
Pasearse de vez en cuando por los rincones más oscuros de la red (no diré las alcantarillas aunque es lo que me pide el cuerpo) puede ser una actividad muy instructiva.
Como diría el Gran Wyoming cuando aún era divertido: "se sufre pero se aprende".
Y si no échenle un vistazo (rápido, tampoco se pasen) a este blog:
Si ya sé que todos ustedes ya saben que existe este tipo de gente. Los hemos visto en la tele quemando contenedores, tirando cócteles molotov, agrediendo a Rosa Díez,...
Pero no me digan que no supone un ejercicio fascinante asomarse, a través de sus escritos, a su alucinante forma de "pensar".
Recréense en el cuidado uso del vocabulario. Como eligen minuciosamente expresiones como "ejército de ocupación", "estado totalitario español" o el más divertido "selección unionista de fútbol".
Cualquier persona que lea sus escritos sin conocer de primera mano la realidad (como ha pasado desgraciadamente con muchos extranjeros de buena fe) se imaginará un Pais Vasco oprimido, lleno de alambradas, con toque de queda y los tanques circulando por la calle.
Sí, todos sabemos que existen y respiramos tranquilos sabiendo que normalmente no van a afectarnos demasiado, sabemos que solemos andar lejos de sus campos de acción. Hasta que nos enteramos de que un político ha sido agredido cuando iba a dar una conferencia, o de que un
articulista ha sido amenazado y agredido en repetidas ocasiones por el sólo hecho de dar su opinión.
Claro, estos movimientos existen en todos los lados, me dirán. Una simple cuestión de "Campana de Gauss". Al otro lado del espectro nos encontramos a los "alegres" muchachos de la ultraderecha, tan juiciosos y encantadores como estos "antifascistas".
Pero el caso es que aún no he visto yo al señor LLamazares (por poner como ejemplo a su "enemigo" natural) siendo agredido por jóvenes de la ultraderecha. No he visto "boicots" a conferenciantes de la izquierda. Todo esto me hace pensar en una "ultraizquierda" mucho más movilizada, violenta y organizada.
Y esta "asimetría" es lo que pasma. Estos "antifascistas" hablan de "ultras" y de "fascistas", no para referirse a la Falange y demás (lo cual sería comprensible), sino para etiquetar a todo el que se encuentre fuera de su "onda", como Aznar o Rosa Díez. Han llegado a atacar incluso a Ibarretxe, por "tibio".
Y el porqué son tantos, tan virulentos, tan activos y tan organizados es también objeto de mi pasmo.
¿Puede ser que haya alguna responsabilidad de los que dirigen (y han dirigido) las más altas instancias?
¿Hay excesiva impunidad de estos tipejos? ¿Hay excesiva comprensión por parte de ciertos
medios ante actos claramente criminales? ¿Se les ha incentivado, alentado e incluso puede que financiado desde ciertos organismos públicos?
No puedo dejar de pensar en aquel mítico "ellos mueven el árbol y nosotros recogemos las nueces", de Arzalluz.
Yo no lo sé. Otros, como
Oroel lo tienen más claro.
Lo que sí sé es que hay que frenar a esos tipejos antes de que sea tarde. Y si alguien aún tiene la tentación de alentarles o de ser comprensivo miren a Afganistán y recuerden lo caro que resulta a largo plazo apoyar a "hijos de puta" aunque en un momento dado puedan ser "nuestros hijos de puta".