miércoles, 16 de febrero de 2011

Pasmo nº 43: El fracaso escolar (y IV)

En las anteriores entregas de esta interminable entrada me he encontrado con bastante apoyo. La gente que las ha leido (los 4 ó 5 lectores que aún me quedan) se han mostrado bastante de acuerdo al menos con la teoría de lo que allí se decía.

Pues ya les anticipo que con lo que voy a decir a continuación muchos de ustedes no van a estar tan de acuerdo.

Y es que mi argumento es que una de las causas del fracaso escolar (además de las anteriormente expuestas) es la gran extensión, mal planteamiento y mala secuenciación de los contenidos que se imparten a los chavales.

Esta idea ya la defendí en una entrada anterior (Pánico en las aulas) pero si me lo pemiten la voy a desarrollar un poco más.

Para ello tengo el inmenso honor de contar con el apoyo del profesor Roberto Blanco Valdés, catedrático universitario que opina lo mismo que yo:

El fracaso escolar es un fracaso de España

Permítanme citar un fragmento:

"No es difícil suponer que las causas del fracaso serán múltiples, pero yo, como padre que, pese a tener la fortuna de no padecerlo, llevo hablando de ese problema desde hace años con mucha gente de diversas profesiones, formas de pensar y circunstancias, creo que una, entre ellas, debería ser motivo de seria reflexión: me refiero al desde mi punto de vista disparatado diseño curricular, que, a fuerza de ser excesivo, acaba provocando lo contrario de lo que supuestamente persigue: no es inclusivo, sino excluyente, pues, por desproporcionado, resulta inasumible para miles de niños que prefieren sencillamente abandonar ante su incapacidad de abarcar lo que, sin pies ni cabeza, se les pide."

Lean, se lo recomiendo, todo el artículo. Muy interesante.

Y no puedo estar más de acuerdo. Los contenidos que se imparten a los chavales son extensos y absurdamente detallados, de forma que se debe pasar por los temas de forma rápida y superficial sin que las inmensa mayoría de los alumnos puedan entender ni una mínima parte de lo que se les está intentando enseñar.

Vean a modo de ejemplo el índice de un libro de Ciencias de la Naturaleza de 1º de ESO (12 años):

Introducción a las ciencias de la naturaleza
La Tierra y su entorno
La materia en el universo
La atmosfera
La hidrosfera terrestre
La corteza terrestre
La Tierra, un planeta habitado
Clasificación de los seres vivos I. Móneras, protoctistas y hongos.
Clasificación de los seres vivos II. Plantas y animales.


Casi nada.

Y un par de páginas para ver el grado de detalle (pinchen en la imagen para ampliar):

¿De verdad creen que un chaval de 12 años debe conocer (y es capaz de comprender y asimilar)la diferencia entre "feldespatos", "micas", "piroxenos" y "anfíboles"? ¿Y qué me dicen de los "poríferos", "cnidarios", "platelmintos", "nematodos",...?

Me argumentan algunas gentes que "en otros tiempos" estudiábamos eso y más; pero seamos serios, ¿A qué llegábamos la inmensa mayoría más que a aprendernos de carrerilla un montón de cosas que al día siguiente olvidábamos gozosamente?

Y lamento decirles a los que todavía no se han enterado: los chavales hoy en día tienen muchos más estímulos y distracciones y son más críticos (rebeldes, dicen algunos) que los de "otros tiempos". Aceptan con mucha más dificultad lo de "te lo tienes que aprender porque sí" y el imponerles contenidos que les vienen grandes, que no entienden y de los que no ven la más mínima utilidad les desmotiva extraordinariamente.

Y ojo, no estoy defendiendo aquí que se reduzcan contenidos a lo loco para que aprueben más chavales y reducir así el "fracaso escolar" (entendido como nº de alumnos que no consiguen el título de turno). Lo que propongo es una reflexión seria, ponderada y consensuada (aunque sólo sea para que dure más de dos días) sobre qué deben saber o no los chavales a cada edad. Que se establezcan unos contenidos coherentes, bien estructurados y adaptados a las capacidades de los alumnos en cada etapa de su desarrollo. Y, eso sí, una vez establecidos unos contenidos mínimos coherentes y adecuados, que se exijan al 100%.

No como ahora que se imparte 100 y se exige 60 para aprobar/pasar curso/titular. ¿No sería mejor impartir 70 y exigir 70?

Aparte evidentemente de las medidas de atención a la diversidad, tanto para los menos como para los más dotados.

He dicho. Y que ancho me he quedado.

2 comentarios:

  1. Estoy en parte de acuerdo, querido Pasmado. Pero la educación ahora también adolece de falta de discurso. ¿Has visto los libros? Son como una página web, todo imágenes, cuadros resumen, puntos a recordar. No hay discurso, análisis, no hay reflexión ni pensamiento asociativo.
    Por otro lado, el asunto de la autoridad del profesorado y la política educativa "del buen rollito" también han hecho mucho daño. Seguro que tú y yo, que somos de otra época, también tuvimos buen rollito con muchos profesores, pero de ahí a pasar olímpicamente...
    Muy bueno el blog.

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  2. Estimada Cristina:

    De la autoridad del profesorado y del "buenrollismo" hay mucho que hablar y algo he escrito sobre ello. Si te das cuenta esta es la cuarta entrega sobre el fracaso escolar. En las anteriores he analizado ésta y otras cuestiones.

    En cuanto a lo que dices de la falta de discurso... la mayoría de los profesores con los que hablo dicen cosas parecidas, hablan de contenidos dispersos y mal estructurados, repetitivos y sin ningún(o muy poco) afán integrador entre materias diferentes.

    Habría mucho de que hablar. Después de 7 años en este sarao van creciendo poco a poco en mi mente (a base de hablar con MUCHOS profesores y conocer casos para todos los gustos), algunas ideas de cámo debería ser un sistema educativo. Pero vamos, es hablar por hablar porque la mayoría serían para aplicar desde Madrid. Aquí bastante tenemos con lo que tenemos.

    Muchas gracias por tu comentario.

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