En la conversación que comentaba en la anterior entrada tuve un "dejà vu". Estaba teniendo un debate que me era familiar pero con distintos actores. Y lo que me dejó pasmado: yo mismo estaba teniendo posiciones opuestas a las habituales.
Mi oponente hablaba de dejar pasar, de reconciliación, de que no se puede vivir siempre mirando al pasado, de olvidar, de pensar en el futuro...
Yo en cambio defendía que las heridas no se pueden cerrar en falso, que hay que depurar responsabilidades,...
¿les suena? Para mi está claro. Es muy similar al debate que hemos tenido en España últimamente respecto a la tan traida y llevada "Memoria histórica"
Está claro que si comparamos a ETA (una banda fascista y criminal) con el franquismo (un regimen fascista y criminal) las similitudes son evidentes.
Entonces, ¿por qué me encontraba yo defendiendo posturas opuestas a las habituales? ¿Soy un maldito hipócrita, soy un incoherente, soy un franquista? (Todo esto me lo han llamado alguna vez o sea que igual tienen razón).
Como a nadie le gusta reconocer que es ninguna de estas cosas me he puesto a reflexionar sobre el final de ETA y el final del franquismo y sus diferencias, que justifican mi distinta postura en cada uno de los casos.
1. El franquismo se acabó hace más de 30 años y su última etapa fue bastante "ligth" de forma que tanto víctimas como victimarios están muertos hace tiempo, así como sus familiares más cercanos. Las compensaciones y homenajes llegan tarde y posiblemente hacen más daño reabriendo viejas heridas y polémicas que el bien que puedan hacer. Es como otras actuaciones como cambiar nombres de calles, etc... Sinceramente, 30 o 40 años del fin de ETA ¿de qué serviría quitar el nombre de un etarra de una calle? Cuando ya nadie se acuerda de quién era ese señor ¿ganamos algo con el cambio? ¿Tiene sentido? En cambio ahora, cuando sus víctimas o familiares más cercanos caminan por esa calle, cuando hay gente que enaltece la figura del canalla... Ahora es cuando esas actuaciones tienen sentido y no nos debe temblar la mano al realizarlas. 40 años después de finalizado el conflicto..., me suena a lavar conciencias culpables y querer llegar (tarde y sin riesgo personal alguno) a una lucha a la que la cronología les impidió asistir y que consideran fundamental para profesar una determinada ideología.
2. La Ley de Amnistía que para muchos acabó con el franquismo de una manera vergonzante que ahora hay que rectificar, fue CONSENSUADA. Es cierto que a muchos "valientes" que por su juventud no estuvieron allí eso no les gusta y que afirman que "si ellos hubieran estado allí" no lo hubieran consentido. A eso en mi pueblo se llama hablar "a toro pasado" o ser un torero de salón. Es muy fácil hablar de lo valiente que hubieras sido 30 años después de que ocurrieran los hechos.
El caso es que en la transición, incluso las víctimas (representadas por los partidos de izquierdas) acordaron acabar con aquello mediante una amnistía (quizás, no lo sé, porque a algunos tampoco les convenía que se revolviera mucho su pasado).
Algunos dicen que aceptaron esas condiciones por el miedo a la extrema derecha y a los militares. No lo sé. Pero cuando leo el histórico discurso de Marcelino Camacho a mi me parece sincero.
Y les recuerdo que cuando quiero decir consensuado, quiero decir que también los franquistas aceptaron dejar el poder, sus pretensiones totalitarias y dejaron de ejercer la coherción y la violencia. ETA no ha dado ninguno de estos pasos, por lo tanto pedirles a las víctimas (a toda la sociedad) que realicen un acto de generosidad y olvido como el que se realizó en la transición, que olviden y perdonen, es poco menos que una burla cruel.
Mi oponente hablaba de dejar pasar, de reconciliación, de que no se puede vivir siempre mirando al pasado, de olvidar, de pensar en el futuro...
Yo en cambio defendía que las heridas no se pueden cerrar en falso, que hay que depurar responsabilidades,...
¿les suena? Para mi está claro. Es muy similar al debate que hemos tenido en España últimamente respecto a la tan traida y llevada "Memoria histórica"
Está claro que si comparamos a ETA (una banda fascista y criminal) con el franquismo (un regimen fascista y criminal) las similitudes son evidentes.
Entonces, ¿por qué me encontraba yo defendiendo posturas opuestas a las habituales? ¿Soy un maldito hipócrita, soy un incoherente, soy un franquista? (Todo esto me lo han llamado alguna vez o sea que igual tienen razón).
Como a nadie le gusta reconocer que es ninguna de estas cosas me he puesto a reflexionar sobre el final de ETA y el final del franquismo y sus diferencias, que justifican mi distinta postura en cada uno de los casos.
1. El franquismo se acabó hace más de 30 años y su última etapa fue bastante "ligth" de forma que tanto víctimas como victimarios están muertos hace tiempo, así como sus familiares más cercanos. Las compensaciones y homenajes llegan tarde y posiblemente hacen más daño reabriendo viejas heridas y polémicas que el bien que puedan hacer. Es como otras actuaciones como cambiar nombres de calles, etc... Sinceramente, 30 o 40 años del fin de ETA ¿de qué serviría quitar el nombre de un etarra de una calle? Cuando ya nadie se acuerda de quién era ese señor ¿ganamos algo con el cambio? ¿Tiene sentido? En cambio ahora, cuando sus víctimas o familiares más cercanos caminan por esa calle, cuando hay gente que enaltece la figura del canalla... Ahora es cuando esas actuaciones tienen sentido y no nos debe temblar la mano al realizarlas. 40 años después de finalizado el conflicto..., me suena a lavar conciencias culpables y querer llegar (tarde y sin riesgo personal alguno) a una lucha a la que la cronología les impidió asistir y que consideran fundamental para profesar una determinada ideología.
2. La Ley de Amnistía que para muchos acabó con el franquismo de una manera vergonzante que ahora hay que rectificar, fue CONSENSUADA. Es cierto que a muchos "valientes" que por su juventud no estuvieron allí eso no les gusta y que afirman que "si ellos hubieran estado allí" no lo hubieran consentido. A eso en mi pueblo se llama hablar "a toro pasado" o ser un torero de salón. Es muy fácil hablar de lo valiente que hubieras sido 30 años después de que ocurrieran los hechos.
El caso es que en la transición, incluso las víctimas (representadas por los partidos de izquierdas) acordaron acabar con aquello mediante una amnistía (quizás, no lo sé, porque a algunos tampoco les convenía que se revolviera mucho su pasado).
Algunos dicen que aceptaron esas condiciones por el miedo a la extrema derecha y a los militares. No lo sé. Pero cuando leo el histórico discurso de Marcelino Camacho a mi me parece sincero.
Y les recuerdo que cuando quiero decir consensuado, quiero decir que también los franquistas aceptaron dejar el poder, sus pretensiones totalitarias y dejaron de ejercer la coherción y la violencia. ETA no ha dado ninguno de estos pasos, por lo tanto pedirles a las víctimas (a toda la sociedad) que realicen un acto de generosidad y olvido como el que se realizó en la transición, que olviden y perdonen, es poco menos que una burla cruel.
Pues eso es lo que hay. El veredicto lo tienen ustedes. ¿Soy un hipócrita? ¿un franquista quizás? ¿o mi tratamiento diferente de ambos temas está justificado? No sé, no sé...
La Ley de Amnistía no fue pedida por la derecha ni por los franquistas reconvertidos aceleradamente a la democracia, sino por la izquierda, para que les fueran anmnistiados todos los "delitos" por los que el franquismo les había condenado. Aquel fue el objetivo de la amnistía. De hecho, un colectivo particularmente beneficiado fueron los etarras, de los que, tal como muchos advirtieron, una buena parte se reintegraron a la lucha armada, reinicideron en sus crímenes y causaron nuevas víctimas.
ResponderEliminarLeí ha ce tiempo algún texto sobre el escarnio de las víctimas y sus familias, que fueron objeto de atentados por parte de etarras condenados y amnistiados. Quizás buscando sería posible volver a hallarlo en la web.
La Amnistía en ningún caso se produjo bajo la presión del Ejército o de los restos del franquismo. Al revés, se produjo contra su criterio y con su resistencia.
Pues gracias por la puntualización.
ResponderEliminarRealmente lo que se intuye asistiendo a debates sobre este tema es todo lo contrario.
Es lo que tiene hablar de historia desde la ideología y el odio. Se tergiversa y se manipula. Eso no es hablar de Historia, es otra cosa. Y de nuevo la referencia a "1984", donde se trataba de modificar los hechos pasados para adaptarlos a la ideología actual, es inevitable.
Y los ignorantes, claro, caemos en la trampa.
Gracias de nuevo.
Por otro lado, el objetivo (no confesado, pero evidente) de la Ley de Memoria Histórica es, modo orwellianus deslegitimar a todos aquellos que se muestren contrarios a su "particular" interpretación de la historia, reunidos todos bajo la rúbrica "la derecha" y especialmente, el PP. Por ahí se explican los "pactos del Tinell", los "cordones sanitarios"... y el intento de convencer a la población de que la izquierda fue "siempre" democrática, tanto como no lo fue "la derecha".
ResponderEliminarY efectivamente: eso no es hablar de Historia, sino de propaganda, algo en lo que la izquierda destaca sobremanera. La "putada" es que para esa izquierda tramposa y revisionista 40 años no se borran de un plumazo, ni cerrando el Valle de los Caídos, como pretende la Voguemomia...
Estimado Aguador:
ResponderEliminarSupongo que el explicar un episodio histórico tan sensible desde un punto de vista extremista y maniqueo hace que muchas personas de buena fe y en absoluto franquistas se rebelen y revuelvan contra esa visión parcial (yo he llegado a leer que lo nuestro no fue una guera civil de media España contra la otra media sino una "Invasión" del pais por tropas fascistas "extranjeras", o sea que en España "nadie" estaba a favor de los fascistas).
El hecho de que te rebeles contra esa visión absurda sirve de excusa para que te tachen de franquista e inhabiliten tu opinión en cualquier tema. Quedas marcado.
Por eso a veces he defendido no "luchar" esa guerra de manipulaciones y no entrar al trapo. Que digan lo que quieran del franquismo, que mientan lo que quieran. ¿Qué más nos da? Condenemos lo que quieran, "aceptemos" sus mentiras y pasemos a discutir lo que realmente importa: el futuro.
Enseguida lo dejarían. Es aburrido jugar al frontón si no tienes pared.
Amigo Alejandro:
ResponderEliminarTal cual lo has dicho, así es. Quienes no comulgamos con esa visión maniquea (y esencialmente falsa) de ese doloroso acontecimiento, somos marcados, seamos "franquistas" o no. En cuanto a mí, personalmente, pretendo evitar lo que muchas veces hacemos los españoles: dar bandazos de extremo a extremo e intentar contemplar la historia sin implicarse emocionalmente en ella.
En cuanto a "no luchar", me temo que tengo que discrepar. Y por dos motivos:
a) La guerra civil causó muchos muertos y mucho dolor en AMBOS bandos. Sólo por ellos (por todos ellos) merece la pena denunciar y desmantelar las mentiras, manipulaciones y provocaciones que entonces nos llevaron al campo de batalla. Y que, reunidas hoy en la Ley de Memoria Histórica, vuelven a campar por sus respetos.
Para muestra, un botón. Ahí tienes a Pío Moa. Presenta una versión de la historia muy distinta a la que nos han contado los "historiadores orgánicos" del régimen de izquierdas. ¿Reacción? Han cargado contra él, le llaman "ex-terrorista", han intentado desacreditarlo, han intentado... bueno, todo lo que se puede intentar sin usar una pistola. Sin embargo, hay una cosa que no han podido hacer aún: rebatir sus tesis. Lo cual tiene mucha más gracia viniendo como viene él de la extrema izquierda. Es decir, que los conoce muy bien. Por eso tiran con tanta rabia contra él.
b) Porque dejar de "pelear" significa permitir que los socialistas no acepten ninguna responsabilidad por aquellos hechos, cuando en buena parte fue suya (en ello siguen). Significa permitir que se autoatribuyan una legitimidad democrática superior a la de las demás formaciones, y desde ahí otorgar y quitar "carnets de demócrata" (¿recuerdas a los Rubytos?).
Sería fácil dejar de "pelear". Pero puesto que del otro lado no hay buena voluntad, no es conveniente bajar la guardia.
No sólo Pío Moa.
ResponderEliminarA Moa en seguida lo descalifican por su pasado en el GRAPO y porque no es doctorado en Historia, lo cual es una tontería porque muchos historiadores respetados y celebrados por todo el mundo nunca se doctoraron. Ojo, digo que le descalifican, pero casi nunca le rebaten. Supongo que si Moa se hubiera apuntado al carro de la película de buenos y malos no habría tenido esta serie de problemas.
Además de Moa están Ricardo de la Cierva o César Vidal, igualmente vilipendiados, cuando solamente hacen lo que hacen en la otra trinchera otros como Reig Tapia: pasar la realidad por su filtro ideológico.
Pero es que están también Stanley G. Payne o Henry Kamen. A estos, por ser extranjeros, es más difícil desautorizarlos con el adjetivo de franquistas.
En fin, no digo que los unos tengan razón y los otros no. Solo digo que todos merecen respeto y que es bueno que haya controversia, no una historia oficial e inamovible como la que vendió Franco sobre la cruzada etc. o la que nos venden algunos ahora (Santos Julià, Ian Gibson) que no admite la más mínima crítica.
Leyendo un poco a todos ellos y tratando de eliminar prejuicios es la única posibilidad que tenemos de acercarnos un mínimo a entender lo que pasó en España, sus causas y sus consecuencias. De momento lo único que hemos conseguido es obtener más argumentos para seguir peleandonos.
"De momento lo único que hemos conseguido es obtener más argumentos para seguir peleandonos."
ResponderEliminarPor eso digo a veces, aún comprendiendo los argumentos de Aguador, que son luchas en las que es mejor no meterse desde el punto de vista político. Son unos berenjenales en lo que es fácil salir escaldado y etiquetado como franquista y el beneficio a sacar es escaso.
Creo que hay luchas que son irrenunciables ya que de ellas depende el futuro, como por ejemplo la configuración del estado de autonomías. Ahí si que hay que luchar a muerte y no dejar pasar ni una. Y curiosamente ahí el PP por ejemplo se muestra acomplejado y repleto de hipotecas.
En cambio otras batallas de la "cultural war" como creo que lo llamaba Oroel, como la memoria histórica, el matrimonio homosexual, etc... es mejor dejarlas pasar con cierta distancia mostrando desdeñosamente que "nosotros nos ocupamos de lo que de verdad importa".
Por cierto, Daniel, voy a pasar algunos días en Menorca.
ResponderEliminar¿Alguna recomendación? algo que "no me pueda perder?
Si te gusta la playa Menorca te encantará: Hay muchas prácticamenet vírgenes, con aguas muy limpias y poca gente, incluso en agosto. Hay una preciosa en el norte que se llama Cala Pregonda, pero hay muchas para elegir. Yo suelo ir cada verano cuatro o cinco días (este año no, la niña es muy pequeña), me llevo el coche desde Alcudia a Ciudadela.
ResponderEliminarLa isla perteneció más de un siglo a Inglaterra, por eso conserva cierto aire british en muchas de sus costumbres y tradiciones. Hasta hay un viejo camino de caballos que rodea la isla que se llama camí de´n Kane. Eso sí, procúrate un coche para moverte, si no no verás nada.
Hay que visitar Ciudadela, su puerto, las calles del casco viejo, y un pueblecito al sur de Mahón que se llama Binibeca. Te encantará.
Si te va el rollo histórico hay decenas de yacimientos de la Edad de Bronce (las taules). Mahón para mi gusto no es gran cosa, pero tiene el puerto natural más grande del Mediterráneo. También hay un faro que bien merece una visita: el de Favaritx, un paisaje de aspecto lunar. Para mí, junto a otro que hay en Formentera (Berberia) el más espectacular de las islas.
Hay otra cosa muy curiosa, cerca de Binibeca, una cueva en un acantilado, con leyenda de la época de los moros incluida, que han convertido en bar-discoreca: Cova des Xoroi. Te clavan en la entrada pero vale la pena.
Infórmate de qué pueblo está en fiestas cuando vayas (en verano cada fin de semana hay uno), en todos hacen las típicos festejos con caballos, que ellos llaman "el jaleo", aunque los más famosos sean los de Sant Joan en Ciudadela.
Y no olvides tomarte una "pomada" bien fresquita. O dos. Una por lo menos a mi salud.
Muchas gracias por las recomendaciones.
ResponderEliminarNo soy muy "playero" en el sentido tradicional del término. Voy más bien en busca de paisajes vírgenes y naturaleza. También quería iniciarme un poquillo en eso del snorkel.
Ya os contaré mis experiencias.