sábado, 28 de noviembre de 2009

Pasmo nº 15: La ley del aborto


Pues va, venga, por una vez me voy a poner a hablar de política.

Y es que estos muchachos (los del gobierno) me tienen loco. ¡Cómo me gustan! Verles jugar a la política despierta en mi en ocasiones las mismas sensaciones que el ver un golazo en el fútbol o una magistral jugada de ajedrez. ¡Qué buenos son!

La última, la del aborto. Una jugada elaborada con tiempo y mimo de la que estamos a punto de ver la culminación, no por previsible menos admirable.

Primero sacan una ley del aborto bastante homologable con la europea, pero claro, no se puede correr el riego de que el PP se muestre como un partido moderno y europeo y la acepte con pocas pegas, eso rompería todo el discurso de la derecha cavernaria y casposa que tantos réditos da al PSOE.

Por lo tanto, le metemos a la ley un punto que sabemos que es polémico y que va a escandalizar: lo del aborto en chicas de entre 16 y 18 años.

La derecha, no se va a estar callada ante esto. No puede hacerlo (demasiadas hipotecas ante ciertos sectores de su electorado). Y sobre todo la derecha más católica y conservadora va a poner el grito en el cielo. No van a entrar en matices ni en académicos debates sobre los puntos más polémicos. ¡¡No al aborto!!, gritarán. Y ya los tenemos donde queríamos, la derecha junto con la iglesia en la calle soltando soflamas de lo más casposo.
¡¡Perfecto!!

Pero no se crean, la jugada no se acaba allí, queda el último acto que nuestra querida Bibiana ha empezado a desarrollar, jugando con los tiempos de una manera magistral.

Evidentemente, el gobierno, con su talante conciliador y democrático está dispuesto a debatir este punto polémico (que saben que genera el rechazo de una amplia parte de la sociedad). Y cederán, como tenían previsto desde el principio, demostrando así frente a la derecha intolerante y cerril que el gobierno escucha a los ciudadanos y a la oposición. PSOE = talante. PP = intolerancia.

Y de paso las sociedad y la oposición tragan con la nueva ley, encima agradecidos porque "se ha conseguido" evitar tamaña aberración.

¿Son buenos o no son buenos?

Y es que esta técnica viene en todos los manuales de negociación. Empiezo planteando entre mis exigencias una que sé inaceptable para la otra parte para luego renunciar a ella presentándo esta renuncia como una cesión y una muestra de buena voluntad. "Yo ya he cedido en lo que tú querías, y ahora ¿en qué vas a ceder tú?"

Si es que son muy buenos, joer.

8 comentarios:

  1. Estimado Alejandro:

    Efectivamente, esa técnica es muy conocida. Contra ella está la de poner la negociación a cero. Esto es, hay un amplio espectro de población que ha pasado de tolerar el aborto, so capa del mal menor, a plantearse que cualquier aborto es un crimen sólo disculpable cuando la vida física de la madre está en cuestión.

    ¡Es el problema de romper los consensos! Ahora la otra parte, en este caso la católica, la musulmana, la judía, la evangélica, la presbiteriana… vuelven a poner sus fichas en el punto de partida.

    Un abrazo. Carlos56.

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  2. "...a plantearse que cualquier aborto es un crimen sólo disculpable cuando la vida física de la madre está en cuestión"

    ¡Pero es que eso es lo que quieren!

    Una "derechona" intransigente y anticuada que defiende principios ya superados en prácticamente toda Europa.

    Una derecha que consigue que sea imposible el traspaso de votos: una derecha a la que nunca votaría un socialista por muy desencantado que esté con el PSOE.

    Aún más, una derecha que consigue que mucha gente que no comulga precisamente con el PSOE acabe votándole sólo porque no llegue al poder la "derechona".

    Con un partido comunista virtualmente fuera de juego y los contínuos guiños a la izquierda más progre (que no más auténtica), al PSOE le beneficia la división de la sociedad. Una derecha anclada en principios ultraconservadores es lo mejor que le puede pasar a ZP y busca por todos los medios que el PP aparezca como esa derecha (ley de la memoria histórica, ley de matrimonios homosexuales, ley del aborto,...)

    Y el PP por otra parte, con una gran cantidad de electores muy conservadores y muy ligado a la Iglesia, cae continuamente en la trampa.

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  3. ¡Cierto!

    Pero esa derecha tiene un problema con sus electores. Problema que, al parecer, el PSOE no tiene. Existe un número apreciable de ellos que votan por razones de conciencia.

    Uno de los análisis, de por qué el PP no despega en las encuestas, es que muchos de sus electores han migrado a la abstención o a UPD, por apreciar un cambio no justificado en alguno aspectos de la política de este partido.

    Posiblemente la alternativa sea muy complicada: El PP se flexibiliza para atraer al electorado de izquierda (¿500.000?), cierto sector de votantes del PP se despega, aparece un partido nacional-católico (¿Grupo Inter-economía?) que capitaliza esos votos (¿1.000.000?) y ¿quién ha vuelto a ganar?

    Personalmente prefiero gentes y partidos con principios, aunque esos principios no sean los míos, que meros tácticos de la política. Eso precisamente hizo atractiva la posición de Julio Anguita o Rosa Díez.

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  4. A ver, pongamos las cosas en su sitio.

    No se trata de renunciar a principios para atraer al electorado de izquierdas tanto como adaptarse a una sociedad que cambia y evoluciona.

    Incluso una institución tan conservadora como la Iglesia y que se basa en algo tan inamovible como "la palabra de Dios" ha cambiado sus postulados a través de los tiempos.

    Mantener hoy en día que el aborto es un crimen en cualquier supuesto tiene más que ver con el integrismo islámico más radical que con una sociedad europea del S.XXI, y además no coincide con lo que ha estado defendiendo el PP hasta ahora.

    Prácticamente nadie dejaría de votar al PP si este defiende una ley del aborto homologable a las de Francia o Alemania. (De hecho tú mismo dices que muchos migran a UPD a pesar de que tiene una postura ante el aborto a priori "escandalosa")

    Y por otra parte, hablas de mantener los principios ¿y cúales son los principios del PP?

    El problema del PP no es tanto que sus electores voten en conciencia sino (como tú pareces sugerir) que auna dos corrientes en una: la liberal y la conservadora.

    Estas dos tendencias son difícilmente encajables en muchos casos (a un neoliberal moderno le puede costar entender la postura un tanto obsesiva de la iglesia y los conservadores respecto a diversos temas) por eso pregunto cuáles son realmente los principios del PP.

    Es posible que escindirse en dos partidos que podrían pactar en muchos aspectos liberaría a la rama liberal de lo que creo que es un lastre que les da a los enemigos de la derecha muchos argumentos gratuitos. Además dudo que en la rama conservadora esté el futuro de la derecha en España.

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  5. Por mucho que nos empeñemos no vamos a ver las cosas en su sitio. Muchas cosas no tienen sitio y muchos sitios,... es mejor dejarlos sin cosas.

    Tu relación de los argumentos antiabortistas con el integrismo islámico es una descalificación impropia y sólo asumible por quién se sumerge en las corrientes de lo políticamente correcto. Para los que apuestan por una autonomía de pensamiento hay cuestiones más importantes que la mera homologación europea (por cierto, irlandeses, polacos… ¿siguen siendo europeos?).

    La cuestión para ellos es primordial: ¿Dónde empieza la humanidad del individuo? Ellos admiten que desde la concepción, otros que sólo desde el momento que se ha cortado el hilo umbilical. Unos están en contra de cualquier tipo de aborto voluntario que no tenga por objeto el salvar la vida física de la madre, otros admiten que pueden romperle la cabeza al niño con un martillo durante el alumbramiento (método utilizado en algunos Estados de USA) .

    Y ¿para ti? ¿Dónde empieza? Supón que me dices que el momento T, después de la concepción o alumbramiento, con T>=0. ¿A partir del momento T+1 es un bien a salvaguardar? ¿Si dices SI, eres ya un integrista? ¿Por qué la elección de T más allá o acá convierte a unos en integristas o progresistas?

    Por cierto. Lo que ha defendido el PP hasta ahora es la aplicación de la ley actual, la vigente. Con el pero, gravísimo para algunos, de que se ha hecho el loco en los casos en que esa ley se estaba vulnerando. Eso es lo que permite a muchos, veo que tú también, preguntarse por los principios del PP.

    Sobre la migración a UP, por razones de principios. Los votantes del PP por razones de principios, son muy heterogéneos entre sí. Yo me he atrevido a cifrar el nacional-católico en un millón. Hay otros para los que los principios dominantes irrenunciables serán la identidad nacional y algunos de ellos pueden sentirse muy tentados de acompañar a Rosa Díez. Unas “deserciones” y otras no son evidentemente las mismas y lo que tienen en común es que su fidelidad no lo es a un partido sino a lo que ellos valoran como sus principios.

    Para muchos el futuro del PP es un tema menor y la discusión se encuentra en otra esfera. Es el PP el que tiene que preocuparse por lo que piensan sus posibles electores y tomar decisiones consciente de cuando elige una opción, un sector del electorado, ha rechazo otra opción, otro sector del electorado. A eso se le llama madurez democrática. El que el PP esté pendiente de lo que piensan los que no han votado ni lo votarán jamás se llama estupidez.

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  6. Bueno, lo del aborto es muy complicado. Quizás me anime a escribir una entrada entera, que es loq ue me haría falta para explicar mi postura.

    En todo caso, al defender el PP la aplicación de la ley actual está poniéndose en contra de esa gente que según tú, ha pasado a plantearse que "cualquier aborto es un crimen". La vigente ley del aborto es abiertamente ilógica e inconsecuente. Si un feto empieza a ser un ser humano (inocente, of course) en el momento T, no dejará de serlo por ser fruto de una violación.

    Es una chapuza, una componenda manifiesta y, en definitiva, un reconociento tácito de que considerar el aborto un crimen "en cualquier caso" es algo inadmisible para la inmensa mayoría de la sociedad española actual.

    Y disiento profundamente, un partido como el PP, que aspira a gobernar no debe preocuparse sólo de su electorado. Ha de preocuparse de lo que opinan los que no le votan pero podrían llegar a votarle y debe preocuparse también de los que no le votarán nunca. Porque llegado el caso será presidente de TODOS ellos.

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