viernes, 2 de diciembre de 2011

pasmo nº 75: La creatividad en la escuela

He oído muchas veces en los últimos tiempos afirmaciones que critican la falta de fomento de la creatividad y otros valores humanos en nuestro sistema educativo. Cosas como:

- La escuela forma trabajadores y no seres humanos.
- La escuela mata la creatividad.
- La escuela no fomenta el pensamiento libre y creativo.
- Educamos a los niños alejándolos de sus capacidades creativas.

...que normalmente dice gente que jamás ha ejercido como docentes.

Todo ello se suele adornar con maravillosas anécdotas sobre lo creativos que son los niños y lo rígidos y anquilosados que son los adultos (fruto sin duda de su paso por el sistema educativo). Y también con anécdotas de gente excepcional que ha triunfado en el mundo del arte o incluso de la ciencia A PESAR del sistema educativo. Pero antes de seguir con mis reflexiones me gustaría ofrecerles un fragmento de un libro que me encanta: "CREATIVIDAD EN MARKETING DIRECTO" de Santiago Rodríguez:

[...] Ahora bien, ese concepto de la creatividad huidiza y voluble, caprichosa e inesperada, no tiene nada que ver con la profesión de ser creativo. Es decir, con la posibilidad cierta de ganarse la vida haciendo creatividad. [...]

¿Para qué nos sirve un tipo de creatividad que no tiene horario, que se presenta cuando ella quiere y no en el momento que más la necesitamos?

La creatividad debe ser un proveedor más. Como tal debe ser tratada y retribuida.

La persona encargada de aportarla debe transmitir, antes que garantía de brillantez, la confianza certera que despierta el colaborador que dice: "lo tendrá mañana a las diez" y tú sabes que a las diez lo tienes.

Imaginemos esta conversación absurda:

- Deberán entregar ustedes la mercancía en nuestros almacenes el próximo día 15...
- No puedo garantizarle nada... Depende de lo inspirado que
esté el transportista. Ya sabe usted, como es un genio, tal vez la entregue antes o unos días después. Quizás encuentre una ruta nueva, le gusta experimentar y sorprender; eso de ir por la autovía dice que está muy visto...
.- Pues yo necesito que me confirme si podré contar con ella el día 15, que es cuando empiezo a servir a mis clientes... .
- Ahora no puedo interrumpirle. Está pensando, rodeado de mapas... Ya le digo que es un genio. Ha ganado varias veces el premio "L.E.LE.X. ", (La Entrega In EXtremis).

O esta otra:

- Enfermera, mi hijo ha estado vomitando toda la noche, le duele el estómago, tiene la cabeza que parece que va a reventarle... ¿Puedo llevarlo a su consulta?
A ver si hay suerte...
- ¿Suerte?
- Sí; nuestro doctor es un poco bohemio y no tiene horario. Tal vez venga hoy por aquí, aunque no puedo prometerle nada...
- Pues entonces póngame con el Director del Hospital.
- Lo siento pero no tenemos director. Aquí hay mucha camaradería, ¿sabe? Nadie es más que nadie.
[...]


Y ahora mis reflexiones, que voy a poner en forma ordenada porque soy así de poco creativo:

1. Incluso en el mundo de la creatividad es necesario orden, disciplina y método. Y eso sí se enseña en la escuela. Y recuerden (a algunos "pensadores de la educación" se les olvida) que no todos vamos a ser artistas ni creativos publicitarios. El mundo necesita contables, cirujanos, albañiles... y en esas profesiones se necesitan sobre todo esas cualidades que ya he enumerado y que también son MUY IMPORTANTES, no todo es creatividad.

2. Pero estoy cayendo en lo que denuncia la sentencia:"la escuela se centra en formar trabajadores cuando debería formar seres humanos" (qué bonita frase). Pues sí, pero es que es verdad, la escuela no forma seres humanos. Ni puede, ni debe. Los seres humanos se forman a través de un montón de experiencias entre las que se cuenta la escuela (por supuesto), la familia, los amigos, el entorno social, los medios de comunicación...
La educación no es responsabilidad única ni exclusiva de la escuela. La escuela se ocupa de UNA PARTE de la educación, concretamente la que se centra en conocimientos y procedimientos de trabajo. No todo en la vida se aprende en al escuela, y eso debe ser así.

3. Yo fui a un colegio de curas bastante intransigente, con unos métodos educativos tirando a "primitivos", y a pesar de todo se me ofrecieron (con mayor o menor habilidad) los rudimentos de la literatura, las ciencias, las matemáticas... Lo suficiente como para despertar la curiosidad y el interés de alguien con deseos de conocer lo que es el mundo más allá de ganar un sueldo y comprarse un coche y una casa. El profesor hace mucho, pero el alumno debe, con cualquier sistema educativo, tener un mínimo de interés por lo que hay más allá de sus narices. El alumno debe poner de su parte. No todos somos genios esperando al increíble profesor que despierte nuestras capacidades ocultas. "El Club de los Poetas Muertos" es mentira. Lo siento.

4. Es cierto que el sistema falla ante ciertos genios (de todas las ramas) cuyas capacidades y creatividad no son comprendidas y asimiladas por un sistema en exceso rígido. No estoy diciendo que todo sea perfecto y que no haya que mejorar en muchos aspectos, y también en el de fomentar la creatividad y el pensamiento crítico. Pero...

5. Prueben a ponerse delante de una clase de 30 pequeños gañanes de 13 años con las hormonas saliéndoles por las orejas y ahora potencien su creatividad y su pensamiento crítico. Y de paso enséñeles algo de matemáticas o lengua, o... ¿o nos olvidamos de eso y vamos sólo a la creatividad y los niños ya elegirán lo que quieren aprender? (y esta forma de pensar la he visto en negro sobre blanco). Lo siento de nuevo, "El club de los poetas muertos" sigue sin existir...

3 comentarios:

  1. Hace pocos días leí un artículo jolgoriento en uno de mis blogs favoritos. Cuento de memoria la anécdota que citaba.

    Se trataba de una de esas madres que creía que es la educación la que asigna a los niños los roles masculino y femenino. Es decir, que creamos niñas, no porque nazcan niñas, sino porque las educamos como niñas, para ser mujeres. Porque les regalamos muñecas. Y a los niños les regalamos armas de juguete y balones, para que se hagan machotes, como nos gusta a los padres que sean nuestros hijos.

    Pues bien, la madre le regalaba a su hija juguetes típicamente masculinos, hasta que la encontró acunando entre sus brazos al camioncito de bomberos arropado con una toalla.

    En fin, ya sé que tiene poco que ver, o sólo tangencialmente, con el tema que tratas, pero me pareció una anécdota curiosa y desmitificadora.

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  2. Ese es un viejo debate sobre el que se han hecho numerosas investigaciones, grandemente entorpecidas por el hecho de que no se puede experimentar como Dios manda con seres humanos.

    Parece que la cosa está más a favor de que gran parte de las "tendencias" son innatas aunque es el entorno el que las fija y refuerza como comportamientos estables.

    Y prefiero hablar de "entorno" que de "educación" porque la palabra educación parece que lleva aparejada la intención consciente de influir en el comportamiento con el propósito de convertir a las personas en algo que no son.

    Y es que parece que, para muchos, no haya más influencia en un niño que la "educación" consciente.

    De hecho, si hubiera una asignación de roles por el sexo, tendría mucha más influencia la publicidad. No hay más que ver la TV estos días prenavideños. Y la publicidad no trata de "educar", al menos en un sentido clásico. Trata de vender.

    Por esa misma creencia, muchos padres que ejercen una total despreocupación por la educación de sus hijos, luego culpan a la escuela cuando se percatan de que lo que tienen en casa es un delincuente en potencia...

    Mientras no asumamos que la escuela es sólo UNA PARTE (importante sin duda) de la educación y que hay muchas más responsabilidades en ese tema, mal nos irá.

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  3. El problema es más grave de lo que pensáis. A las facultades de educación, salvo algún raro caso vocacional, llegan de rebote los que no sirven para otra cosa. Los que deciden cómo debe ser la educación son tipos que no saben hacer la o con un canuto, incapaces de escribor su propio nombre sin faltas de ortografía, y de ahí la aversión que sienten por un sistema educativo que requiera esfuerzo y resultados objetivos. Han creado un sistema a su propia medida, que no diferencie la mediocridad de la excelencia, donde ellos mismos se sentirían El modelo educativo que padecemos lo diseñan personajes que aprueban asignaturas de lo que teóricamente debería ser una diplomatura universitaria pegando lentejas en una cartulina (verídico). ¿Qué esperabais?

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