viernes, 12 de marzo de 2010

Pasmo nº 25: El caso Garzón


Me "pasma" esto, de verdad que sí.

Tampoco es que yo entienda mucho de derecho, la verdad, pero parece que hay tres causas abiertas contra Garzón en el Tribunal Supremo, y además admitidas a trámite por jueces de muy diversa ideología.

Bueno pues, en principio no pasa nada, se le juzga y ya está. Si es inocente y no ha incurrido en irregularidades pues saldrá libre y sin consecuencias, como le pasa a cualquier otro ciudadano en un caso similar.

Además, como ya he dicho en otros foros, no creo que Garzón sea un pobre ciudadano indefenso ante la justicia. Tiene conocimientos, recursos y repercusión mediática suficientes para que no quede en un estado de indefensión.

Así pues, y ahí viene el pasmo, ¿por qué tanto jaleo?. Fíjense lo que llegan a decir algunos:

Defender a Garzón es defender la democracia ¿¿¿¿????

¿Es entonces cuestionar las actuaciones de un juez, sea quien sea, antidemocrático? ¿Hay (debe haber) personas que estén por encima de la ley?

Ya me he pronunciado sobre ello en un comentario de esta entrada.

Pero mucho mejor que yo lo explica Carlos Martínez Gorriarán en este artículo.

Me quedo con algunas frases:

"Sin embargo, ya hace muchos años que los buenos conocedores del derecho procesal explicaban a quien quisiera oírles –pocos, como siempre- que los autos del juez estrella no se caracterizaban por su rigor técnico ni jurídico".

"...al instruir esa causa, Garzón se pasaba por el arco del triunfo de su voluntad justiciera nada menos que la Ley de Amnistía de 1977".

"...lo que pretendía hacer Garzón al ignorar una decisión soberana de las Cortes, la Ley de Amnistía, no era menos grave: pretender una Justicia Universal e Intemporal, administrada por los jueces, que puede ignorar tranquilamente, derogándolas de hecho, las competencias del poder legislativo. Casi nada".

"...las razones que esgrimen sus muchos defensores no dejan de revelar algunos de los males conceptuales que erosionan la democracia en España."

"Lamentablemente para quien piensa así, en un Estado de Derecho bien constituido todos debemos ser iguales ante la ley, jueces incluidos y al margen del ideario político que se sostenga y del sentido más o menos delirante que se pretenda imprimir a la pobre Historia (esa dama sin virtud a disposición del primer Mesías que llegue a su lecho). Y quien niega o relativiza este principio, literalmente sagrado, no cree en el Estado de Derecho ni en una democracia digna del nombre. Y muchos de los apologistas del juez Garzón están dejando claro estos días que rechazan ambas cosas".

Bueno, y ya basta. Si les interesa el tema léanse el artículo entero y léanse también las razones de los defensores de Garzón.

Y si lo estiman necesario, pásmense conmigo.

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