Siento haber tardado un poco en escribir pero estos días estoy bastante liado.
Continuando con la entrada anterior, paso a plamar alguna de las dudas que me surgen sobre la educación en general.
Parece haber una opinión bastante extendida (por no decir unánime) sobre la mala calidad de la enseñanza en España. Y las perspectivas de futuro no parecen nada halagüeñas.
A esta percepción que ya viene de lejos, se unen para acabar de liar la polémica la última iniciativa de Esperanza Aguirre y el informe de la OCDE.
Algunos de los "blogueros" que leo habitualmente se han sumado a esta polémica aportando sus reflexiones a este respecto. Estas entradas de Oroel y Paisse son sólo una muestra.
¿Pero cuál es el problema? El bajo nivel académico y el fracaso escolar que muestran nuestros jóvenes es sólo un síntoma de que algo funciona mal, MUY mal incluso, pero ¿qué es?.
Hay opiniones para todos los gustos.
Algunos, yéndose a lo más evidente, buscan la causa en la falta de autoridad de los profesores, reforzada en ocasiones por los propios padres que apoyan a sus hijos en contra de los docentes. Este artículo de El País, abunda sobre este tema.
Otros atribuyen el fracaso del sistema educativo español a la aplicación de "modernas" teorías pedagógicas que minusvaloran el esfuerzo y la disciplina en aras de otros aspectos. En este artículo de Guillermo Fatás, la hispanista sueca Inger Enkvist plantea su opinión.Sin negar ninguna de las dos opiniones anteriores, se me ocurre una tercera posibilidad, una teoría con la que, sin duda, muchos no estarán de acuerdo:
LOS CONTENIDOS QUE SE IMPARTEN NO SON LOS ADECUADOS Y NO SE IMPARTEN ADECUADAMENTE:
Esta afirmación merece una aclaración. Y espero aclararlo con algunos ejemplos.
- Ayudando a una chica de 12 años (1º ESO) a hacer los deberes, me plantea una pregunta: "El aragonito (un mineral) ¿es un carbonato o un silicato?". Yo ni puñetera idea, por supuesto. Cuándo muchos de los niños de 12 años apenas saben leer sin seguir el texto con el dedo, ¿es realmente necesario que sepan distinguir entre carbonatos y silicatos?
- En un examen de matemáticas de 4º de ESO (15 años) se pueden ver una fracciones de polinómios que yo no sabría resolver aunque me fuera la vida en ello. Esos mismos muchachos no saben resolver un sencillísimo problema matemático que les planteas con palabras por la sencilla razón de que no saben expresar el problema como una ecuación con la que operar. Sabrían (los buenos) resolver la ecuación si se la dieras ya planteada, pero ellos NO LA SABEN PLANTEAR.
¿Cuántas ecuaciones o fracciones de polinomios nos encontramos en la vida real? Pues eso.
- Otros muchachos de 15 años tienen un examen de física. -"Sobre el principio de Arquímedes", - dicen. - "¿Y os lo sabeis?". Los muchachos (los buenos) lo enuncian a coro: -"Todo cuerpo sumergido en un fluido,...etc..."- "Vale, muy bien, y eso ¿qué significa?". - Silencio absoluto.
¿De qué le sirve a un chaval saber recitar como un loro el principio de Arquímedes si no es capaz de entenderlo? ¿No sería mejor enseñarlo de otra forma o enseñarlo cuando el muchacho tenga la madurez necesaria para entenderlo?
Mi teoría, discutible por supuesto, es que se imparten DEMASIADOS contenidos y demasiado técnicos, cuando hay graves carencias en los conocimientos y habilidades básicas que debería dominar todo ciudadano. Una conocida, profesora de lengua, me comentaba: -"Estamos enseñando gramática cuando deberíamos a enseñar a leer ENTENDIENDO LO QUE LEEN, a redactar con corrección y a expresarse oralmente de forma coherente y razonada".
Lo curioso es que habiendo, en mi opinión, un exceso de contenidos, luego NO SE EXIGEN, ya que los chavales pueden pasar de curso e incluso conseguir el graduado escolar con unas cuantas asignaturas pendientes. ¿No sería más lógico exigir menos cosas, más básicas y útiles pero EXIGIRLAS DE VERDAD?
No sé, quizás sea cuestión de tener claras las prioridades. ¿Qué debe saber un chaval cuando acaba la educación obligatoria? ¿Qué cuando acaba el bachillerato?
Pero para todo esto haría falta una reflexión calmada de toda la sociedad (consultando, para variar, a los docentes) y de todos los partidos para contruir una reforma pactada, reflexiva y profunda. No como los "lavados de cara" que hemos visto hasta ahora.
Muy complejo es el tema de la educación.
ResponderEliminarYo soy de la generación de 'la letra con sangre entra' de haberme educado en un colegio de curas con una disciplina espartana, y por tanto envidio mucho a los niños de ahora que se les enseña en total libertad ,aunque eso tenga algunos efectos secundarios como el hecho de que algunos alumnos se suben a las barbas del profesor.
En mi opinión no se debe dar marcha atrás en los avances que se han dado en el tema de la educación.
Este gobierno está haciendo mucho de positivo por conseguir una mejor calidad de la enseñanza, y ha sido muy positiva la implantación de la EPC ,aunque sea muy criticada por una derecha y un clero que parecen sacados de una caverna.
No creo que plantear un poco más de diciplina y de autoridad por parte de los profesores sea "dar marcha atrás".
ResponderEliminarLo que tú ves como "avances" muchos lo ven como retrocesos ya que las clases acaban siendo un cachondeo imposible de controlar y, por otra parte, el nivel académico de los alumnos está bajando de manera alarmante. O sea que lo de los "avances" es MUY discutible.
Seguro que tiene que haber un punto medio entre aquellos "entrañables" curas de nuestra infancia y la situación actual.
Lo de que este gobierno está haciendo mucho de positivo en materia de enseñanza lo veo una afirmación un tanto gratuita. Este no es un blog de política pero me gustaría que concretaras.
En cuanto a la EPC yo no la veo mal. Sólo pienso que los contenidos deberían ser consensuados. Seguro que los diferentes partidos, aunque tengan diferentes ideologías, pueden ponerse de acuerdo en una serie de valores y principios que los jóvenes deberían hacer suyos. Si los partidos no son capaces de ponerse de acuerdo ni en eso es que la sociedad está más enferma de lo que creía.
Te recomiendo el libro de Fernando Savater: "El valor de Educar". Puedes no estar de acuerdo con todo lo que dice pero en todo caso es interesante y te hace reflexionar
(...) algunos efectos secundarios como el hecho de que algunos alumnos se suben a las barbas del profesor.
ResponderEliminarA esos "efectos secundarios" hay que añadir la cantidad de profesores de baja por depresión, que no son unos cuantos.
Totalmente de acuerdo con el artículo de Inger Enkvist: no se enseña lo adecuado ni se enseña adecuadamente. Y a ese problema hay que añadir otro más: que en muchos casos, la competencia de educación está transferida a las CC.AA., con lo cual cada CC.AA. decide lo que enseña a sus escolares. Así llegamos a los casos sangrantes de Euskadi y Cataluña, que en vez de enseñar geografía e historia, enseñan mitología. No es de extrañar, por tanto, que cuando Esperanza Aguirre, siendo ministra de Educación, quiso "unificar las humanidades", las primeras en tirársele al cuello fueron las Consejerías competentes de Cataluña y Euskadi.
Eso, sin contar que los manuales de EPC no hay por dónde cogerlos.
Ah, y lo de la "derecha y el clero que parecen sacados de la caverna", se lo guarde usted para otros blogs políticos, no para éste.
Estimado anónimo:
ResponderEliminarEl amigo Beethoven, junto con varios compañeros, son viejos conocidos de un cierto sector de la blogosfera.
No sé si están a sueldo del PSOE o no pero a veces lo parece. No dejan oportunidad de soltar una palabrita favor del Gobierno (o contra "la derechona") o de atacar fieramente a quienes critican alguna medida de nuestros gobernantes (que no son infalibles, que yo sepa).
Nótese que yo he tratado de ser muy escrupuloso (ya que este NO es un blog de política) y no he atribuido las culpas de esta situación a ningún partido en concreto. Tampoco creo que el PP lo haya hecho sustancialmente mejor que el PSOE cuando ha tenido la oportunidad.
Nótese también que cuando Beethoven ha soltado alegremente lo de "Este gobierno está haciendo mucho de positivo por conseguir una mejor calidad de la enseñanza" no se ha molestado en concretar, eligiendo la callada por respuesta.
Estamos un poco hartos de palabras vacías, de declaraciones buenistas y grandilocuentes, por lo tanto, si el señor Beethoven tiene a bien concretar esas medidas tan positivas, tendremos mucho gusto en discutirlas. Igual hay alguna que realmente sea positiva y se me haya pasado. No tendré ningún problema en admitirlo así.
Por otro lado, no he tenido ocasión de echarle un vistazo a ningún manual de EPC. Como ya he dicho no me parece una idea necesariamente mala si los contenidos son adecuados.
Si pudieras ponernos algún ejemplo de esos contenidos que para ti son perniciosos e inaceptables, también sería de agradecer.
Un saludo
Estimado Alejandro:
ResponderEliminarHasta aquí no he podido intervenir en este hilo tuyo, no por falta de tiempo, del que empiezo a estar escaso, ni por falta de ideas… es el problema, serio problema, de poder separar educación y política. En estos días no he encontrado una argumentación que a la postre no incurra en la última.
No es solo que para un animal definido como político, todo acabe contaminando con la política. Es que muchos concebimos la educación como una herramienta para la promoción de los individuos o una palanca para el cambio de sociedad (el “o” en español no es excluyente). El simple hecho de primar el primer aspecto sobre el segundo, es mi caso, supone ya una elección política sobre un modelo social en el que el hecho individual se considera inalienable. Acentuar la segunda puede decir muchas cosas, pues esa idea aparece en muchas doctrinas totalitarias e incluso cristianas o liberales, dependerá del modelo de sociedad que se pretenda conseguir.
La más mínima elección en este debate: Más o menos contenidos, metodologías, conjunto de asignaturas, edad de escolarización… encierra una gran dosis de decisión política en la que se conjugan recursos y anhelos ideológicos.
El respeto a tu deseo de mantener este blog fuera de la política ha hecho que finalmente tirara a la papelera algún otro comentario. Pero ahora que releo éste, me pregunto si no encerrará una cierta carga ideológica (¿?)
Un abrazo. Carlos56.
Estimado Alejandro:
ResponderEliminarAporto dos enlaces a la cuestión que planteas. Uno es una noticia y el otro un estudio de los diversos manuales, con conclusiones.
La noticia: aquí
El estudio: aquí.
Espero que sirvan al intercambio de opiniones.
Estimado Carlos 56:
ResponderEliminarEl hecho de que yo califique este blog como "no político" no quiere decir que la política esté vedada.
De hecho, como tú muy bien dices, en muchos asuntos es imposible discutir sin que haya una cierta carga ideológica y, por lo tanto, política.
Lo que no quiero, como dije en algún momento, es que este blog se preocupe (al menos excesivamente) de la política pequeñita, cotidiana, la de "andar por casa", la que ha llevado en otros blogs a insultos, descalificaciones y argumentos de lo más bajuno.
Ya hay otros blogs que tratan "in extenso" de estos temas, y con gran brillantez. Yo prefiero reflexionar sobre los grandes principios, que muchas veces trascienden la política coyuntural y cutre de los partidos. (Aunque tengan menos "audiencia".
En todo caso ya sabes que tus comentarios, normalmente esclarecedores, son siempre bienvenidos.
Estimado anónimo:
ResponderEliminarMuchas gracias por la documentación. Reitero lo dicho, creo que EPC no es, en principio, una mala idea, pero pienso que los contenidos deberían ser aprobados, si no por unanimidad, si por una gran mayoría de los grupos políticos y si fuera posible, sociales.
Y si realmente en este pais no somos capaces de ponernos de acuerdo en una serie de principios que debería asumir todo joven, quizás haya llegado el moemnto de emigrar.
Según las noticias que aportas, la actual EPC conllevaría una fuerte carga de adoctrinamiento ideológico en el peor sentido de la palabra.
Intentar moldear la mente de los jóvenes para que en un futuro cercano voten a una tendencia política determinada es de una bajeza moral y de una falta de principios realmente preocupante.