martes, 10 de abril de 2012

Pasmo 88: Esos malísimos mercados IV (o "La crisis en cómic II")

Siempre he defendido lo del Principio de Hanlon (minuto 6 del vídeo):

"Nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez"

Aunque no sabía que tenía nombre.

Es una versión ácida de la navaja de Ockham que tantas veces he invocado


3 comentarios:

  1. La estupidez no explica las mentiras.

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  2. Las mentiras sirven para tratar de tapar las consecuencias de la estupidez.

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  3. Bien, todo lo que quieras, pero esta gente miente porque es mala. Que sean estúpidos o no es otra cuestión. Se puede ser estúpido y honrado a la vez.
    Me viene ahora mismo la frase: "tonto tonto, mierda mierda"

    En mi opinión este vídeo es una forma bochornosa de exculpar de un modo sutil a la clase política."Claro, como son tontos... pobrecicos, es que no saben" Los (sobre)sueldos millonarios que se levantan estos sinvergüenzas no son precisamente un indicio de estupidez.
    Se habla de esa especie de triangulo amoroso en el cual, de alguna manera, los políticos son seducidos por esos agentes externos, que lo único que hacen es su trabajo: ganar dinero. Y cómo luego esos políticos caen en la tentación, pobres, ¡qué tontos! Menos mal que vivimos en democracia y podemos elegir a los otros.

    ¡Pues no y mi veces no! Aquí no hay triángulo amoroso ninguno. Lo que tenemos aquí es una grotesca expresión de onanismo de cuyas consecuencias nos vemos salpicados a diario. Lo que el señor Oroel llamaría externalidades negativas. Lo siento por la tan desagradable metáfora pero creo que la realidad es mucho más repugnante.

    He seguido con la metáfora sexual que propone el vídeo pero con mi aportación he querido darle un carácter individual a la práctica. No con ello quiero decir que crea que se trate sólo de una persona, obviamente. Me refiero simplemente a que a toda esta pandilla de sinvergüenzas pertenecen a un mismo grupo. Y eso es tan sencillo de ver como coger el curriculum de cualquiera de ellos y constatar que, efectivamente, existe una puerta giratoria entre la política y la gran empresa. Todos conocemos los diagramas de Venn. Pues bien, el diagrama de Venn de estos 3 subconjuntos presentaría una zona de intersección más extensa que la zona no itersectada. Una especie de gran círculo único con pequeños "chichones". Claramente me refiero a esa cúpula que señala el vídeo y que es la que toma las decisiones. Por supuesto no a los trabajadores de las grandes empresas ni a los afiliados a grandes partidos.

    Pero además de añadir aquello, quería también sustraer algo oculto en la metáfora. Me refiero un poco a lo que antes comentaba sobre la tentación, que de alguna manera da la sensación de que se trata de una forma de error humano, caer en la tentación Además del hecho de que, al incluir varias personificaciones de un mismo ente, entra en juego una especie de "reparto de culpa". Que hace que no sepas muy bien a quién señalar. Y encima luego tienes que escuchar que, "fíjate, es que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades".

    Pues aquí he decir también que no. El problema no es que sean tontos no, el problema es que son demasiado listos. Los simios somos nosotros que les votamos. El problema no es que tengamos muchos políticos. El problema es que no tenemos políticos. Lo que tenemos son muchos banqueros y directivos de empresas, que hacen política. Eso es lo que nos sale caro.

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