miércoles, 23 de diciembre de 2009

Pasmo nº 17: Resucitar tradiciones.


En estos días tan "entrañables" (¡Dios, como me gusta esa expresión!) me asalta (como no) un nuevo pasmo.

En la asociación de vecinos de mi nuevo barrio (un barrio dormitorio de nueva creación poblado de gente joven) anuncaban que iban a celebrar "la tronca de Navidad".

Esto al parecer es (era) una tradición aragonesa consistente en algo así como golpear un tronco tumbado en el suelo del que salen pequeños regalos.

Hace un año lo vi en una plaza pública zaragozana y quedé sorprendido (por no decir pasmado). Esa tradición ancestral y tan "aragonesa" a mi no me sonaba de nada, me resultaba totalmente ajena, y soy nacido en Aragón (con pueblo en el Pirineo y todo). Pues nada, a mi aquello no me sonaba ni había oido hablar de ello en mi vida. Estoy más familiarizado con algunas tradiciones japonesas que con eso de "la Tronca"

¿Seré un "mal aragonés" (sea eso lo que sea)? ¿O quizás es que esa tradición no es tan ancestral ni tan generalizada?

¿Puede ser (mira que soy malpensado) que esa tradición se hiciera de forma muy localizada sólo en ALGUNOS pueblos de Aragón y que ahora nos lo quieran vender como una muestra de la "identidad" aragonesa?

No lo sé, pero se me hace raro que una persona nacida y criada en Aragón (aunque bastante poco "tradicional", con familia en el Pirineo, no conociera una tradición "tan aragonesa" como ahora de repente parece que es.

En todo caso, parece que era una cosa bastante desaparecida, ¿merece la pena "resucitarla"? Si desapareció ¿no sería por algo? ¿merece la pena? No lo sé.

Por supuesto, los que defienden lo de "la tronca" protestan contra el colonialismo yanqui encarnado en Papá Noel o Halloween.

¿Por qué debemos asumir tradiciones ajenas teniendo las nuestras propias (aunque algunas ya perdidas en la noche de los tiempos)?

También alegan (y con toda la razón) que esas tradiciones foráneas nos las han metido a base de películas y publicidad, pero quizás haya más causas para su triunfo:

Simplemente, en mi opinión, no todas las tradiciones son iguales. Papá Noel triunfa sobre los reyes magos (aparte del bombardeo yanqui, claro) porque la fecha en que se celebra es mucho más adecuada y porque su aspecto colorido y bonachón (ho, ho, ho) es mucho más atractivo para los niños que el de los reyes magos. Lo siento, pero yo lo veo así.

Halloween triunfa porque es más divertido disfrazarse e ir a pedir regalos que ir a poner flores al cementerio.

Es mi opinión. Unas tradiciones perviven y otras desaparecen. Unas gustan más que otras, o son más atractivas, cómodas o se adaptan mejor a los tiempos que corren (lo de la tronca quizás tuviera más sentido cuando la gente vivía en el campo y tenían leña en casa).

La pregunta es ¿se deben conservar (aunque sea de forma un poco "forzada") las tradiciones? ¿O se debe dejar que las cosas sigan su evolución "natural" y algunas desaparezcan?

Y más aún; el que algo sea una tradición ¿lo convierte en respetable y digno de conservación?
Ah, y feliz solsticio de invierno a todos. ;)

martes, 8 de diciembre de 2009

Pasmo nº16: ¿Arde Internet?


Estos días todos hemos oido hablar del follón ocasionado por ese apartado de la "Ley de economía sostenible" que en principio iba a permitir que se cerraran ciertas páginas web "piratas" por vía administrativa, es decir, sin orden judicial.

Aparte del debate un tanto coyuntural sobre si esa ley es excesiva o no, voy a tratar de ir, como trato siempre, con mayor o menor éxito, al fondo del asunto.

Porque lo que me provoca pasmo de todo este follón es la banalidad y la simpleza con la que desde diversos medios se ha tratado un tema que para mi es extraordinariamente complejo.

Estos días he escuchado por la radio frases como:

- "Bueno, a nadie le gusta que le roben ¿no?"
- Cuando alguien hace un trabajo se le debe pagar.

- Bajarse un CD de internet es como robarlo del hipermercado.

...

Claro, exponiendo así el asunto, está claro. ¿Quién no va a estar de acuerdo? El que se descarga contenidos de Internet es un ladrón y como tal hay que perseguirlo. Sólo queda ponerse de acuerdo en la forma de hacerlo: de forma particular internauta a internauta, atacando a las webs que permiten esas descargas,...

Pues bien, permitanme que diga que esta es una forma totalmente ingenua y pueril de abordar un problema mucho más de fondo.

Y ese problema es la obsolescencia y consecuente desaparición de todo un modelo de negocio; el de la distribución de contenidos intelectuales.

Nadie en su sano juicio discutirá que si alguien hace una canción o escribe un libro y esa canción o libro son disfrutados por el público, esa persona debería cobrar por su trabajo. (Quizás discutiríamos si debe seguir cobrando TODA su vida por algo que hizo hace 20 años pero bueno, ese es otro tema).

Lo que sí discutimos muchos es porqué deben cobrar unos intermediarios que, a causa de la tecnología, se han vuelto innecesarios.

Yo no me niego a pagarle al autor lo suyo, pero es que si me compro un CD, estoy pagando 20 eurazos que NO van al autor, van en su mayor parte a una compañía discográfica cuyo trabajo es superfluo. No lo necesito para disfrutar del contenido que quiero.

El problema es que un sistema ha muerto antes de que haya crecido otro sistema coherente que lo sustituya, un sistema que permita a los autores vivir de sus contenidos.

¿Y por qué no ha crecido ese sistema? Porque del negocio de los contenidos intelectuales vive mucha gente que no son autores, gente que ve que su forma de vida se les escapa entre los dedos y que trata de preservar el status quo (o sacar la mayor tajada posible antes de tener que buscarse la vida por otro lado).

Las nuevas tecnologías hacen que los contenidos puedan llegar de forma mucho más directa (y por lo tanto barata) a los usuarios, pero también hacen que sea más difícil cobrar por la distribución de esos contenidos. O por lo menos hacen difícil cobrar por ellos o vivir de ellos de la manera "tradicional".

Seamos imaginativos ¿creen realmente que autores como Pérez Reverte o grupos como "El canto del Loco" (por nombrar algunos exitosos) no van a poder vivir de su arte por culpa de Internet?

Y siguiendo con la imaginación, hay grupos que permiten bajar de sus webs gratuitamente sus canciones, consiguiendo una repercusión que jamás habrían podido lograr a través de los medios tradicionales (las totalmente mercantilizadas radiofórmulas que ponen a quien paga) y viviendo de los conciertos. ¡¡Internet ayudando a los autores!! Quién lo diría.

Por cierto, a algunos de estos autores les han puesto pleitos SUS PROPIAS DISCOGRAFICAS por distribuir gratis esos contenidos. Fíjense qué respeto al autor y a su propiedad intelectual.

Esto son casos reales, pero imagínense a un escritor de éxito, con miles y miles de lectores, que nos hace la siguiente propuesta: "Yo les dejo descargar de mi página web todas mis novelas, garantizando el contenido íntegro y bla bla (que una descarga pirata no les garantiza) y no les voy a cobrar nada, no es obligatorio pagar (porque pueden obtener el mismo contenido gratis en mil sitios), pero piensen por un momento que yo vivo de esto. Si yo no recibo ninguna retribución tendré que dejar de escribir novelas. Por eso se ruega que cada persona que descargue una de mis obras ingrese un euro (de una manera tecnológicamente sencilla y segura)"

¿Creen ustedes seriamente que autores de éxito como Pérez Reverte, Gala o J.K. Rowling se morirían de hambre? Si usted realmente admira y sigue a ese autor ¿no pagaría usted un euro? SÓLO UN EURO, NO 25, ya que nos ahorramos papel, imprenta, transporte, intermediarios,...

O sigamos imaginando. ¿No es posible que ciertas empresas e instituciones (obras sociales de Cajas de Ahorro, p. ej.) ejercieran como mecenas de ciertos autores sólo por ver sus nombres asociados y que el consumidor supiera que son ellos los que permiten que se disfrute de esa obra o de esa canción?

Yo creo que esos son los caminos por los que hay que ir, y no por los de la persecución ni la prohibición. Y los distribuidores e intermediarios que se vayan buscando otro trabajo. La vida es dura: El tren acabó con la diligencia, el cine sonoro con el mudo,...

Lo que no se puede hacer NUNCA tratar de contener y limitar, por mantener tu modo de vida, un progreso tecnológico que puede mejorar la vida de toda la población.
Y ahora es cuando mis lectores habituales (y espero que alguno no habitual) me dicen que no tengo razón y me discuten con brillantes argumentos. Adelante, no se corten,...

viernes, 4 de diciembre de 2009

La ley del aborto (II)


En mi última entrada me puse a escribir sobre la estrategia del PSOE poniendo como ejemplo la nueva ley del aborto y se acabó hablando, como no, sobre el aborto.
Yo acusé a algunos antiabortistas (a los más extremos) de ser similares a los integristas islámicos y fui duramente recriminado.
Creo pues que debo explicarme con más calma.
En principio, el problema del aborto puede parecer "relativamente sencillo".
Si partimos del convenio de que toda vida humana inocente es sagrada y que su protección debe estar por encima de cualquier otro derecho, el problema está claro. Se trata de dilucidar si un feto es una "vida humana" (o sea, una persona). Incluso si se pudiera determinar el momento a partir del cual empieza a ser persona la cosa estaría acabada. Antes de ese momento sería lícito abortar libremente y después no sería lícito abortar en NINGÚN caso (salvo QUIZÁS si peligrara la vida de la madre).
El problema es que no hay NINGUNA solución objetiva ni científica a este problema. Por cada médico o científico que aporta su opinión en cualquiera de los sentidos, sale otro que le contradice. Por ello el problema pasa al campo de la moral o incluso de las creencias personales y/o religiosas.
Yo pienso que un feto es persona desde la concepción pero no tengo ningún argumento IRREBATIBLE para apoyar mi opinión. Es pues una creencia personal y subjetiva, tan válida como la del que opina lo contrario.
Si yo pretendo que una persona vaya a la cárcel a causa de MI CREENCIA subjetiva y personal (y muchas veces basada en una determinada fe) me parezco mucho a un fundamentalista islámico, que eleva la fe al rango de ley y el pecado (un concepto moral castigable en la otra vida) al rango de crimen (un concepto legal castigable a nivel humano).
¿Cómo solucionar (cómo regular) un dilema tan basado en unas creencias personales?
Complicado asunto, pero antes debemos abordar otro punto que hace que el problema sea aún menos "sencillo" de lo que nos parecía:
Desde que existe el aborto voluntario ha sido practicado. Incluso en tiempos en que estaba estrictamente prohibido como en el franquismo, la gente abortaba. Las ricas se iban a Londres o a lujosas clínicas privadas y las pobres poniendo en peligro su salud en infectos cuchitriles.
Es decir, el ilegalizar de forma absoluta el aborto es una utopía absurda, y más en una Europa con libre circulación de personas. Lo único que se conseguiría es penalizar a las personas sin recursos económicos para viajar fuera y pagarse una clínica privada. ¿De verdad quieren eso los antiabortistas? ¿Que los ricos aborten libremente y los pobres se jodan? Pues eso es lo que conseguirían y creo que negarlo es de una ingenuidad enorme.
¿Cuál es entonces la solución? Pues como el asunto de si un feto es una persona o no es irresoluble y como la gente va a seguir abortando (siempre lo han hecho) creo que lo "menos malo" es poner una ley de plazos "razonables" que impidan situaciones aberrantes como abortos a los ocho meses de embarazo...
Recordemos que una ley así NO OBLIGA a nadie a abortar. Si una persona piensa que un feto es una persona puede seguir su creencia consecuentemente. Los afectados serán los futuros hijos de las personas que legítimamente creen lo contrario.
No es una solución óptima pero este es unos de esos casos en que ésta no existe, sólo una solución menos mala que las demás.
TODOS, incluso aquellas personas con fuertes creencias religiosas tienen que reconocer que esta es una cuestión que debe resolver cada uno con su propia conciencia, y que el Estado debe regular lo menos posible.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Pasmo nº 15: La ley del aborto


Pues va, venga, por una vez me voy a poner a hablar de política.

Y es que estos muchachos (los del gobierno) me tienen loco. ¡Cómo me gustan! Verles jugar a la política despierta en mi en ocasiones las mismas sensaciones que el ver un golazo en el fútbol o una magistral jugada de ajedrez. ¡Qué buenos son!

La última, la del aborto. Una jugada elaborada con tiempo y mimo de la que estamos a punto de ver la culminación, no por previsible menos admirable.

Primero sacan una ley del aborto bastante homologable con la europea, pero claro, no se puede correr el riego de que el PP se muestre como un partido moderno y europeo y la acepte con pocas pegas, eso rompería todo el discurso de la derecha cavernaria y casposa que tantos réditos da al PSOE.

Por lo tanto, le metemos a la ley un punto que sabemos que es polémico y que va a escandalizar: lo del aborto en chicas de entre 16 y 18 años.

La derecha, no se va a estar callada ante esto. No puede hacerlo (demasiadas hipotecas ante ciertos sectores de su electorado). Y sobre todo la derecha más católica y conservadora va a poner el grito en el cielo. No van a entrar en matices ni en académicos debates sobre los puntos más polémicos. ¡¡No al aborto!!, gritarán. Y ya los tenemos donde queríamos, la derecha junto con la iglesia en la calle soltando soflamas de lo más casposo.
¡¡Perfecto!!

Pero no se crean, la jugada no se acaba allí, queda el último acto que nuestra querida Bibiana ha empezado a desarrollar, jugando con los tiempos de una manera magistral.

Evidentemente, el gobierno, con su talante conciliador y democrático está dispuesto a debatir este punto polémico (que saben que genera el rechazo de una amplia parte de la sociedad). Y cederán, como tenían previsto desde el principio, demostrando así frente a la derecha intolerante y cerril que el gobierno escucha a los ciudadanos y a la oposición. PSOE = talante. PP = intolerancia.

Y de paso las sociedad y la oposición tragan con la nueva ley, encima agradecidos porque "se ha conseguido" evitar tamaña aberración.

¿Son buenos o no son buenos?

Y es que esta técnica viene en todos los manuales de negociación. Empiezo planteando entre mis exigencias una que sé inaceptable para la otra parte para luego renunciar a ella presentándo esta renuncia como una cesión y una muestra de buena voluntad. "Yo ya he cedido en lo que tú querías, y ahora ¿en qué vas a ceder tú?"

Si es que son muy buenos, joer.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Pasmo nº 14: Símbolos religiosos


Hace pocos días nos encontramos en los medios con la siguiente noticia:

AGENCIAS.ESTRASBURGO.3/11/09
La exhibición obligatoria de crucifijos en las aulas "una violación de los derechos de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones" y de "la libertad de religión de los alumnos", según una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos difundida hoy.

Es el Iº fallo de la Corte de Estrasburgo sobre exposición de símbolos religiosos en las aulas.
La sentencia se produce tras el recurso presentado por Soile Lautsi, una ciudadana italiana de origen finlandés, que en el 2002 había pedido al instituto estatal en el que estudiaban sus 2 hijos que quitara los crucifijos de las clases.


En este caso (y ya es raro viniendo de mi) sí que tengo una opinión formada. Lo que me deja "pasmado" es la reacción de algunas personas y colectivos.

Para mi es OBVIO que si un Estado es aconfesional, es decir, no está ligado legalmente a NINGUNA religión (art. 16.3 CE: ninguna confesión tendrá caracter estatal [...]), no deberían aparecer símbolos religiosos en ninguna institución pública.

¿Por qué ha de encabezar un crucifijo (o una estrella de David, o un Buda,...) un aula en un colegio PÚBLICO?

Es algo para mí evidente y que no admite discusión alguna. Pues bien, hay gente que lo discute.

Evidentemente el Vaticano. Bueno, estos miran por sus intereses y perder presencia pública les perjudica y van a luchar por mantenerla. Pero fíjense en los argumentos: "Es equivocado y miope querer excluir a la religión de la realidad educativa"

Pero yo diría que lo que realmente ven "equivocado y miope" es excluir a SU religión de la realidad educativa, ya que si no, abogarían por que en las instituciones públicas haya símbolos de TODAS y CADA UNA de las religiones existentes. Vale, la religión cristiana es mayoritaria en Europa, PERO NO ES LA ÚNICA, y uno de los pilares del Estado de Derecho es el respeto a las minorías ¿o no?

Además, ¿quitar un crucifijo de la pared es "excluir a la religión de la realidad educativa"? ¿No es esto un tanto exagerado?

Por otro lado, Eurodiputados italianos dicen que se deben mantener porque "los símbolos religiosos son representativos de la cultura y de la identidad de un pueblo".

¿O sea que el crucifijo se pone como representación de la identidad de un pueblo? ¿Y por qué un crucifijo? ¿Por qué no un cuadro de Goya? ¿O algún símbolo grecolatino que no pueda ofender ninguna susceptibilidad religiosa y que nos remita a nuestra herencia más antigua? ¿o, si nos ponemos identitarios por qué no una cabeza de toro? ¿de verdad nos quieren hacer creer que su pretensión de mantener los crucifijos no es un intento de favorecer a una determinada religión?

Por último ¿Ofende o puede ofender a alguien una pared vacía? Un determinado símbolo puede, en un determinado caso llegar a ofender, pero la ausencia de símbolos solo indica una escrupulosa neutralidad. Es aséptica. Sólo ofende al que quiere que su tendencia predomine por encima de otras.

Y piensen ustedes una cosa. En determinados lugares de Europa empieza a haber gran número de ciudadanos de otras religiones. En algunos lugares incluso pueden ser mayoría. ¿Qué opinarían ciertas personas si en un determinado instituto público una mayoría musulmana sustituyera el crucifijo por una media luna? Si son mayoría ¿por qué no van a hacerlo? ¿Quién se va a sentir legitimado para impedírselo? ¿No es mucho mejor que los lugares públicos sean territorios "areligiosos" donde no tenga porqué tener lugar ninguna expresión de religiosidad? (ya que por otro lado los fieles ya tienen sus lugares propios para vivir su religiosidad).

Para mi, ya digo, es de cajón. Pero para algunos de ustedes seguro que no lo es tanto. Hale, no se cortén, critiquen, critiquen...

sábado, 21 de noviembre de 2009

¡¡¡¡¡PELICULÓN!!!!!


¡¡Por fin una película española que se ve con entusiasmo!!
La historia te atrapa desde el primer instante, los actores cojonudos, (Ay, ese Luis Tosar -alias Malamadre- qué miedo da) la acción impecable y creible.
Por fin una película que cuenta una historia apasionante y no se dedica a explorar los traumas infantiles del director o sus reflexiones más íntimas en un ejercicio de onanismo (o enanismo) intelectual.
Y encima, a pesar de que el argumento te hace casi morder la butaca en ocasiones de pura tensión, aún sales del cine dándole vueltas y reflexionando sobre un par de cuestiones. No como en el cine americano comercial, que desborda acción pero que pasa sobre ti como una ducha de verano (refresca cinco minutos y te olvidas de ella en otros cinco).
Vamos, para mi una película altamente recomendable. Pero, claro, es mi opinión. Si ustedes ya la han visto opinen y contradíganme si lo ven necesario. (o si se atreven, que he oido que Malamadre está suelto por ahí).
Una de las mejores películas que he visto en los últimos tiempos y, por supuesto, la mejor española en MUUUUCHO tiempo.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Pasmo nº 13: ¡¡¡ PIRATAS !!!


Hay que ver como pierde el romanticismo el término "pirata" cuando te enfrentas a ellos de verdad. Qué lejos están estos piratas somalís de Errol Flynn, Johnny Depp o el esproncediano capitán de "El temido".
Al fin y al cabo, y a pesar de lo que la literatura y el cine nos han metido en la cabeza, supongo que la única diferencia entre un pirata y un criminal convencional (asesino, ladrón, secuestrador,...) es que uno de ellos realiza sus fechorías en el mar.
Mucho se ha hablado sobre el secuestro del Alakrana. Opiniones hay para todos los gustos y colores. No me voy a meter aquí sobre si el gobierno lo ha hecho bien o no; otros lo han hecho seguramente con más base y criterio del que pueda tener yo.
Lo que a mi me quita el sueño es, ¿qué se debe hacer en estos casos? ¿Cuál es la actitud correcta que debe mantener un Estado (un gobierno)? (Aparte de no cometer torpezas como traerse a unos secuestradores que luego, presumiblemente, va a haber que devolver)
Por un lado ¿Podemos aceptar que la primera obligación de un Estado es la defensa de la vida de sus subditos? ¿Es la vida humana el valor supremo al que se deben supeditar todos los demás principios o valores?
Pero ¿negociar con secuestradores? Yo siempre he oido (igual veo demasiadas películas) que pagar un rescate es incluso delito. La policía nunca recomienda, por lo menos oficialmente, que se pague a los secuestradores. ¿Puede (debe) entonces hacerlo el Estado?
Recordaba el otro día Arcadi Espada en la radio que cuando el secuestro de Miguel Angel Blanco, el Estado no cedió a las pretensiones de los criminales y, a causa de ello, Blanco murió. ¿Qué hace este caso diferente? ¿Que no está amenazada la integridad política o terrorial de España (o sea que no son ETA)? ¿Qué todo ha ocurrido en un pais lejano? ¿Qué son 33 y no uno sólo los secuestrados?
Por otro lado, Alemania pagó, tardó 5 meses pero pagó. Francia, al parecer pagó pero luego atacó a lo secuestradores y recuperó el dinero.
¿Deberíamos pues nosotros supeditar la vida de los subditos al honor y dignidad patrios? ¿Está el imperio de la ley por encima de la vida de los ciudadanos?
Y por último ¿se imaginan que tuvieran que ser ustedes los que dieran la orden de no pagar (o de atacar a los piratas) sabiendo que condenan a muerte a 33 personas? ¿Podrían mirarse al espejo? ¿podrían enfrentarse a las familias (y al pueblo español) y justificar su decisión?
Yo la verdad no lo sé. Es uno de esos endiablados asuntos en que ninguna solución es buena.
Tan sólo me alegro de no tener que tomar yo esa decisión.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Pasmo nº 12: La censura y el cine español.


La muerte de José Luis López Vázquez me ha hecho recordar una reflexión que me he hecho varias veces y que siempre me causa cierta desazón (o pasmo, incluso).
Quizás sea porque soy muy carca, antiguo, o incluso igual es que soy un franquista de tomo y lomo tal y como algunas gentes se han atrevido a afirmar, pero el caso es que el cine español que más me gusta se hizo durante la dictadura.
Échenle un vistazo por ejemplo a Berlanga. ¿Qué prefieren; "El verdugo" (1963), "Bienvenido Mr. Marshall" (1953), "Plácido" (1961)? ¿o bien sus películas más modernas como "Moros y cristianos" (1987), "Todos a la cárcel" (1993) o "París-Tombuctú" (1999)?
Es curioso como durante el franquismo se hicieron muchas producciones de género como "Muerte de un ciclista" (policiaca) o "La Torre de los siete jorobados" (terror) - y muchas otras-. Este tipo de películas no se ha retomado en nuestro cine hasta hace relativamente pocos años y con resultados desiguales (salvando las excepciones que ustedes quieran).
Pero el género estrella del franquismo por lo menos en los primeros años, hasta que llegó el meloso y conformista cine musical - Joselito, Marisol- y las pacatas y ultraconservadoras comedias de Paco Mártínez Soria (pero divertidas las jodías, mal que me pese), fue lo que podríamos llamar "Tragicomedia Social".
Ya he nombrado la trilogía de Berlanga que constituye posiblemente la obra maestra del género, ya he dicho en el blog de Daniel que, para mi, "El verdugo" es la mejor película del cine español (es una opinión como otra cualquiera), pero recordemos estremecedoras obras como "El pisito", "El cochecito" (inolvidable Pepe Isbert) o "Historias de la radio" (también con Isbert).
Eran historias tremendas, que mezclaban magistralmente la tragedia más cruda con la comedia más aguda, de forma que muchas veces te sorprendías riendo con un nudo en la garganta.
Como en aquella ridícula (y abrumadoramente triste) escena de "Historias de la radio" en la que dos ancianos llevados por la miseria acuden a la radio vestidos de esquimales (con trineo y todo, creo recordar) para ganar unas pesetas en un absurdo concurso radiofónico, y acaban peleando de forma patética en las escaleras llevados por el ansia (y la necesidad) de llegar el primero.
Aquellas películas conseguían con habilidad esquivar una censura ignorante y obsesionada hasta límites absurdos con la más mínima referencia sexual para mostranos una cara extraordinariamente patética y descarnada de esa España atrasada, pobre y cruel.
¿Por qué cineastas extraordinariamente brillantes como Berlanga se mostraron luego mediocres cuando llegó la democracia?
¿Es posible - y voy a decir una burrada- que la censura "les viniera bien"? ¿Es posible que los censores les hicieran ser sutiles, ingeniosos y agudos y perdieran esa brillantez cuando vieron el campo abierto a su expresividad?
No lo sé, pero si fuera así, sería una gran desgracia que las trabas y límites a la libertad de expresión fueran acicates para sacar lo mejor de un artista.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Pasmo 11: Publicidad de juguetes ¿publicicidad sexista?


Como ya habrán apreciado mis (pocos) lectores habituales, los temas referidos al marketing y a la publicicidad me interesan especialmente.
En estas fechas tan entrañables que ya tenemos aquí (y quien lo dude que eche un vistazo a los anuncios de TV), no puedo menos que recordar un tema sobre la publicidad de juguetes que ya hace tiempo me desazona.

Los lectores perspicaces hace ya tiempo que tendrán claro que la publicidad tiene varios modos (argumentos) de llegar a influir en su "target". Algunos argumentos son eminentemente racionales: tu tienes un problema y mi producto te lo va a solucionar así o asá. Bien, correcto, ningún problema.
Otros son claramente emocionales y tratan de hacernos ver cómo un determinado producto va a cambiar nuestra vida, nuestra personalidad, nuestras relaciones,... Nos va a hacer felices vamos.
Entre estos últimos no faltan aquellos que yo llamo "aspiracionales" porque se dirigen no a su público objetivo, sino a quien su público objetivo querría ser. ¿Quién no ha visto anuncios de productos de limpieza protagonizados por "amas de casa" jovencísimas, monísimas, elegantísimas y con unos hijos rubios y con ojos azules?. ¿Son así las amas de casa españolas? ¿Y no saben que no son así? Pues claro que lo saben, no son idiotas, pero en el fondo es así como querrían ser y posiblemente es así como se sienten. La mente humana es complicada.
También hay anuncios de productos de bollería-pastelería dirigidos a niños, que están protagonizados por adolescentes que ya se afeitan. El anunciante sabe que su público objetivo es mucho más joven, pero también sabe que el componente aspiracional, las ganas de ser mayores, en los niños es muy fuerte.
Y así entro ya ¡por fin! en el núcleo de mi exposición. Los niños son prácticamente todo aspiración. La fuerza de los niños está en su potencialidad, no en sus logros, de ahí su enorme imaginación.
Por ello los anuncios de juguetes son promesas de vidas futuras imaginarias. La inmensa mayoría de los juguetes están basados en la vida (más o menos idealizada) de los adultos y, de hecho, los muñecos y muñecas con los que juegan los niños suelen representar a personas adultas o al menos mayores que los niños que juegan con ellos. Los muñecos en forma de bebé no son en realidad una excepción puesto que también proyectan la mente del niño o niña hasta un estadio adulto en el que ya es padre o madre.
Y aquí es donde se encuentran claras diferencias entre los juguetes para niños y para niñas.
El contenido aspiracional de los juguetes para niños (varones) es claramente fantástico, inalcanzable. Abundan los superheroes, los piratas, los alienígenas. Es imposible que los niños alcancen EN NINGUNO DE LOS CASOS ninguno de estos estatus. Los niños lo saben (al menos a partir de ciertas edades bastante tempranas) pero no parece importarles. Excepto casos muy raros diferencian perfectamente la ficción (el juego) de la realidad.
En cambio, a mi me deja atónito comprobar (Hay que ver en que cosas me fijo) que las aspiraciones que se les presentan a las niñas a través de sus juguetes son perfectamente realistas y alcanzables.
Las niñas no vuelan ni salvan el mundo: maquillan o cortan el pelo. Los ídolos de las niñas no son superhéroes ni grandes guerreros, han sido tradicionalmente Barbie, una joven profesional de éxito elegante y preciosa, y actualmente las adolescentes y "supernormales" Bratz (Echenle, échenle un ojo a su web y verán a que me refiero).
Al parecer Barbie era un modelo demasiado lejano para muchas niñas y las Bratz (el pelotazo de estos pasados años) representan simplemente a unas adolescentes obsesionadas por las amigas, la moda y salir de fiestas. Es decir, un futuro cercano y que, desgraciadamente, se convertirá en realidad para la niña en tres o cuatro años.
Pero ¿qué lleva a una niña a jugar a ser algo que podrá ser REALMENTE en tres años? ¿No parece, en principio (desde mi mentalidad masculina) más enriquecedor y divertido para un niño jugar a algo cuanto más fantasioso mejor?
Aparte de esto, traten de contar cuantas veces aparecen las palabras: moda, "fashion", "in", "trendy", ropa, complementos,... en los anuncios para niñas.

Entiendo que los anunciantes ni publicistas no tienen ninguna obligación (salvo quizás la moral) de educar ni influir positivamente en la sociedad, tan sólo buscan ganar dinero. Para ello no se fijan en como la sociedad DEBERÍA ser sino EN CÓMO ES.
¿Y entonces por qué esta diferenciación tan clara entre ambos tipos de anuncios?
- ¿Pese a lo que dicen algunos grupos feministas (no todos) hay clarísimas diferencias psicológicas entre chicos y chicas?.
- ¿Son las chicas menos imaginativas y más pragmáticas y por ello prefieren jugar con juguetes que les muestran futuros "alcanzables"?
- ¿Las grandes jugueteras tienen intereses en el mundo de la moda, cosmética, etc... y ya desde pequeñistas lavan el coco a nuestras niñas para que de mayores sean "fashion victims" y compradoras compulsivas?
No lo sé, pero desde luego el tema, que al final se reduce al famoso "los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus" puede dar para largo.

sábado, 17 de octubre de 2009

Pasmo 10º: El cine español













El tema del cine español, su calidad o falta de ella, las subvenciones,..., es recurrente en muchos foros de opinión. La verdad, cuando uno se entera de que en España se hacen más películas "per cápita" que en Alemania o Francia y de que la mayoría de ellas (subvencionadas con dinero público, of course) no llegan ni siquiera a estrenarse o consiguen un número de espectadores (total) menor al centenar, el primer impulso es el grito desgarrado ante tanto despilfarro.

También entran ganas de llorar cuando uno ve los bodrios que se hacen en este pais y que pagamos entre todos vayamos a verlos o no.

Chungo.

Pero quizás merece la pena echarle al asunto una mirada más pausada y reflexiva y echarle un ojo a las peculiaridades del mercado de la distribución cinematográfica. Un ejemplo típico de como el mercado no tiende a la libre competencia sino al oligopolio.

En mi ciudad al menos, y me imagino que en todas las ciudades razonablemente grandes, hemos visto como los pequeños cines independientes han desaparecido desbancados por enormes multisalas ultramodernas. Estas multisalas son propiedad de las grandes majors del cine (como Warner) que, realizando lo que los economistas llaman una integración vertical, han entrado en el mercado de la exhibición para tenerlo controlado. Y han entrado tan a lo grande que controlan la práctica totalidad de la exhibición de una gran ciudad.

El resultado es que hay un número enorme de salas (no de cines) pero un número ridículamente bajo de películas en exhibición. Todos los cines exhiben las mismas.

En Zaragoza, sólo un cine de la cadena Renoir exhibe peliculas independientes, ya sean americanas o de otros paises.

Según tengo entendido (corríjanme si tienen información diferente) los grandes cines multisalas reciben las películas en lotes (un exitazo y varios bodrios) que están obligados a exhibir (órdenes de arriba, oiga) y además con un criterio comercial super estricto (estilo TV). Si una peli no obtiene una determinada taquilla el primer fin de semana, es eliminada.

Y aquí es donde pincha el cine español, con muy poco dinero para promoción, es imposible llegar rápidamente a una determinada taquilla ya que la difusión de la peli se va a hacer boca a boca y eso requiere tiempo.

Estas películas directamente no son exhibidas o lo son durante un tiempo ridículo. El exhibidor tiene una serie de películas que está obligado a echar y no gasta tiempo de proyección en una peli de dudosa (no necesariamente baja) rentabilidad. A mi me ha pasado querer ir a ver una peli española (El embrujo de Sanghai, por ejemplo), pasárseme el estreno por falta de publicidad y, cuando me enteré y me decidí a ir a verla, encontrame con que ya no estaba en cartelera.

Es un tema correoso y complicado. Yo no creo que las subvenciones sean la solución. Propician la mala calidad y el "divismo" de directores que se ruedan las pelotillas del ombligo sabiendo que van a cobrar aunque no vaya NADIE a ver su película.

¿Cuotas obligatorias de pantalla? ¿Subvencionar con porcentajes de la taquilla obtenida? ¿Dejar que se muera el cine español? No lo sé. Un tema para la reflexión.

P.D: Antonio Mercero, creador de grandes éxitos de la TV como "Farmacia de Guardia" o "Verano azul", dijo en una entrevista que "Farmacia de guardia", uno de los grandes éxitazos de la TV española, hoy en día no hubiera sobrevivido. Sin tener en cuenta el evidente cambio de los gustos, Farmacia de guardia no tuvo una audiencia gloriosa hasta que "maduró" y la gente se lo fue contando. "Hoy en día hubiera desaparecido de la parrilla a la primera semana".

Para pensárselo.

viernes, 16 de octubre de 2009

Intermedio lúdico

Aunque he sido amargamente criticado por la "ñoñería" de mis últimas aportaciones musicales, yo sigo en mi línea.

Aunque esta vez les ofrezco un "clásico moderno" que quizás sea más digerible para los acomodaticios y poco cultivados paladares de algunos.

Una deliciosa reinterpretación de un clásico del "soul" de toda la vida: "I say a little pray for you" (creo que originariamente cantada por Aretha Franklin).

El número musical basado en esta exitosa y cañera canción es uno de esos que pasará a la historia aunque la película "La boda de mi mejor amigo" (My best friend's wedding (1997)) no pase de ser una comedia romántica bastante apañadita. La película es recomendable para aquellos que quieran pasar un rato agradable sin darle muchas vueltas al coco y desde luego, comparada con lo que nos suele ofrecer este género de la comedia romántica, nos ofrece una calidad altísima y se deja ver con gusto incluso por los que odiamos películas como "Pretty woman".

Pero es que el número musical es totalmente despiporrado, pasado de rosca y completamente absurdo. Vamos, como debe ser todo buen número musical.

Son cuatro minutillos de nada, pasen y vean:



P.D.: Para lo que no hayan visto la película, el personaje que interpreta Ruppert Everet en la peli es total y completamente gay y SOLO FINGE ser el novio de Julia Roberts, de ahí el total exceso y cursilería en la declaración que en el fondo lo que esconde es el cachondeo total hacia Julia y su desesperado intento de provocarle celos a su verdadero amor. Gran parte de la gracia de la escena consiste en saber que Rupert se lo está inventando todo, se está cachondeando de Julia y ella no puede evitarlo. (No chafo nada de la peli, anímense y véanla. Pasarán un buen rato).

sábado, 10 de octubre de 2009

Pasmo 9º: La "riqueza" lingüística


Estamos en Aragón a vueltas con la Ley de Lenguas, y a propósito de este tema tuve el otro día una charla con varios compañeros. Una de esas charlas que me dejan "pasmado".

Me voy a permitir compartir con ustedes algunas de las afirmaciones que allí se dijeron así como mi opinión sobre ellas.

A ver ustedes que opinan.

Afirmación 1: "Hablar varias lenguas abre la mente".
Pues miren ustedes, qué quieren que les diga. No entiendo que porque una persona hable catalán y castellano o vasco y castellano haya de ser más abierto de mente que yo. ¿o es que no puede haber un políglota cerril o gilipollas? Yo de hecho conozco algunos que tienen de apertura mental lo mismo que un ladrillo.


Afirmación 2: "Tener varias lenguas enriquece a una comunidad".
Claro, mi reacción inmediata fue preguntar: -"¿en qué?".
- "Hombre, no lo puedes mirar todo en términos económicos".
- "No lo miro todo en términos económicos pero vuelvo a preguntar, ¿en qué?. Se me ocurren muchas cosas por las que tener muchas lenguas es empobrecedor y negativo. Que alguien me explique en qué enriquece la vida de los ciudadanos el tener varias lenguas. No se me ocurre."
Aquí ya no hubo una respuesta muy clara. Parece que el hecho de que haya multitud de lenguas es algo bueno y enriquecedor porque sí, porque hay más donde elegir "como en un supermercado". Yo, perdónenme, pero sigo sin verlo muy claro.

Afirmación 3: "La cultura no tiene precio. No se puede hablar de cultura en términos monetarios"
Buf, complicada cuestión. Es posible que tengan razón, pero cuando estamos hablando de pagar esa cultura con MI dinero, me tendrán que explicar muy clarito y despacio (para que yo lo entienda) en qué esa inversión en cultura va a mejorar mi vida o la de otros. Y no hablo de mejorar en términos materiales, pero alguien me tendrá que convencer de que esa inversión es necesaria.


Afirmación 4: "La cultura de los pueblos se debe preservar".
Pues perdónenme ustedes, pero esta me parece una de esas afirmaciones ampulosas que se dicen para la galería sin pensársela demasiado. Hay muchas definiciones de cultura. Supongo que en este contexto podríamos aceptar la que reza así (DRAE): "Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc."
Pues miren, si nos ponemos así, los toros o la ablación de clítoris son "hechos culturales" y si de mi dependiera los prohibiría mañana mismo. ¿Deben preservarse, (con el coste económico y social que ello supone) TODAS las referencias culturales o solo aquellas que nos ayuden a desarrollarnos y contribuyan a nuestro bienestar.? Decía un amigo mío: "Las culturas no me merecen respeto, me merecen respeto las personas". Es como para pensárselo.


Afirmación 5: "No existe la "Fabla Aragonesa o Aragonés, lo que hay es una serie de variantes dialectales bastante diferentes entre sí en diferentes valles del pirineo."
Pues miren, hasta donde yo sé, esto es cierto. Corríjanme los expertos si me equivoco. Lo que se ha hecho (como con otras lenguas) es una normalización, crear un estándar que es el que se enseña, en el que se realizan publicaciones, etc... Claro, la cuestión inmediata es que si lo se persigue no es un objetivo utilitarista sino preservar un determinado patrimonio cultural ¿de qué sirve el estándar? Las auténticas lenguas aragonesas se perderán igual y lo que tendremos es un refrito artificial con el que los auténticos hablantes de "las fablas" no se tienen porqué sentir identificados. Algunas personas que toda la vida han hablado castellano lo aprenderán, pero me parece que más con la intención de crear una identidad aragonesa diferenciada que con la de conservar un patrimonio cultural que se perderá de todas formas.


Afirmación 6: "Las lenguas deben preservarse y protegerse a toda costa"
Aquí hay otra de esas cuestiones que se nos ofrecen como indiscutibles. A lo largo de la historia multitud de lenguas han desaparecido, evolucionando en otras o dejando un conjunto de palabras y expresiones como único testimonio (como el árabe en España).
Ahora damos por hecho que este fenómeno es negativo y debe ser evitado a toda costa. ¿Deben ser preservados como patrimonios culturales inapreciables TODAS las variaciones dialectales de una lengua? Deben enseñarse en las escuelas para que no se pierdan?. Lenguas virtualmente muertas, con vocabularios escasos y anticuados (predominantemente rurales) y que sólo hablan poquísimos habitantes en su mayoría ancianos ¿deben enseñarse a las nuevas generaciones para preservarlas? Creo que hay una diferencia muy grande entre proteger los derechos de los HABLANTES y proteger los "derechos" de la LENGUA.


Afirmación 7: "Las lenguas son seres vivos"
Y como tales, me imagino, sujetos de derechos.
Sorprendentemente esto me lo discutieron mucho. Claro, no me voy a poner a dar clase de biología, pero que yo sepa, las lenguas han sido creadas por los seres humanos y, a no ser que me haya perdido algo, los seres humanos aún no sabemos crear vida. Los seres humanos creamos HERRAMIENTAS que sirven para cosas. Y las herramientas, ni acudiendo al derecho natural más desbocado no tienen derechos per se.


Como ven, son muchas cuestiones y complejas. No estoy seguro de tener razón en mis opiniones. Incluso puedo no tener NINGUNA razón.
Lo que sí tengo claro es que se hacen muchas afirmaciones que se pretenden que aceptemos como dogmas de Fe, como verdades incontrovertibles e indiscutibles. Pues yo no estoy de acuerdo. Creo que hay cosas que nos deben explicar muy clarito y desde la razón, no desde los sentimientos. Están en juego demasiadas cosas (entre otras los derechos de aquellas personas que tienen una lengua materna distinta al castellano) como para que abordemos este asunto desde el tópico y el "eslogan".
Bien ¿Y qué opinan ustedes? Digan, digan. Pero observen que he intentado alejarme de la política y abordar el asunto desde la más estricta lógica (siempre con el riego de equivocarme). Intenten (si pueden) hacer lo mismo.

sábado, 3 de octubre de 2009

Pasmo 8º: Sectarios

Me voy a permitir referirme, aunque sea tangencialmente, al terreno de la política ya que me gustaría hablar de un artículo de un miembro de UPD.

Pero no me voy a centrar en el caso concreto del que se ocupa, ya que lo que me ha llamado especialmente la atención es su definición de "Sectario":

"Lo específico del sectario no es la confianza ciega en lo que defiende su grupo sino el convencimiento de que las posiciones del adversario están equivocadas poco menos que por definición y son además tremendamente dañinas."

Yo añadiría más, el sectario de pro piensa, no sólo que su adversario está equivocado, sino que además es maligno. No tiene buenas, aunque equivocadas, intenciones.

Lo que pretende el adversario del sectario es la destrucción premeditada y consciente de todo lo que es bueno y justo. Evidentemente, con esta premisa, el sectario no admite ningún tipo de diálogo, de conciliación ni de acuerdo. El malo es malo "per se", y si alguna vez dice algo razonable o admisible seguro que es animado por una intención oculta y engañosa.

La conclusión última de la relación con el adversario sólo puede ser, entonces, la violencia. La Guerra. Acabar con el contrario (ese Malvado) físicamente.Todos hemos leido a algún sectario en la red predicar esta ideología y decir que estaba preparado para ello (¿aprendiendo artes marciales? ¿comprando armas?)

En realidad esta visión de la vida es la de los grandes clásicos de Disney, pero es que el sectario no suele estar muy avanzado intelectualmente.

El malo es malo desde el principio de la película hasta el final. No hay ninguna razón ni causa para su malignidad, simplemente ha nacido así. No existe la redención ni la reinserción. La única manera de acabar con tanta maldad es matar al malo. Normalmente de una forma cruel y aparatosa.

Pero es que la bondad intrínseca del que está autoconvencido de su Razón Absoluta justifica y redime todos sus actos. La violencia ya sea verbal, escrita o física, no es maligna cuando el que la esgrime lo hace guiado por la RAZÓN. Las más elementales normas de urbanidad, educación o comportamiento democrático son ignoradas ya que la causa del sectario es una causa SUPERIOR.

Creo que el sectarismo es una cualidad muy española. Por eso tantas veces hemos acabado a tiros en nuestra historia. Pero ¿qué más dan unos cuantos muertos mientras triunfe la causa del "BIEN" y la "JUSTICIA"?

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Intermedio lúdico


Una película que siempre me ha sorprendido es Annie (1982). La película, que es una ñoñada impresionante, es la "Dickensiana" historia de una pobre (y cursi de vomitar) huerfanita que sufre grandes penurias en un horrible orfanato regentado por una impagable (y malísima) Carol Burnett. La niña, rebelde, trata de escaparse una y otra vez para buscar a unos padres que sólo existen en su imaginación. Al final es adoptada por un (inicialmente) cascarrabias millonario que es conquistado por la repelente niña.

Annie es feliz y los malos son castigados. FIN

Hasta aquí, todo normal. El problema es que empiezas a ver la película y ¡No es tan mala como uno podría pensar! Tiene ritmo y a poco que te guste el musical llega a enganchar. ¿Cómo es posible con ese argumento y la horrible niña protagonista?

La clave, y la sorpresa, es que está dirigida por ¡¡¡John Huston!!!
¿Qué llevo al viejo maestro, creador de clásicos como El Halcón Maltés, La reina de Africa o Moby Dick (por sólo citar algunos), a dirigir este engendro? ¿Estaba quizás acabado el abuelo? Pues no sé pero después de Annie dirigió cosas como El honor de los Prizzi (1985) y Dublineses (1987) que sin igualar a sus grandes clásicos...

Si alguien sabe que llevo al viejo Huston a dirigir un musical psicotrónico, excesivo y pasado de rosca (como por otra parte debe ser todo buen musical), por favor que me lo diga.

Y ahora les dejo con dos fragmentos inmortales para que juzguen ustedes mismos:

El indescriptible "Esta vida es criminal" (It's a hard knock life):


Y el número central de la película, el inmortal (y cursi de morirse) "Tomorrow". Hale, ahí queda eso:



Ah, por cierto, el tío en silla de ruedas que canta entusiasmado se supone que es, alucinen, ¡Franklin Delano Roosevelt!

domingo, 27 de septiembre de 2009

Pánico en las aulas (II)

El otro día tuve ocasión de charlar con unos cuantos profesores, algunos de Secundaria y otros de Formación profesional.

Hablábamos de la importancia de la formación para acceder a un puesto de trabajo en el sector del comercio (sobre todo a nivel de la FP).

Las respuestas me sorprendieron:

- Total, para entrar en ZARA lo que hace falta es tener un buen culo.

(yo) - Bueno pero una vez que entras, para ascender necesitarás algunos conocimientos...

- Bah. El que asciende es el que trabaja 20 horas al día, en plan esclavo.

- Y además, todo lo que necesiten saber se lo van a enseñar en la empresa, algunas hasta prefieren a la gente sin formación para poderlos moldear a su estilo.

Y así siguió la conversación, en un tono de desánimo y fatalismo desolador.

En primer lugar a mi me gustaría puntualizar que no todo esto es exactamente así. Yo he visto chavales muy muy trabajadores, firmes candidatos para la promoción, no conseguir el ascenso por su falta de formación. Lagunas como no saber manejar un ordenador, el ser incapaces de redactar un texto con corrección y sin faltas de ortografía, o no saber realizar algunos cálculos matemáticos básicos con soltura, son impedimentos muy fuertes a la hora de ascender a un puesto de mando intermedio. Y esos conocimientos son difíciles de conseguir (no imposibles, desde luego) sin una formación previa.

También he visto dependientas (no en ZARA, ciertamente) que no respondían a los cánones de buena presencia establecidos pero cuyo buen hacer, su inteligencia y su trato al cliente les había valido un puesto estable en una gran cadena comercial.

Pero yendo a lo que me preocupa: ¿Por qué tanto pesimismo? Si los mismos profesores no son capaces de creerse el "producto" que "venden", ¿cómo pretenden que lo "compren" los alumnos o el conjunto de la sociedad?

Cuando son los mismos profesores los que dudan o niegan los beneficios de una sólida formación ¿cómo va a asumir la sociedad esa necesidad?

Uno piensa, en su inocencia, que cuando uno no se cree lo que está haciendo, debería, honradamente cambiar de ocupación. Pero claro, la cosita está muy mal, y me encuentro con que muchos profesores (interinos en este caso) a lo que aspiran es a un puesto fijo en la administración.

Una profesora interina me lo decía claramente: "Como nos empeoren las condiciones de trabajo, me busco cualquier puesto en la Diputación". ¡CUALQUIER PUESTO! Nadie quiere héroes abnegados pero, ¿que se ha hecho del componente vocacional que se supone debía acompañar a la docencia?

¿Qué hemos hecho mal? ¿Cómo hemos conseguido que uno de los sectores laborales para mi más fundamentales esté tan desmotivado, desalentado y descreido? (Aparte de deprimido -literalmente- como señalaba un amable lector)?

¿Qué se puede hacer para devolver el entusiasmo y la fe en lo que hacen a los maestros y profesores?

Quizás cualquier reforma educativa que se emprendiera debería empezar por allí, ya que si fallan los docentes, fallan los cimientos de todo lo que se quiera construir después.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Pasmo 7º: Pánico en las aulas




Siento haber tardado un poco en escribir pero estos días estoy bastante liado.

Continuando con la entrada anterior, paso a plamar alguna de las dudas que me surgen sobre la educación en general.

Parece haber una opinión bastante extendida (por no decir unánime) sobre la mala calidad de la enseñanza en España. Y las perspectivas de futuro no parecen nada halagüeñas.

A esta percepción que ya viene de lejos, se unen para acabar de liar la polémica la última iniciativa de Esperanza Aguirre y el informe de la OCDE.

Algunos de los "blogueros" que leo habitualmente se han sumado a esta polémica aportando sus reflexiones a este respecto. Estas entradas de Oroel y Paisse son sólo una muestra.

¿Pero cuál es el problema? El bajo nivel académico y el fracaso escolar que muestran nuestros jóvenes es sólo un síntoma de que algo funciona mal, MUY mal incluso, pero ¿qué es?.

Hay opiniones para todos los gustos.

Algunos, yéndose a lo más evidente, buscan la causa en la falta de autoridad de los profesores, reforzada en ocasiones por los propios padres que apoyan a sus hijos en contra de los docentes. Este artículo de El País, abunda sobre este tema.

Otros atribuyen el fracaso del sistema educativo español a la aplicación de "modernas" teorías pedagógicas que minusvaloran el esfuerzo y la disciplina en aras de otros aspectos. En este artículo de Guillermo Fatás, la hispanista sueca Inger Enkvist plantea su opinión.

Sin negar ninguna de las dos opiniones anteriores, se me ocurre una tercera posibilidad, una teoría con la que, sin duda, muchos no estarán de acuerdo:

LOS CONTENIDOS QUE SE IMPARTEN NO SON LOS ADECUADOS Y NO SE IMPARTEN ADECUADAMENTE:

Esta afirmación merece una aclaración. Y espero aclararlo con algunos ejemplos.

- Ayudando a una chica de 12 años (1º ESO) a hacer los deberes, me plantea una pregunta: "El aragonito (un mineral) ¿es un carbonato o un silicato?". Yo ni puñetera idea, por supuesto. Cuándo muchos de los niños de 12 años apenas saben leer sin seguir el texto con el dedo, ¿es realmente necesario que sepan distinguir entre carbonatos y silicatos?

- En un examen de matemáticas de 4º de ESO (15 años) se pueden ver una fracciones de polinómios que yo no sabría resolver aunque me fuera la vida en ello. Esos mismos muchachos no saben resolver un sencillísimo problema matemático que les planteas con palabras por la sencilla razón de que no saben expresar el problema como una ecuación con la que operar. Sabrían (los buenos) resolver la ecuación si se la dieras ya planteada, pero ellos NO LA SABEN PLANTEAR.

¿Cuántas ecuaciones o fracciones de polinomios nos encontramos en la vida real? Pues eso.

- Otros muchachos de 15 años tienen un examen de física. -"Sobre el principio de Arquímedes", - dicen. - "¿Y os lo sabeis?". Los muchachos (los buenos) lo enuncian a coro: -"Todo cuerpo sumergido en un fluido,...etc..."- "Vale, muy bien, y eso ¿qué significa?". - Silencio absoluto.

¿De qué le sirve a un chaval saber recitar como un loro el principio de Arquímedes si no es capaz de entenderlo? ¿No sería mejor enseñarlo de otra forma o enseñarlo cuando el muchacho tenga la madurez necesaria para entenderlo?

Mi teoría, discutible por supuesto, es que se imparten DEMASIADOS contenidos y demasiado técnicos, cuando hay graves carencias en los conocimientos y habilidades básicas que debería dominar todo ciudadano. Una conocida, profesora de lengua, me comentaba: -"Estamos enseñando gramática cuando deberíamos a enseñar a leer ENTENDIENDO LO QUE LEEN, a redactar con corrección y a expresarse oralmente de forma coherente y razonada".

Lo curioso es que habiendo, en mi opinión, un exceso de contenidos, luego NO SE EXIGEN, ya que los chavales pueden pasar de curso e incluso conseguir el graduado escolar con unas cuantas asignaturas pendientes. ¿No sería más lógico exigir menos cosas, más básicas y útiles pero EXIGIRLAS DE VERDAD?

No sé, quizás sea cuestión de tener claras las prioridades. ¿Qué debe saber un chaval cuando acaba la educación obligatoria? ¿Qué cuando acaba el bachillerato?

Pero para todo esto haría falta una reflexión calmada de toda la sociedad (consultando, para variar, a los docentes) y de todos los partidos para contruir una reforma pactada, reflexiva y profunda. No como los "lavados de cara" que hemos visto hasta ahora.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Pasmo nº 6: El misterio de la lectura


Esta es una de las cuestiones que siempre me ha interesado y que suelo consultar con todo profesor de lengua que incautamente se pone a mi alcance.

Dejando aparte la baja tasa de lectura de España respecto al resto de Europa... ¿Por qué hay personas a las que apasiona la lectura y otras que prácticamente la odian?

Todos los gobiernos y administraciones hacen regularmente campañas y los colegios e institutos están continuamente realizando actividades de animación a la lectura.

Todo parece inútil. Al que le gusta leer lee, y al que no, se diría que no hay forma humana de convencerle.

¿Es una cuestión educacional o genética? ¿de padres lectores salen hijos lectores? ¿Es importante el ejemplo, lo que ven en casa? ¿El ordenador y la TV son enemigos de la lectura? ¿Por qué parece que los chavales leen cada vez menos? ¿o es una percepción falsa?

Son muchas cuestiones sin respuesta.

Yo puedo contar un caso curioso. Tengo dos sobrinos de unos 8 años. Gemelos no idénticos (o mellizos, o como se diga). El chico adora leer, el clásico niño que "devora" todo lo que cae en sus manos. La chica no diré que lo odia pero por propia iniciativa es muy difícil que coja un libro.

En principio la educación recibida es la misma, el ejemplo que ven en casa también ¿¿¿¿????

Yo al final he llegado a la conclusión de que no es una cuestión de gusto, sino de habilidad. La lectura no es más que una habilidad, como jugar al fútbol. Y hay gente a la que, de forma innata, por algún misterio de la genética, se le da mejor que a otras.

La persona que es hábil en esta compleja tarea de juntar letras y palabras, en seguida le encuentra placer. Aprende sin dificultad ni gran agobio a desentrañar las historias ocultas tras esos extraños jeroglíficos y disfruta con ellas porque accede de forma fluida y cómoda.

Mas, ay del poco habilidoso en esto de la "p" con la "a", "pa". Tiene que ponerse a descifrar de forma casi dolorosa cada palabra y no difruta, como el chico poco habilidoso con la pelota no disfruta jugando al fútbol. Esos muchachos a los que se les da mal posiblemente están desde pequeñitos condenados a no ser nunca lectores.

No lo sé, es una teoría como otra cualquiera. ¿Habría forma de solucionar esto?

Pero aún tengo más preguntas: Muchos profesores obligan a sus alumnos a leer libros. ¿Es positiva esta medida o contraproducente? A mi no me hicieron leer ni un solo libro en la escuela y soy un lector casi compulsivo.

Y ya puestos, ¿qué libros se deben hacer leer? ¿es positivo hacer leer a un chaval de 15 años El Quijote? ¿O es mejor que lea Harry Potter o Sandokán aunque literariamente sean muy inferiores?

domingo, 6 de septiembre de 2009

Intermedio lúdico

Siguiendo con mi enfermiza afición por los musicales, les presento uno de los grandes clásicos del género: Siete novias para siete hermanos (Seven brides for seven brothers - 1954).

Una de las películas más ñoñas, horteras y a la vez más delirantemente machista de la historia del cine.

Supongo que su mensaje será indigerible para mucha gente de hoy en día pero, visto en el contexto histórico y, sobre todo, con un poco de sentido del humor resulta muy divertida por lo excesiva.

Hay una teoría muy curiosa que dice que lo "gay" es un movimiento estético-artístico que no tiene porqué estar necesariamente unido a lo homosexual (aunque en la mayoría de las ocasiones lo está, evidentemente). Pues bien, esta es una de las películas más "gay" que he visto en mi vida.

Y si no, juzguen ustedes mismos, gasten 3 minutos de su vida en ver esta pequeña joya (que yo llamo el número de los pololos) y recuerden: Ser una novia en junio es lo mejor que le puede pasar a una chica.


jueves, 3 de septiembre de 2009

Pasmo nº 5: ¿Anarcocapitalismo?


Perdonen el brusco cambio de tema, pero es que estos días he asistido a un curioso debate que me ha dejado (¿como no?) pasmado.

Yo creia en mi inocencia que la discusión (y más después de esta última crisis) sobre si el Estado es un lastre innecesario para la sociedad y la creación de riqueza estaba ya superado.

Creia que hasta los liberales más extremos reconocían que el Estado es necesario, aunque sea en su más mínima y limitada formulación, para mantener un mundo razonablemente vivible.

Pero resulta que existen unos alegres muchachos que se autodenominan "anarcocapitalistas" que todavía defienden el libre mercado total sin ABSOLUTAMENTE NINGÚN CONTROL.

El debate empezo en otro blog pero tuvimos que llevar la discusión, debido al ambiente irrespirable y a la mala educación imperante, al interesante blog:

Humano sin sentido

Pienso que es un debate que tiene un gran interés sobre todo en un mundo que, yo creo, debería empezar a repensarse a sí mismo y a definir cual va a ser el módelo económico que nos va a permitir seguir adelante de forma perdurable (por no decir sostenible).

lunes, 31 de agosto de 2009

Pasmo nº 4: La epidemia nuestra de cada día.


Una de las (pocas) cosas buenas de cumplir años es que el horizonte de tus recuerdos aumenta.

Así, al oir hablar de la Gripe A no puedo evitar acordarme de otras "catastróficas" epidemias como la gripe aviar o el "mal de las vacas locas". Ocuparon mucho tiempo en los medios de comunicación, crearon una enorme alarma social (recuerdo el descenso en las ventas de pollos cuando la gripe aviar sin ninguna justificación real) y al final quedaron en ¿casi? nada.

Claro, ahora llega la Gripe A y se repite el mismo fenómeno. Y uno se pregunta ¿será esta vez tan grave como dicen? ¿Hay verdadero motivo de alarma?

Entonces llega a mis ojos pecadores este video:



y mis dudas aumentan.

¿Hay alguien por ahí que tenga información FIABLE? ¡¡Que la comparta por Dios!!

Y los legos en la materia como yo ¿compartís mis inquietudes? ¿Os habeis comprado ya la mascarilla?

Un saludo a todos. (Ojo, sin tocar)

jueves, 27 de agosto de 2009

¿Deformación profesional?


Cuando me planteo cuestiones como las que plasmo en este blog hay gente que entra al debate y otros que sencillamente me dicen (probablemente con razón): ¿Y a ti que más te da por qué la gente viaja o se pone piercings?
Y es verdad, yo también me lo pregunto ¿y a mi que más me da? ¿Por qué esa malsana curiosidad? ¿compartirá alguien además de mí este espíritu indagatorio (o sea, ¿leerá alguien mi blog?)?
He llegado a la conclusión de que es una especie de deformación profesional.
En el terreno del marketing y de la publicidad siempre se inquieren las razones últimas y verdaderas de los actos de consumo.
Siempre hay una serie de razones para comprar que son las que los consumidores confiesan (a veces incluso a sí mismos) y luego están las razones ocultas y reales que muchas veces están basadas en sentimientos e incluso (dicen) en el subconsciente.
Conocer estas razones permite lanzar mensajes que realmente atacan al núcleo del acto de consumo y son mucho más efectivos. Véase el hecho de que la mayoría de la publicidad es marcadamente emocional cuando lo lógico sería utilizar argumentos racionales y objetivos.
Por poner un ejemplo tonto y muy evidente, si quiero vender un abrigo de pieles nunca hablaré de sus propiedades térmicas. De una manera más o menos subrepticia trataré de lanzar mensajes que, aunque vagos, aludan al prestigio social, al atractivo sexual, a la vanidad...
Este caso es muy obvio e incluso, como ya he dicho, un poco tonto, pero muchas veces las cosas no están tan claras. Incluso en ocasiones, como también he dicho, el consumidor se niega a sí mismo las razones últimas de sus compras/consumos (o eso dicen algunos "marketineros").
Bueno, pues todo este rollo en el que no cuento nada nuevo ni que no sepais es una especie de justificación.
Quizás he tenido demasiadas reuniones (poco exitosas en general) intentando averiguar con unos cuantos "expertos" porqué los clientes (los muy puñeteros) dejaban de comprar tal o cual cosa (cuando las ventas van bien nadie se hace demasiadas preguntas).
El caso es que se me ha quedado esa manía de inquirir: ¿por qué hacen estas cosas tan raras "en realidad"?
Tan sólo espero que algunos tengais estas mismas curiosidades o al menos que seais tan amables que me ayudeis a satisfacerlas.

Pasmo nº 3: La ¿magia? de viajar


¿Por qué viaja la gente?
En principio esta pregunta puede parecer extraña. Al fin y al cabo viajar es divertido, excitante, fantástico...
Viajar mola.
Y dado que en los últimos tiempos esta afición es mucho más asequible vemos que hay cada vez más gente que elige destinos lejanos y exóticos. De hecho parece que hay una competición para ver quien se va a un lugar más lejano y más ajeno a nuestra cultura.
Claro, - te dicen- viajar te "culturiza", te abre la mente, amplia tus horizontes...
Y aquí me empiezan a invadir las dudas. Porque hay más métodos más baratos, sencillos y cómodos para conseguir todo esto. Hay libros, documentales, revistas especializadas,...
Uno esperaría que alguien lo suficientemente interesado en las culturas exóticas como para irse a Tailandia estuviera por lo menos suscrito a National Geographic, pero no es así.
Es curioso como gente que no ha demostrado EN SU VIDA el más mínimo interés por ciertos aspectos culturales, de repente escucha con suma atención abstrusas explicaciones arqueológicas o visita de forma obsesiva iglesias y monumentos que, si estuvieran en su ciudad, no le hubieran hecho ni desviar la vista.
Porque no nos engañemos, viajar, a pesar de todo sigue siendo caro, incómodo y ocupa mucho tiempo.
Si uno tiene un VERDADERO interés por conocer la cultura Tailandesa, lo suyo es que viaje, pero previamente, esa persona debería haber mostrado un cierto interés por esa cultura por otros medios más asequibles. PERO EN MUCHOS CASOS NO ES ASÍ.
Entonces, ¿cuál es la verdadera razón de ese ansia por viajar?
¿Por qué una persona, que si ve un documental de animales cambia inmediatamente de canal y que no sabe diferenciar un león de una gacela, de repente manifiesta su deseo de hacer un safari fotográfico en Kenia?
¿Hay una razón oculta? ¿Hay en el fondo, como detrás de tantos actos de consumo, un ansia de mostrar un cierto status social y/o cultural?
Y os pregunto directamente:
¿Cuál es el sitio más lejano/exótico al que habeis viajado? ¿Cuál es, sinceramente, la razón que os empujó a ello?

miércoles, 26 de agosto de 2009

Intermedio lúdico

Tengo muchos defectos, he de confesarlo. Y uno de ellos (y no el mayor aunque lo pueda parecer) es que me gusta el cine musical. ¡Sí, sí, ya lo sé! Pero hay cosas peores ¿no?

Evidentemente el musical norteamericano de los años 40-60 es inigualable pero de vez en cuando encuentras, en películas no demasiado conocidas, pequeñas grandes joyas como esta.

DISFRUTEN



La película es, evidentemente, francesa. Se titula "Odette Toulemonde" ("Odette,una comedia sobre la felicidad", 2006).

No es un musical propiamente dicho aunque tiene un par de números. Lo que sí tiene es ese aire de comedia un poco ñoña que caracteriza a este género en su vertiente más clásica.

Es una película pequeñita y sin pretensiones que a mi personalmente me hizo pasar un buen rato. La recomiendo (para el que le haya gustado el video, si no, ni lo intenteis).

Si alguno la ha visto, que nos de su opinión.

martes, 25 de agosto de 2009

Pasmo nº 2: Bautizos y comuniones ¿laicos?

Cuando uno oye hablar por primera vez de bautizos y/o comuniones laicos, no puede menos que alzar una ceja sorprendido. ¿Una nueva "genialidad" progre? ¿Una nueva manifestación del consumismo estúpido que nos invade?

Luego descubre que otros, como el inefable JUAN MANUEL DE PRADA directamente manifiestan su indignación por lo que consideran un nuevo ataque a la religión mostrando su desprecio(con verbo florido, eso sí) hacia este tipo de ceremonias.

Y uno no puede evitar pensar un rato sobre el tema y leer alguna otra opinión. Y he llegado a algunas conclusiones, que no acaban de sofocar mis prevenciones contra estos "sacramentos" laicos. (Tradicionalmente me repelen este tipo de celebraciones y veo que ni con los ateos me voy a librar)

Creo que a estas alturas nadie se sorprende ni escandaliza si digo que los sacramentos religiosos tienen una doble dimensión o significado; uno es, obviamente, religioso pero el otro es eminentemente social. En estos tiempos inclinados quizás a un cierto laicismo, el significado religioso se diluye cada vez más (nadie me discutirá eso, creo), pero el contenido social del sacramento sigue teniendo vigente toda su significación y utilidad.

En prácticamente todas las culturas existen ceremonias que celebran ciertos hitos en la vida de las personas. Esas ceremonias en muchos casos son asimiladas por la religión preponderante. Pero hoy en día, en Occidente, se da un fenómeno inédito en gran parte de la historia de la humanidad: Muchas personas no profesan NINGUNA religión.

Mi pregunta es: si yo, no creyente, deseo celebrar que he tenido un hijo e incluso realizar un acto para presentar al nuevo miembro de la comunidad a mi familia y amigos. ¿Por qué no puedo hacerlo sin pasar por el rito de una religión en la que no creo?

Si yo deseo que en el momento de ratificar ante la sociedad la unión con la persona a la que quiero, alguien diga algunas palabras ¿por qué esa persona tiene que ser un sacerdote?

¿No tienen los no creyentes el derecho a celebrar en sociedad los principales eventos de su vida sin tener que “pasar por la vicaría” y sin que se les menosprecie o ridiculice por ello?. (Como hace el Sr. de Prada)

Si yo calificara un bautizo católico de “bufonada” o “astracanada” o dijera que los sacerdotes “farfullan” sus lecturas de los evangelios, sin duda se me tacharía de extremista, irrespetuoso o quizás incluso de maleducado, y estas son las expresiones que el Sr. de Prada utiliza para referirse a las ceremonias laicas en otro artículo de la revista XL SEMANAL que lamentablemente no he conseguido recuperar.

En definitiva ¿es este fenómeno un ataque a la religión católica? ¿una extravagancia más? ¿O una muestra del peso de los convencionalismos sociales?

Pongámonos por un momento en el lugar de unos padres no creyentes de una criatura de 8 o 9 años. Consecuentes con su falta de fe, no tienen intención de celebrar la 1ª Comunión del tierno infante.

Ahora, explícale a la criatura porqué no va a haber fiesta, no va a haber regalos, no va a vestirse de princesita-marinerito, porqué, en definitiva, va a ser "el bicho raro" que no hace lo que hacen todos los demás compañeros. Y todos sabemos como son los niños de c...

Algunos padres (muchos) siguen la línea de mínima resistencia y, aunque no hayan ido a misa en toda su vida, celebran la comunión con todo el fasto y boato necesario y rezan sus oraciones con ferviente devoción (lo que haga falta, oiga)

Otros, los valientes, aguantan el tirón enfrentándose a abuelos, suegros, hijo/a, ..., y no celebran nada.

Y otros optan por una solución intermedia. No hacen el paripé de una ceremonia religiosa en la que no creen (que me parece incluso irrespetuoso hacia los verdaderos creyentes) y se ahorran, por lo menos, el berrinche del niño (al que, como a todos a esa edad, el sacramento se la trae al fresco mientras haya regalos). ¿Cobardes? Quizás. No menos que los primeros, en todo caso.

Asunto, en definitiva, curioso y peliagudo donde los haya, que se puede abordar desde muchos puntos de vista y donde todas las opiniones posiblemente tendrán su parte de razón, siempre que se expresen desde el respeto y la tolerancia.

Un saludo.

lunes, 24 de agosto de 2009

Pasmo nº 1: Los niños "fashion"


De vez en cuando me topo con un niño (menos de 12 años) con un piercing, mechas, con un gracioso mechón de pelo a modo de coleta...

Esta visión me produce una mezcla de pasmo, incomodidad y consternación.

¿Será que me estoy haciendo viejo? ¿Soy un carca irrecuperable?

Sin duda. Pero además me surgen una serie de preguntas.

El "complemento" en cuestión ¿viene de una petición del niño a la que los padres acceden? ¿o es iniciativa de los padres? Sinceramente no lo sé.

En este segundo caso ¿qué puede llevar a unos padres a realizar en sus hijos un gasto tan eminentemente suntuario y superfluo? ¿Que extraño concepto tienen de los hijos unos padres que los "adornan" con elementos totalmente propios de la moda, de la modernidad, e incluso en algunos casos de cierta rebeldía?

Y ¿no se consideraba tradicionalmente que parte de la educación consistía en enseñar a moderar los gastos y los caprichos? ¿no se trataba antes de hacer ver a los niños que no se podía conseguir todo lo que se quería? ¿No se les negaba a veces caprichos no porque no pudieran los padres permitírselo sino como simple medida educativa?

¿Qué ha cambiado? ¿Os habéis visto alguno en alguna situación parecida? ¿qué habéis hecho? ¿Habéis luchado o habéis sucumbido al "capricho"?