viernes, 16 de diciembre de 2011

Pasmo nº 77: La defensa de "lo nuestro" (II)

Continuando con el tema del último post; vean que argumentos usan algunos para defender la inclusión del "Aragonés" en el Currículo educativo:

- [...] en Aragón nos esforzamos mucho en ignorarlo, en dejar que se extinga y en no dejar testimonios en el sacrosanto y hegemónico español. Hablemos bien el castellano pero permitamos que el aragonés sobreviva. ¡Es tanto pedir!

- ¡Entalto a fabla aragonesa!. Porque es una seña de identidad para nuestro territorio...

- Hay un problema y ese problema no lo ha creado ningún nacionalista. Ese problema es que según la Unesco, el aragonés está en una situación de extremo riesgo [...]

Como ven, a algunos lectores de la noticia del Heraldo que comenté en mi anterior post les preocupa que el "Aragonés" se extinga como idioma y como "seña de identidad de nuestro territorio". Dejando aparte consideraciones sobre si el "Aragonés" es (era) la lengua real de ciertas zonas de Aragón o es simplemente un refrito, vamos a ver si analizamos con calma y objetividad algunas cuestiones:

Yo siempre había pensado que el primer objetivo del sistema educativo (y no hablo de "educación" que es algo mucho más amplio) es el alumno, el educando. El sistema educativo (sobre todo cuando es público, cuando es privado puede tratar de aleccionar y adoctrinar) trata de proporcionarle al alumno los conocimientos, procedimientos de trabajo y valores necesarios para sobrevivir dignamente y de una manera satisfactoria en la sociedad.

El segundo "cliente" del sistema educativo será pues la propia sociedad, que recibirá individuos adultos aptos para ser útiles al entramado social, productivos e integrados.

Es un esquema muy básico y un tanto "frío", pero en el fondo, esto es así. Y no entiendo dónde en todo esto entra la protección a las lenguas minoritarias o la identidad del territorio.

Fíjense, si usamos el sistema educativo para proteger de la extinción una lengua determinada, estamos reduciendo al individuo a la condición de humus (o estiércol si lo prefieren) donde cultivar algo que es superior, que trasciende al individuo. Una lengua o una "identidad" que no sirve al individuo, sino que es el individuo el que sirve a ella, para que no se extinga.

Esto, claro, esta en contra del pensamiento liberal (no en el sentido económico sino en el sentido en que lo entienden los anglosajones, donde ser liberal es más bien ser de izquierdas por oposición a los conservadores) que heredamos de la revolución francesa donde cayó el Antiguo Régimen. Antes de nacer este pensamiento liberal, el individuo era algo supeditado a una monarquía, a una nación, a una religión... El individuo era algo sacrificable en aras de valores e instituciones superiores a él y a las que debía servir.

Hoy en día creemos (al menos la gran mayoría) que las instituciones están AL SERVICIO DEL CIUDADANO. Si tenemos una monarquía, un estado, una nación, una lengua..., no es porque creamos que son algo superior al ciudadano y que lo transciende, sino porque de alguna manera y en general (para todo hay opiniones) consideramos que son útiles para los ciudadanos. Cuando alguien defiende la monarquía no habla de que es un valor tradicional que no se debe perder. Habla de las ocasiones (discutibles, claro) en que considera que la monarquía ha sido útil, HA SERVIDO A LOS CIUDADANOS.

En este sentido, ese discurso "conservacionista" que defiende que al ciudadano hay que enseñarle cosas para que no se pierdan, me resulta enormemente retrógado. Me retrotrae a culturas antiquísimas donde, al no existir la escritura, las tradiciones y los relatos se transmitían de padres a hijos para que no se perdieran. Dónde los individuos no eran más que vehículos de un saber superior a ellos y donde nadie se planteaba si ese saber servía para algo o contribuía de alguna manera al desarrollo de la tribu. Simplemente era algo por encima de los individuos que eran simples peones sacrificables por un "bien superior".

Ahora ya no somos así. ¿O quizás sí?

Y ya les dejo con algunos deberes (que no me apetece seguir enrrollándome). Analicen, por favor, el concepto "identidad del territorio" y escriban una redacción sobre ello con el tema: ¿Tienen identidad los territorios? ¿Es "identidad" un adjetivo aplicable a la geografía?. Pondré nota.

4 comentarios:

  1. Vaya por delante que comparto la posición principal que se pretende defender: las lenguas, instituciones y demás constructos sociales sirven al ciudadano y no al revés.

    Sin embargo, voy a hacer de abogado del diablo porque creo que el argumento utilizado puede ser fácilmente derribado por un defensor de la postura contraria (¿"nacionalista"?). Para los que creen que la lengua X (siendo X un idioma perfectamente respetable aunque poco utilizado cualquiera) la lengua en sí es un bien que enriquece, no sé muy bien cómo, la vida de esos ciudadanos. Por lo tanto enseñarla en dar servicio al ciudadano. La cuestión pasa a ser si la afirmación de que ese idioma es enriquecedor o no. Yo creo que no y no me extenderé más.

    Respondiendo a la pregunta sobre la identidad diré que no, que en absoluto la identidad es un concepto territorial. Cultural en el mejor de lo casos porque también a esta afirmación podría ponerle pegas.

    Aunque sólo pille medianamente tangente al tema tratado, voy a aprovechar para recomendar el libro "Identidades asesinas" de Amin Maalouf. Un buen ensayo donde reflexiona sobre el concepto de identidad y sobre cómo pueden y deben convivir diferentes culturas.

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  2. Estimado Eggo:

    Completamente de acuerdo contigo.

    En principio, todo aprendizaje enriquece...de alguna manera. Si todo esto fuera "gratis" yo estaría encantado de enseñar, no un idioma, sino 20, 30,...1000... Pero seamos serios, el fracaso escolar está disparado, los ratios alumnos/profesor crecen, hay aulas que no se pueden usar porque hay goteras y no hay pasta para arreglarlas, bajamos los sueldos a los profes porque no hay pasta...

    Por otra parte, lo del enriquecimiento es muy relativo. Ya escribí sobre esto:

    http://eleternopasmado.blogspot.com/2009/10/pasmo-9-la-riqueza-linguistica.html

    El sistema educativo es una cosa muy cara que pagamos entre TODOS, por lo tanto los beneficios que procura al individuo y a la sociedad han de ser lo más medibles y objetivables posible.

    Dicho de otra manera; a mi me enriquece mucho la danza del vientre, me llena como persona y contribuye a mi realización personal. Pero estos aspectos son totalmente personales, subjetivos e inmedibles y por lo tanto la administración educativa no me proporciona los medios para aprender esta disciplina.

    Gracias por la recomendación del libro. Creo que lo tienen en la red de bibliotecas de Aragón. Lo buscaré.

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  3. Exacto. Quedando dicho en los comentarios no creo que ya pueda decir nadie que enseñar la lengua X es un aporte fundamental para la cultura de las estudiantes.

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  4. Desde luego que deben preservarse las lenguas y el legado cultural que llevan consigo, pero esa es labor de los romanistas, y no pinta nada en las escuelas. No se enseña latín pero se pretende hacer obligatorio el aprendizaje de curiosidades filológicas. ¿Cuándo saldrá algún iluminado en la Junta de Castilla y León con la ideíca de hacer obligatoria en su región la enseñanza del castellano de las glosas emilianenses? (Bueno, mejor no dar ideas, que visto lo visto...). Debería protegerse el derecho de los que tienen alguna de las diferentes fablas como su lengua de usarla, y en el ámbito académico en las facultades de romanística, debería dársele la importancia que merece, pero de ahí a oblgar a todo el mundo a aprenderla media un abismo. Es como si en las escuelas parisinas obligaran a aprender una lengua céltica de diseño porque en la Bretaña hay cuatro que hablan una suerte de córnico.

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