Hace pocos días el Justicia de Aragón hizo público su informe "Rendimiento educativo en Aragón" y entre otras cosas hacía constar las enormes tasas de abandono de los estudiantes universitarios, de lo cual me hacía eco en el anterior post.
Abandono Universitario
Como comentaba, las causas de este abandono pueden ser variadas y difíciles de concretar. Pero más recientemente he visto unas cuantas noticias que quizás nos puedan poner sobre la pista:
Quejas por las carencias en el grado de periodismo
"...dos años después de su implantación en el campus público, todavía tiene numerosas deficiencias que deben ser solventadas..."
"También denuncian la falta de coordinación entre profesores a la hora de elaborar el plan de estudios. "Son todos nuevos y no hay mucha organización entre ellos, lo que les lleva a no saber cómo orientarlo", afirmó Guillermo, para el que la instauración de la titulación se realizó "deprisa y corriendo". "Queda mucho por hacer y nos dicen que la cosa va a mejorar en el futuro, pero falta material, las instalaciones no están terminadas y aquí no cambia nada", añadió."
"No tenemos aulas ni espacio y tenemos que estar en el edificio Interfacultades"
"Eso sí, la mayoría coincide en que, al menos, "aprobar no es difícil""
Los alumnos de Filosofía y Letras denuncian recortes y desajustes
"...problemas provocados por la ausencia de profesorado en la titulación de Periodismo. En esta ocasión, la falta de efectivos en la docencia afectaría a la impartición de asignaturas optativas de 3° y 4°..."
"...las principales quejas alcanzan a los profesores, a los que varios estudiantes acusan, asimismo, de cierta "dejadez" por no haber cerrado todavía las actas después de publicar las notas de los exámenes, superar el periodo de reclamaciones y notificar las calificaciones definitivas a la secretaría. En concreto, advierten que el hecho de que aún queden 23 por cerrarse les impide matricularse."
"...en 2008 se ofertaban 17 asignaturas optativas [... ] y este año hemos asistido atónitos a la desaparición de golpe y plumazo de la mayoría ofertando solo tres..."
Con lo cual a lo mejor hemos solucionado el misterio del abandono de los estudiantes. ¿Será quizás (y digo sólo quizás) que el servicio ofrecido es peor cada vez? ¿Que los alumnos ilusionados ante una nueva etapa en su vida educativa se encuentran con falta de aulas, falta de profesores, descoordinación y continuos recortes?
Justo, justo lo que necesita un país con una educación en crisis.
Y por otra parte aunque saliéndome un poquillo del tema, más cosas que necesitamos en la Universidad aragonesa:
Filología Aragonesa supera el cupo mínimo de inscripción y se impartirá este curso
Y no es que me parezca mal entiéndanme, pero mientras tanto (y esto es lo dolorososo) nos encontramos con que ningún alumno se matriculó el año pasado en Ingeniería Técnica Industrial ni en la Almunia ni en Zaragoza. Otras cuatro diplomaturas de La Almunia: Mecánica, Electrónica industrial, Industria agraria y alimentaria, y Hortofrutícola y jardinería, tuvieron entre seis y 17 alumnos. En Huesca y Teruel, las titulaciones menos atractivas para los jóvenes el curso pasado fueron las Ingenierías técnicas en Química industrial, en Informática de gestión y en Telecomunicaciones y sistemas electrónicos.
¿Qué puñetas nos pasa en esta santa región (estudiantes incluidos)? ¿Así pensamos salir de la crisis? ¿hablando fabla? ¿O es que tiene más salidas laborales la fabla que la electrónica, la química o la informática? Nos espera un futuro muy muy negro.
Sobre el último punto que comentas me parece a mi que falla la perspectiva del análisis. Creo que la clave está en que Filología Aragonesa no se puede estudiar en muchos sitios mientras que el resto de grados y carreras que comentas se imparten en muchos otros sitios que gozan de mayor prestigio y mayores recursos.
ResponderEliminarMi experiencia con estudiantes recién llegados a la universidad, que aunque no es muy amplia es reciente, me lleva a pensar que estos se creen que la universidad es una continuación del instituto (seguimiento periódico y casi personalizado). Además les veo incapaces de reconocer la relación de lo estudiado con el mundo real. Este último punto si puede ser, en parte, culpa de los docentes.
Estimado TheEggO, no te digo que no tengas razón. La verdad es que no quería cargar contra el aragonés. No me parece mal en absoluto que gente de letras se especialice en filología aragonesa. Sólo quería resaltar el contraste con el abandono casi total de carreras técnicas, que son las que al final nos van a dar de comer (¿o no se habla continuamente del I+D+I?)
ResponderEliminarLa causa puede que esté en lo que tú dices. Pues bueno, si no estamos capacitados para impartir unas enseñanzas de forma que sean más atractivas que en otros centros, dejémoslas de impartir. ¿Para qué gastar recursos en impartir enseñanzas mediocres que no gozan de aceptación? Prefiero pocos grados y diplomaturas pero excelentes (que atraigan incluso a estudiantes de otras regiones) que este dispendio absurdo. Pero de eso hablaré en mi siguiente post.
En cuanto a lo último que comentas, también puede que tengas razón. Creo de todas formas que las causas son variadas. Ten en cuenta que muchos profesores universitarios son los mismos que hace bastantes años, por lo que quizás el problema actual no sea por su causa.
De todas formas no seré yo el que defienda en este aspecto a nuestra Universidad. Siempre me he quejado de su alejamiento de la realidad. Quizás el remedio esté en la FP.
En todo caso si te interesa este tema puedes pulsar en la columna de la derecha la etiqueta "educación", podrás consultar los diversos artículos que he escrito sobre las causas del fracaso escolar. No sé si estarás de acuerdo con mis planteamientos.
No era mi intención dar a entender que tengo problemas con la Filología Aragonesa porque no los tengo. No sé si es lo que se entiende de mi comentario.
ResponderEliminarEntiendo y comparto tu postura. Soy de Burgos, una de las múltiples localidades condenada a la desaparición por emigración y con una universidad que imparte titulaciones para menos de cincuenta estudiantes. Soy un creyente en que la enseñanza superior pública puede (y debe) ser de calidad sin arruinar a al administración, así que no comprendo cómo nos empeñamos en mantener edificios vacíos y sueldos a muchos profesores para un puñado de alumnos. Con mucho menos dinero se podía pagar (vía beca) a los alumnos que lo necesitasen una carrera en otra ciudad. El resultado es el mismo, una persona formada, incurriendo en un cose mucho menor. El problema de mi propuesta está en lo que dirán los que viven en Burgos, que su ciudad se despuebla aún más si les quitamos los pocos atractivos que tiene. Entiendo su punto de vista pero no lo comparto ni defiendo.
Por otro lado, yo no tengo dudas de que la FP es la solución. Debemos eliminar el estigma que padece este tipo de educación superior porque este país necesita trabajadores cualificados y porque, por supuesto, no es peor persona ni trabajador un FP que un graduado.
En cualquier caso, sospecho que el problema tiene difícil solución y que, de ponernos ya mismo manos a la obra, tardaremos una generación en resolverlo. El daño está hecho y si lo reparamos será para que mis hijos no lo sufran; a mi generación ya no hay forma de salvarla.
Muchas de las cosas que dices las comentaré "in extenso" en mi próximo post pero ya te anticipo que coincido contigo. Espero que me sigas leyendo y sobre todo comentando (los comentarios de los lectores son sin duda lo más interesante de este blog).
ResponderEliminarPor cierto, si no es indiscreción, ¿qué edad tienes? Me ha llamado la atención lo de "a mi generación ya no hay forma de salvarla"
No es ninguna indiscreción. Tengo 28 años. A lo que me refiero con esa frase es a que mi generación ya ha sido educada y mal preparada para trabajar. O, según se mire, sobrecualificada para llenar las lista para llenar las listas del paro. Además, está adoctrinada con esa visión de que el FP es para aquellos que no valen para la universidad. Lo que se viene a llamar "titulitis", vamos. Y no veo fácil cambiar la forma de pensar de los actuales universitarios, recién titulados y novatos en la industria (mi generación). Nos metimos a hacer una carrera bajo la promesa de que eso nos aseguraría un trabajo y hemos salido para darnos cuenta de que era un cuento chino. La titulitis podría ser una respuesta natural por la que, ya que no podemos presumir de trabajo fijo ni altos sueldos, nos vanagloriamos de lo único que nos queda: un papel que nos acredita como titulados.
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