciones públicas no tienen un duro, corremos el riesgo de que traten de sacarnos las perras y cobrarnos las cosas dos veces, vía impuestos y vía precio del servicio, y que con ello financien excesos y dislates.
Por ello debemos ser activos en denunciar (aunque sólo sea a través del voto) a aquellos políticos que propician o consienten costes excesivos e inútiles en las administraciones que luego van a repercutirse en los ciudadanos. ¡Porque no hay nada gratis!
Llegados a este punto hay otra cuestión.
ResponderEliminarComo ya sabes pertenezco a ese selecto grupo de personas que no necesitamos que nos expliquen la memoria histórica, pues hemos vivido una buena parte de esa historia y de ello tenemos nuestra memoria. Yo recuerdo aquellos tiempos en los que los impuestos directos eran más bien escasos y se recaudaba más por los indirectos y por las tasas. También recuerdo que la izquierda hizo una feroz campaña contra estas formas de recaudación obteniendo un gran 'éxito' en este último: desaparición del papel del estado, las pólizas y un sinnúmero de tasas para infinidad de gestiones.
No defiendo aquel sistema, ni me posiciono en contra. Simplemente constato: Estamos ante otra rectificación del PSOE, parcial y camuflada como siempre. Pero además 'mosqueante', pues hay un tercero interpuesto, las compañías telefónicas, lucrándose del servicio.
Como verás aquello de que realidad es poliédrica, además de un lugar común no deja de tener sentido.
Nos metemos aquí en terreno pantanoso. Cómo financiar los costes de los servicios públicos, podríamos entrar en temas de copagos y similares.
ResponderEliminarPor ahora me doy por contento con que la gente tome consciencia (y mucha la está tomando "gracias" a la crisis) de que los servicios públicos no caen del cielo, de que las "ocurrencias" más o menos afortunadas de nuestros gobernantes hay que pagarlas y las pagamos entre todos.
En Aragón tenemos, como sabes, un programa de gratuidad de los libros escolares, cuyo funcionamiento seguramente conocerás mejor que yo. Y yo siempre he sostenido, también con escaso éxito, como tú con el Buhobús, que esos libros no son gratis, sino que simplemente somos otros quienes los pagamos, y no directamente los usuarios.
ResponderEliminarPero hay otro factor en juego. Un precio oculto a favor de un bien intangible pero real: el de la disponibilidad del servicio. Podemos estar de acuerdo en que el servicio de autobuses -y no me refiero al buhobús- se financie exclusivamente vía precios. Que lo paguen por tanto sus usuarios y sólo ellos, sin ningún tipo de subvención añadida. Pero, ¿y el día en que tú o cualquiera de nosotros decidimos que queremos usar el autobús? Nos dirigimos a la parada y tras un prudencial tiempo de espera, lo cogemos y pagamos. Pero, ¿quién lo ha estado financiando hasta entonces para que nosotros, el día en que lo necesitamos, lo tengamos disponible? ¿No es esa disponibilidad un bien real que nos resuelve una necesidad también real? ¿No tiene un coste esa disponibilidad que son otros quienes nos lo han pagado? Ese es un coste de difícil evaluación.
¿Y qué decir de los servicios deficitarios? Si la Administración dejara el pago de ciertos servicios exclusivamente a sus usuarios estos no existirían. Ciertas líneas de autobuses (incluso urbanos), de ferrocarril, ciertos horarios de servicio,... Serían eliminados (algunos ya los son)
ResponderEliminarSupongo que, como casi simepre, en el equilibrio está la virtud. Está claro que los usuarios directos de un servcio deberían sufragarlo en la medida de lo posible. Es lo más justo. la Administración deberá estar para corregir los evidentes "fallos" de este sistema de preciso (gente que no puede pagar, servicios deficitarios,...) pero no para eliminarlo de forma total. Vamos, digo yo.