
He estado unos días de vacaciones por el Pais Vasco y querría mostrar aquí algunos de los pasmos que me han asaltado durante mi estancia. Son sólo algunas pinceladas filtradas, inevitablemente, por mi visión subjetiva. No pretendo hacer ninguna crónica social objetiva ni rigurosa; ni conozco el tema ni sabría hacerlo.
Durante parte del viaje nos sirvió de guía una amiga de mi mujer. Una señora de entre 30 y 50 años (no quisiera ser indiscreto), culta, con estudios, razonable e inteligente. Hablamos de muchas cosas y hubiera firmado tranquilamente el 99% de sus opiniones.
El problema vino cuando salió el tema de ETA. Juro que traté de evitarlo, no es el tema más agradable para tratar con un vasco pero al final, no sé cómo, salió. Plasmaré aquí, lo más fielmente que pueda, algunos retazos de la conversación.
Había salido el tema de forma tangencial y yo estaba dispuesto a eludirlo prudentemente pero una frase me hizo el mismo efecto que un trapo rojo a un toro:
- "Hombre, puestos a perder a un hijo, mejor que te lo mate ETA, menudo chollo" (aludiendo a las ayudas a las víctimas).
Me pareció de un mal gusto y de una falta de sensibilidad increible, pero la cosa siguió por esos derroteros. Siguió comparando a las víctimas del terrorismo con las víctimas de un accidente de tráfico cosa que a mi me parecía bastante alucinante: - "Total, al que pierde un hijo, que más le da".
También, por supuesto, alegó que la prohibición de presentarse a las elecciones a los herederos de Batasuna era un atentado contra la libertad de expresión y de pensamiento:
-"Al que no opina lo políticamente correcto se le castiga".
Traté de hacerle ver que eso no era cierto, que lo que se castigaba era la connivencia con la violencia. Como prueba está Aralar que es un partido de izquierda abertzale perfectamente legal gracias a que se ha desvinculado de forma explícita de la violencia. Su respuesta me desconcertó:
-"Ah, pero esos ni siquiera son de aquí." ¿¿?? (si alguien me lo puede aclarar...)
No seguí por ahí. Ustedes disculparán mi falta de habilidad dialéctica, pero tener a la señora de uno dándole patadas por debajo de la mesa para que cambie de tema no es lo más adecuado para mantener un hilo coherente.
La tesis general de esta moza parecía ser que ETA estaba virtualemente disuelta, que en Euskadi ya nadie se preocupaba de este tema ¿¿¿??? y que sin ningún paso más había que olvidarse del tema, dejar que todo el mundo se presentara a las elecciones y todos tan amigos.
Entonces le recordé que la cosa no era tan fácil, que aún quedaba gente amenazada por ETA que tenían que vivir con escolta contínua. Su respuesta fue también desconcertante por lo insensible:
- "Bah, mucha gente ha sacado muchos réditos de estar amenazada ¡¡¡¿¿¿???!!! Además el de las escoltas es un negocio que mueve mucho dinero"
Nota: Unos días después vi al artista Agustín Ibarrola en las cercanías de su bosque pintado. Iba caminando por un sendero entre los árboles con dos acompañantes y 3 metros por detrás, a 3 km/hora, iba un coche con el que me imagino sería su escolta. Supongo que el señor Ibarrola estará encantado de salir a pasear por el bosque con sus amigos con un cochazo detrás. Seguro que todas las mañanas da las gracias a ETA por hacerle vivir tan grata experiencia. En ningún momento esta amiga admitió la necesidad de que los herederos de Herri Batasuna condenen de forma inequívoca y sin matices la violencia. Alegó cosas como que no se puede estar condenando todo el día (A mi con que lo hagan una vez me vale), nombró al GAL, al cierre ilegal de Egunkaria,... Todo con tal de no admitir la necesidad de un alejamiento total e inequívoco de los planteamientos violentos.
Era, en todo su esplendor, la expresión de la equidistancia más repugnante. El comparar los errores y excesos del Estado democrático (que los hay, sin duda) con la voluntad firme y constante de matar para conseguir fines políticos, me parece un argumento tan torpe e inmoral que no tengo palabras. Pero parece que aún queda mucho de este tipo de pensamiento en el Pais Vasco. Dirán que ETA está acabada pero a mi me parece que queda mucho trabajo.
Bueno y ya vale, esto es más o menos lo que recuerdo de la conversación. Confieso que me dejó pasmado y por eso lo deposito aquí, esperando que con sus opiniones y matizaciones puedan aclararme un poco este estado de confusión mental que me caracteriza.