domingo, 28 de agosto de 2011

Pasmo nº 60: Prevención contra los referendums

(O "referenda", que diría un hablante de latín nativo)

Como sin duda ya todos mis lectores saben, nuestro querido presidente ZP ha anunciado que quiere hacer una reforma constitucional.

Sobre la pertinencia o no de esta reforma, quién la impone o la deja de imponer y de si el momento (cerca de unas elecciones que presumiblemente va a perder) es el más adecuado, no me voy a pronunciar. Gente más sesuda y mejor informada que yo ya lo ha hecho y a ellos me remito:

OROEL: Reforma Constitucional

CARLOS MARTÍNEZ GORRIARÁN: Una oportunidad histórica para reformar la Constitución.

Creo que si leen estos dos artículos estarán ustedes tan informados como el que más sobre este tema.

De lo que quería hablar aquí es sobre el controvertido tema de referéndum sí o referéndum no.

Sobre este tema tengo mis dudas, y eso que el partido con el que más simpatizo lo tiene claro:

Que el 20N pongan otra urna

¿Y por qué tengo dudas? Pues primero (y perdonen que me eche una pequeña flor) porque soy una persona que tiene capacidad de pensar y no siempre estoy de acuerdo con lo que dice su partido o su líder. Sé que hay gente de otros partidos que no es así y que llega a defender lo indefendible con tal de no contradecir lo que dice su partido. Espero no llegar nunca a convertirme en uno de ellos.

Y segundo por que recuerdo lo que pasó con el famoso referéndum de la OTAN.

Para aquellos que no recuerden este acontecimiento les refresco la memoria brevemente. El PSOE ganó las elecciones de 1982 teniendo como lema (entre otros): "OTAN, de entrada no." Es decir, hizo una, para mi gusto, populista y demagógica campaña antiOTAN destinada sobre todo a contentar a la izquierda más antiamericana.

Como todos sabrán el PSOE ganó aquellas elecciones gracias me imagino a esta campaña antiOTAN entre otros factores. Pues bien, al final de esa legislatura, en 1986, y después, me imagino, de haberse dado un baño de realidad y de haber aprendido cómo iban las cosas en el mundo real, el gobierno del PSOE convocó un referéndum para comprobar la opinión del "pueblo" acerca de la entrada en la OTAN. Y para el REFERENDUM el PSOE HIZO CAMPAÑA POR EL SÍ.

Y tras este giro radical y total (les suena todo esto, ¿no es como un "deja vu"?), ¿qué se creen que hizo ese pueblo consultado? Cualquiera hubiera dicho que sintiéndose engañado por el partido al que votó y henchido de antiamericanismo (alimentado por el mismo PSOE) hubieran votado que no a la OTAN y no hubieran vuelto a votar al PSOE que mintió (o cambió de opinión) tan brutalmente en 15 años.

Pues no señores. No sólo ganó el Sí a la OTAN sino que unos meses después Felipe González volvió a ganar las elecciones de nuevo con mayoría absoluta (de verdad que no deja de sorprenderme la capacidad de tragar del electorado español). El fantástico (e insobornable) Javier Krahe dejó constancia de todo estos asuntos en esta canción (ojalá la "intelectualidad" de nuestros días tuvieran tantos huevos):



Pues eso, que no me fío del electorado español. Que para votar en un referéndum sobre un asunto tan complejo como el techo de gasto hay que estar muy informado y tener unos conocimientos sobre economía que la mayoría no tenemos. Y que la gente acabará votando lo que les diga SU partido (ese al que votan aunque les mientan, aunque hagan lo contrario que prometieron en campaña, el que presenta a corruptos, y no hablo sólo del PSOE).

¿Que se abrirá un debate? Puede ser, pero será un debate del que la inmensa mayoría de la gente no se enterará más que (y soy optimista) de sus trazos más gruesos. Y pactándolo PP y PSOE nadie puede tener duda de su resultado.

¿Referéndum, pues? Pues bueno, pues vale. Pero sinceramente no creo que sea mucho más útil ni más esclarecedor que una reforma por las bravas.

Lo que sí creo, y aquí sí que estoy con Rosa Díez, es que habría que hacer una reforma en profundidad y de mucho más calado y no quedarnos en un parche que, verosímilmente, nos han mandado desde Europa.

jueves, 18 de agosto de 2011

Pasmo nº 59: ¡¡¡Lo que hay que oir!!!

Hace un tiempo puse un blog "pogre" como ejemplo e ilustración de lo que yo entiendo por sectarismo

"La superioridad moral"

He de reconocer que fui a lo fácil pues me encontré con una argumentación pobre, extremadamente emocional y basada en los tópicos más cansinos y gastados.

Pero no se crean, también entre la derecha se encuentra mucho sectario. Y no hay que irse a los descerebrados xenófobos y racistas de la extrema derecha. Entre el mundillo neoliberal se oyen unas cosas que te dejan pasmado.

Es cierto que las disfrazan de una cierta intelectualidad a base de citas eruditas y de un lenguaje más cuidado y más racionalista que ciertos "progres", pero a poco que analices los razonamientos o que rasques un poco, surge el pensamiento monolítico, basado en tópicos y profundamente maniqueo.

Tengo varios ejemplos pero algo antiguos (si alguien está interesado...), pero me ha surgido recientemente uno nuevo.

Para los que no conozcan a Carlos Rodríguz Braun, es un prestigioso economista y profesor universitario que participa regularmente en tertulias en Onda Cero y escribe en varios medios. Es un hombre sesudo y erudito aunque su pasión neoliberal y su odio a todo lo que huele a izquierda le hace caer, a mi juicio, en ciertos excesos.

Vean si no este artículo en el que defiende el sistema bipartidista que tenemos en España:

"Qué pasaría si se acabara el bipartidismo?

La argumentación es sencillamente alucinante. Básicamente viene a decir: "Reconozco que el sistema es injusto, pero como perjudica a mis contrarios (IU), lo apoyo y avalo."

¿Y este otro "argumento" en el mismo artículo?:

"La pérdida de peso de los nacionalistas en el Congreso de los Diputados también podría ser una suerte de caramelo envenenado. La proporcionalidad reduciría su influencia, con casi toda seguridad, pero al mismo tiempo podría, y por la misma razón, exacerbar aún más su propensión más o menos descarada al independentismo."

O sea, ¿que el Sr. Rodríguez Braun es de los que piensa que hay que reducir las aspiraciones nacionalistas a base de darles lo que quieren? ¿Es eso lo que viene a decir?¿Quiere decir que darles una influencia mayor de la que les corresponde a los nacionalistas es bueno para España?¿o busca cualquier argumento para defender lo indefendible?

Por favor, señor Rodríguez, usted es un super-profesor universitario y yo sólo un ciudadano de a pie, pero no insulte a mi inteligencia y menos aún, no insulte a cientos de miles de ciudadanos que tienen pleno derecho a estar representados como les corresponde en las instituciones por mucho que a usted no le guste su ideología.

sábado, 13 de agosto de 2011

Pasmo nº 58: La ingenuidad de la juventud.

Ahora que he alcanzado una cierta edad en la que ya no puedo decir que soy joven sin que me de la risa floja, me causa pasmo y alucine comparar como creía yo que iban a ser ciertas cosas y como han resultado ser en realidad.

Cuando yo era joven, y viendo como eran y pensaban los jóvenes con los que yo me relacionaba, creía que cuando nos llegara la edad y el momento nadie se casaría, y menos por la iglesia. Yo creia que en su momento los que quisieran vivir en pareja lo harían sin más con total naturalidad, y que, como mucho, algunos se pasarían por el juzgado a echar la firmita por eso de tener los papeles en regla. Sinceramente en los 80 y 90 creía que eso del bodorrio de blanco, con cura y langostinos era algo a extinguir.

También creía que en un futuro nadie bautizaría a sus hijos ni les haría la primera comunión. Pensaba que la gente pasaría del que dirán y de las convenciones sociales. Pensaba que la gente era "moderna" (sea lo que sea lo que significa eso) y que seguirían siéndolo al hacerse mayores.

En misa, las veces que me tocaba ir, sólo veía abueletes y en mi inocencia hacía una (ahora lo veo) absurda secuencia lógica: si los jóvenes no van a misa será por que no creen, y si no creen no se casarán por la iglesia, ni bautizarán a sus hijos...

Me equivocaba. No sé en qué exactamente, pero me equivocaba.

También creía que cosas como el folclore en todas sus manifestaciones, los toros, etc... eran cosas de un pasado rancio y casposo que se resistía a morir todavía pero que no duraría mucho.

Pensaba que veríamos el final de cosas como las procesiones de Semana Santa por simple abandono popular, pensaba que en el S.XXI nadie salvo cuatro abuelos con el faria irían a los toros y que tal "espectáculo" moriría de muerte natural.

Pensaba que cuando yo tuviera cierta edad lo de las Jotas (en Aragón) sería cosa de museos etnográficos y que nadie en un futuro se dedicaría a tan noble manifestación artística que yo consideraba como algo totalmente casposo, rancio y propio de un pasado que ya no se correspondía con un Aragón moderno.

Vamos, que pensaba muchas cosas sobre el futuro y me equivoqué en todas. Y lo peor, lo que más me pasma, es que a veces no estoy muy seguro de si es bueno o malo que me haya equivocado.

martes, 2 de agosto de 2011

Pasmo nº 57: Sentirse español (o aragonés, o...)

Cada vez que digo que soy antinacionalista, siempre me sale alguien diciéndome que no, que miento, que lo que soy es NACIONALISTA ESPAÑOL.

Hay gente incluso que, para pillarme, me pregunta cual considero que es mi "nación"; cuando digo que soy español, adscriben eso automáticamente a una ideología y saltan jubilosos: "¿Lo ves? Te CONSIDERAS español, luego tú también eres nacionalista."
Y aquí es donde confunden churras con merinas. Porque yo no me CONSIDERO español, ni me SIENTO español. Simplemente lo soy, igual que soy aragonés y zaragozano. Esto no tiene nada que ver con consideraciones ni con sentimientos.

A ver, yo SOY moreno, no me considero moreno, ni me siento moreno. Simplemente lo soy.

De hecho no entiendo muy bien que significa eso de "sentirse" español, ni aragonés. Me parece una de tantas frases vacías que se dicen hoy en día para engatusar a la gente (El gobierno de lo sentimental) cuando no se tienen argumentos. Es como esos políticos que dicen algo así como: "Nosotros sentimos Aragón" ¿Y qué significa eso? ¿En qué se traduce luego en la acción política cotidiana? Y los demás políticos aragoneses ¿no sienten Aragón? ¿Lo sienten menos? ¿Y eso quién lo mide y cómo?

Yo no quiero que los políticos "sientan" cosas. Quiero que aporten soluciones a los problemas REALES (de mis problemas emocionales ya me ocuparé yo) de la gente. Que administren de forma sensata y transparente mi dinero y que proporcionen herramientas para que los ciudadanos vean satisfechos sus deseos y necesidades medibles y objetivas.

Y paso a otra cuestión aún más marciana (al menos para mi), la de "sentirse orgulloso" de ser español (o de donde sea). Esto sí que no lo entiendo. Cuando digo las muchas cosas que no me gustan de Aragón (ver post anterior) hay quien me pregunta, con cara de alucinado, si no me siento orgulloso de mi tierra (o de SER de mi tierra).

Pues miren, no. Yo para sentirme orgulloso de algo necesito dos condiciones:

1. Que ese algo sea positivo. ¿Realmente hay en Aragón o en España motivos para sentirse orgulloso?. ¿Si hacemos un balance general de lo que somos y tenemos podemos hinchar el pecho y levantar la frente?

2. Tiene que ser algo conseguido, al menos en parte, por mi. Me resulta difícil sentirme orgulloso de cosas como las montañas o los ríos, el folclore, la Virgen del Pilar o la heroica resistencia ante el francés. No he hecho nada para que todo eso exista. Yo estoy orgullosos de mis (escasos) logros personales, pero no de cosas que están ahí porque sí o han sido realizadas hace siglos por personas que no tienen nada que ver conmigo más que el haber nacido en el mismo sitio.

Yo entiendo que la gente necesita pertenecer a un grupo o tribu y necesita de alguna manera asignarse como propios los logros de ese grupo más o menos definido. Pero también entiendo que no debemos dejar que a través de esos sentimientos básicos se nos manipule, confunda y maneje.

lunes, 1 de agosto de 2011

Pasmo nº 56: Rock'n'roll contra el "Establishment"

Rachel Arieff es una cómica y "show-woman" norteamericana que actualmente reside en Cataluña donde está realizando el espectáculo "Planeta Cataluña" que al parecer ha ofendido a ciertas mentes que siguen el pensamiento "políticamente correcto" lo cual, en esta región, es lo mismo que decir el pensamiento nacionalista.

La tal Rachel, fiel al espíritu individualista y libertario (Fuck you! I won’t do what you tell me) que considera propio del rock'n'roll, echa pestes de las políticas de inmersión lingüística de Cataluña.

En su blog ha escrito un artículo MUY contundente sobre el tema. No dice nada que no pensemos muchos, pero es interesante ver la visión de una extranjera sobre un tema tan nuestro y tan peculiar:

La política lingüística de Cataluña vs. Rock-n-Roll

Pero lo que realmente me deja pasmado (no sé porqué, ya que debería estar curado de espanto) es el primer comentario que le han dejado a este artículo y que representa el pensamiento "oficial" y el argumentario para justificar ciertas políticas liberticidas:

"La política linguística sirve para preservar una lengua, el català (oficial en catalunya). Defender los derechos de una lengua, una cultura y un pueblo no tendría que entenderse como un ataque (de ahí la anormalidad y desigualdad). ¿Qué pensarías si tu lengua fuera considerada de segunda en un territorio donde es oficial? ¿No tenemos derecho los catalanes a defender nuestra cultura? ¿sólo pueden defender la suya los castellanoparlantes?"

Este texto da para mucho análisis:

- ¿Las lenguas tienen derechos? Que yo sepa las lenguas son instrumentos creados por el hombre para comunicarse. ¿Los instrumentos y las herramientas tienen derechos?

- ¿Qué es exactamente una "cultura"? ¿Puede tener derechos? Según el DRAE (y creo que sería la acepción a que se refiere nuestro amigo) cultura es "conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc." ¿Puede esto ser sujeto de "derechos"? ¿estarían esos supuestos derechos por encima de los derechos y libertades del individuo?

- Y ya lo del pueblo; que es una cosa que a mi me hace mucha gracia. A la gente se le llena la boca hablando de los "derechos" de los Pueblos. Pero nadie me ha conseguido dar nada más que una definición abstracta, imprecisa y emocional de lo que es un "Pueblo" (Ver El gobierno de lo sentimental, en los comentarios un amable lector me trata de explicar estos términos). Volviendo al DRAE, que es bastante aséptico: "Conjunto de personas de un lugar, región o país". En este sentido ¿Es un "pueblo" sujeto de derechos?. Pues yo creo que no como colectivo, los derechos que tenga serán los de las personas que lo componen. SON LAS PERSONAS LAS QUE SON SUJETOS DE DERECHOS. Y esto es importante no olvidarlo, porque en contra de los que defienden los nacionalistas, los "pueblos" son entes heterogéneos, compuestos de personas individuales, con distintas creencias, intereses e ideologías. Hay gente (pese a quien pese, y sé que les pesa y mucho) perteneciente al pueblo catalán que no habla catalán ni maldito el interés que tiene. Hay personas pertenecientes al pueblo catalán que se proclaman ESPAÑOLES (huy, lo que he dicho) y gente que está en contra de cualquier tipo de nacionalismo.

¿Qué hacemos con esta gente? ¿Los echamos de Cataluña? ¿Les quitamos el carnet de socio de "Pueblo catalán"? (Como decía aquel que pasaba de lo que decían los "indignados" en Cataluña porque gritaban sus consignas en castellano y, por lo tanto, "no eran catalanes")

Nos metemos en un terreno muy peligroso, el de los asignadores de esencias y auditores de la pureza del "Pueblo". Yo por ejemplo he nacido en Aragón y mi familia paterna es de aquí desde hace muuuuuchas generaciones. Pues les voy a confesar algo: ODIO LAS JOTAS (huy lo que he dicho otra vez), la Virgen del Pilar me la refanfinfla (desde el respeto a todas las creencias) y creo que lo de la Fabla es un timo. ¿Soy un mal aragonés? ¿o directamente NO soy aragonés? ¿Soy menos aragonés que otros? Y lo más importante ¿Quién puñetas se arroga el derecho de asignarme estas etiquetas? Que dé la cara, que se presente ante mi y me diga que soy menos aragonés que él.

Y por último ya (aunque ya he hablado de esto en pasados comentarios con mi fiel lector Carlos56 en La "riqueza" lingüística).

- La única manera de preservar una lengua y una cultura (como defiende nuestro amigo del principio) es IMPONERLA a los ciudadanos. Es decir, para que no desaparezca hipotéticamente una lengua determinada, lo que defiende esta gente es, ni más ni menos, obligar a TODOS los ciudadanos a usarla. Los ciudadanos son considerados como estiércol o humus sobre los que cultivar al verdadero ente sujeto de derechos, que es la lengua.
En Cataluña hay dos lenguas oficiales, en principio, con igualdad de condiciones. Todos los ciudadanos deberían ser libres de decidir en cuál se quieren comunicar o en cuál quieren rotular sus establecimientos. Y si alguna debiera tener algún grado de obligatoriedad, sería el castellano, solamente por puro sentido práctico, para permitir que ciudadanos venidos de otras partes de España (y que, no nos olvidemos, siguen por ahora estando en SU pais cuando van a Cataluña) se puedan defender y puedan seguir gozando de los mismos derechos (como ciudadanos que SI tienen derechos) que los catalano-parlantes. Y para que los inmigrantes, muchos castellano-parlantes, puedan encontrarse con menos trabas.

Porque, no nos olvidemos, una lengua es un instrumento cuyo fin último debe ser el permitir la comunicación entre seres humanos y si en algún momento se obliga a alguien a conocer o usar una lengua determinada debe ser tan sólo con el criterio de que se favorezca la comunicación y el entendimiento y ayudar a que los ciudadanos puedan disfrutar de los derechos que legítimamente les corresponden.